No impongan un sistema de salud
Los encuentros se realizaron con la exclusión insensata de instituciones fundamentales.
Más allá del objetivo electoral que podría tener el anuncio de que todos los bolivianos ejercerán su derecho a la salud en un Sistema Universal Gratuito, financiado por el Estado, es algo que esperamos ansiosos los bolivianos. Un soporte de $us 200 millones que llegará a más de $us 400 con recursos de los municipios puede ser razonable, dependiendo de lo que se quiere lograr.
El acierto estará en asumir que del inicio a un proceso largo que requiere ser cuidadosamente planificado, gradualmente implementado y respaldado por una sólida base de consensos con todos los sectores. El problema es que por la forma en la que se realizaron los encuentros departamentales, todo parece apuntar a que existe una línea trazada para que mayorías amorfas impongan el proyecto del Gobierno denominado “Nuevo Sistema Único de Salud Universal y Gratuito-Bases técnicas y políticas” de circulación restringida. Si finalmente así ocurre, se habrán creado las condiciones ideales para nuevos conflictos que llevarán al fracaso el proyecto. Y cuando los conflictos se hagan inmanejables, otra vez será el Presidente quien tenga que dar marcha atrás, como con el código penal.
Frente a esta oportunidad, con auténtica esperanza, la Facultad de Medicina de la UMSA hizo llegar al Ministro de Salud una propuesta para el encuentro, que contó con la adhesión de las otras facultades del sistema universitario. En ella se planteaba que los participantes representen proporcionalmente a los gobiernos central y departamentales, a organizaciones sociales y municipios, a facultades de medicina, además a los colegios profesionales. Lamentablemente no se tuvo ninguna respuesta y los encuentros se realizaron con la exclusión insensata de instituciones fundamentales o en ausencia de las facultades de medicina que decidieron no asistir por la falta de atención a su propuesta y porque la grosera desproporción en las representaciones no daba ninguna posibilidad para que se tomaran en cuenta posiciones alternativas. En esas condiciones es de esperar que el Encuentro Nacional por la Salud y la Vida, convocado por la Conalcam, aprobará una propuesta preelaborada que será impuesta el próximo año con menosprecio a los verdaderos actores e involucrados en la salud, que nos encontramos sinceramente dispuestos a construir integralmente un verdadero sistema de salud.
A pesar de este opaco panorama, algunos tenemos todavía la esperanza de que el Ministro de Salud y su equipo humano puedan entrar en razón y orientar al señor Presidente para reconducir el proceso de manera auténticamente inclusiva y participativa; haciendo que se incorporen a la construcción del nuevo sistema de salud todos los comprometidos e interesados en resolver la desastrosa situación que por muchos años agrede y lastima a Bolivia. De no ser así, los responsables se arrastrarán en la historia al igual que otros que fracasaron, y que por obsecuente insinceros fueron en contra del derecho a la salud de los bolivianos, haciendo errar al presidente.
Si finalmente los operadores hacen que el Gobierno imponga su voluntad, el escenario de confrontación y conflicto impedirá llegar a buen término. Peor aún, si por razones políticas precipitan la implementación del proyecto sin la participación de los mejores profesionales que se encuentran en las instituciones marginadas. Frente a la desastrosa situación del sistema de salud, el Gobierno antes que imponer debe consensuar; así asegurará el éxito y recibirá el reconocimiento del pueblo.
* Exdecano de Medicina de la UMSA.