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Brexit, cada vez más cerca

El martes, tras dos años de negociaciones, Londres y Bruselas llegaron a un acuerdo preliminar para consolidar la salida del Reino Unido de la Unión Europea, cuya fecha límite para empezar este proceso fue establecida para el 29 de marzo de 2019. Este convenio, de más de 500 hojas repletas de aspectos técnicos, debe ser ahora analizado y refrendado tanto por el Parlamento europeo como por el Congreso británico.

En caso de que esta aprobación se trabe, la posibilidad de un brexit “duro” estaría a la vuelta de la esquina. Es decir, el peor escenario para ambas partes, ya que implicaría una separación abrupta y desordenada de dos economías y “sociedades” ampliamente conectadas, con todo lo que ello implicaría. Por eso, pese a las amenazas de ciertos sectores euroescépticos de sabotear cualquier acuerdo que debilite al Reino Unido, cosa que se da por sentado tras su salida de la UE, previsiblemente al final prevalecerá un brexit “blando”.

Con ello, el Reino Unido podrá gozar de los beneficios que implica acceder al mercado comercial más grande del mundo. Pero para tal efecto tendrá que respetar reglas y tribunales en los que ya no podrá influir como en el pasado. A su vez, a la Unión Europea le tocará vivir con el estigma de ser un club “del cual se puede salir y con las más aviesas intenciones”, en palabras del analista internacional Lluís Bassets. Es decir, como en todo “divorcio”, ambos bandos saldrán debilitados de este proceso, uno más que el otro.