Estaba en un lugar de las calles de Estambul, y luego ya no. Lo mataron en una pelea espontánea, y luego ya no. Desde el momento en que el periodista disidente Jamal Khashoggi desapareció tras haber entrado al consulado saudita en Estambul a inicios de octubre, los funcionarios sauditas han dado una variedad desconcertante de versiones sobre lo que le pasó. A continuación, un recuento de cómo el Gobierno saudita ha modificado su historia.

Al día siguiente de que Khashoggi acudiera al consulado saudita por un documento de matrimonio y luego desapareciera, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, señaló a reporteros de Bloomberg: “Según tengo entendido, él ingresó y se fue después de unos minutos o una hora”. Y añadió: “No tenemos nada que ocultar”.

Los funcionarios sauditas incluso llegaron a dejar que reporteros de Reuters visitaran el consulado y los acompañaron en un recorrido, en el que abrieron alacenas, archiveros y paneles de aire acondicionado para demostrarles que ahí no estaba. Afirmaron estar buscándolo con mucha preocupación. Luego de que los funcionarios turcos informaron a medios noticiosos que un grupo de 15 sauditas había matado a Khashoggi, Al Arabiya, un canal de noticias que se transmite vía satélite y es propiedad de los sauditas, dio una explicación inocente de los hechos.

Según Al Arabiya, las personas acusadas de participar en la desaparición del periodista disidente solo eran turistas. Puesto que la atención internacional sobre el destino de Khashoggi iba en aumento, los sauditas comenzaron a circular el cuento de que Khashoggi sí había fallecido, como ya lo sospechaba el mundo entero, pero a manos de “asesinos rebeldes”. En un inicio esa versión fue secundada por el presidente Trump después de una llamada telefónica con el rey Salmán de Arabia Saudita. “Me suena a que fueron unos asesinos rebeldes, pero quién sabe”, dijo el Mandatario. Después, alguien que conocía los planes del Gobierno saudita dijo que un funcionario de inteligencia, amigo del príncipe heredero, había ordenado el interrogatorio (con el beneplácito del príncipe), pero que dicho funcionario se había excedido.

Khashoggi se vio involucrado en una pelea a golpes en el consulado saudita al intentar escapar de los hombres que querían llevarlo de vuelta a su país natal, declararon funcionarios sauditas el 20 de octubre. Arabia Saudita arrestó a los 15 hombres enviados para enfrentarse con Khashoggi, después despidió a un asesor íntimo del príncipe heredero y al mayor general Ahmed al Assiri, subdirector del departamento de inteligencia saudita, quien, según el Gobierno, había organizado la operación.

Un funcionario saudita sostuvo que la meta era regresar a los disidentes que vivían en el extranjero, pero que la orden se había malinterpretado conforme pasaba de un funcionario a otro. Cuando Khashoggi vio que lo querían capturar se desató una lucha, explicó el funcionario: los hombres evitaron que huyera, hubo golpes, Khashoggi gritó y uno de los hombres lo sujetó por el cuello y lo estranguló.

El fiscal de Arabia Saudita afirmó el pasado jueves que Turquía había dado a funcionarios sauditas información nueva surgida de una investigación conjunta entre turcos y sauditas. Pero el fiscal declaró que la investigación seguía, por lo que no queda claro si Arabia Saudita había llegado a la conclusión de que el asesinato fue premeditado. Esta nueva versión saudita coincidió con la visita a Turquía de Gina Haspel, directora de la CIA. Estaba previsto que se le diera acceso a una grabación de audio y otras evidencias que, según Turquía, demuestran que Khashoggi fue asesinado por órdenes provenientes de las esferas más altas de la familia real saudita.

* Periodista del New York Times, especializado en temas de Medio Oriente. © New York Times News Service, 2018.