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El Nobel de la Paz 2018

Nadia Murad, activista iraní contra la violencia sexual, y Denis Mukwege, ginecólogo congolés destacado por salvar miles de vidas de mujeres que sufrieron violencia sexual, recibieron el Premio Nobel de la Paz 2018. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) aplaude el galardón entregado a estos dos notables activistas comprometidos con la eliminación de la violencia sexual y la creación de programas innovadores para enfrentar sus causas y consecuencias.

Este honor es, ante todo, el reconocimiento a su ejemplar dedicación para colocar en el centro de la protección de los derechos humanos a las víctimas de violencia sexual, las mujeres y las niñas, que en situaciones de conflicto armado son consideradas como armas de guerra. Este premio es también un reconocimiento a la lucha que en numerosos lugares del mundo han emprendido víctimas de violencia sexual, entre quienes se cuentan las sobrevivientes y también sus familias.

La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más prevalentes en todo el mundo. No conoce fronteras sociales, económicas ni nacionales. Se estima que el 35% de las mujeres en todo el mundo han experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja o violencia sexual por parte de otra persona en algún momento de sus vidas. A nivel mundial, se estima que una de cada tres mujeres será víctima de violencia física o sexual durante su vida.

Esta violencia de carácter sexista (por ser dirigida a las mujeres en razón de su sexo) destruye la salud, la dignidad, la seguridad y la autonomía de sus víctimas; y aun así sigue estando envuelta por un velo de silencio. Las víctimas de la violencia sufren consecuencias que afectan además de los derechos fundamentales, los derechos sexuales y reproductivos. Entre éstos se encuentran los embarazos forzados y no deseados, los abortos (que ponen en riesgo la vida), las infecciones de transmisión sexual como el VIH, e incluso la muerte.

En Bolivia, los datos de la Encuesta de Prevalencia y Características de la Violencia Contra las Mujeres en 2016, del Instituto Nacional de Estadística, reportan que 41 de cada 100 mujeres solteras sufrieron violencia por parte de su enamorado o expareja a lo largo de su vida. Reportan la existencia de brechas geográficas entre las áreas urbana y rural; la evidencia de violencia obstétrica, esto es, violencia en el parto en condiciones institucionales; y en años más recientes, el aumento de feminicidios hasta el punto que 76 mujeres entre enero y agosto de este año murieron en manos de sus parejas o exparejas. Santa Cruz, Cochabamba y La Paz concentran el mayor número de casos, según datos de la Fiscalía.

A través de los años, las oficinas nacionales y regionales de UNFPA, en contextos humanitarios y del desarrollo, han identificado como un desafío común la escasez de datos confiables sobre la violencia contra niñas y mujeres; así como la ausencia de una política institucional sólida y de coordinación sectorial en los ministerios sectoriales pertinentes, agravada por barreras culturales que no admiten, no confrontan o no permiten que se debata y reflexione sobre sus causas y manifestaciones. Sobra decir que es esencial y urgente que la violencia contra la mujer sea cuantificada y cualificada para estimar su alcance y consecuencias, y que oriente a los tomadores de decisiones para el diseño y ejecución de políticas y programas.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas en Bolivia considera la distinción otorgada por el Comité del Premio Nobel de la Paz a estas dos figuras emblemáticas en la lucha contra la violencia sexual contra las mujeres como un significativo estímulo para continuar e intensificar los esfuerzos del Estado, organizaciones de la sociedad civil y la sociedad en su conjunto para transformar la cultura de silencio que pone en peligro la salud, la dignidad, la integridad, seguridad y la autonomía de las víctimas; y avanzar en programas que fortalezcan el ejercicio de los derechos humanos de todas y todos los ciudadanos. 

En el marco de la conmemoración del Día de la Mujer Boliviana, el 11 de octubre, fecha emblemática para el pueblo boliviano en homenaje a una mujer valerosa como fue Adela Zamudio, queremos reafirmar el compromiso de seguir impulsando el liderazgo de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres como Nadia Murad, e instar a más hombres a participar activamente en la eliminación de la violencia de género.

El Premio Nobel de la Paz es un reconocimiento internacional al imperativo de trabajar contra la violencia de género en todas partes del mundo y en todo momento, y por ello, UNFPA aprovecha esta oportunidad para reclamar una participación más activa y decidida de todos los actores de la sociedad en la lucha contra la violencia de género.