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El Tribunal de La Haya

Mucho se ha hablado de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), y mucho se hablará aún de ella; por ello conozcamos un poco más a este tribunal de justicia internacional. La CIJ es considerada el centro solar de arreglo judicial debido a su condición como órgano judicial de las Naciones Unidas. Su origen se encuentra en la Corte Permanente de Justicia, cuya breve duración (1921-1946) mostró que es posible pensar en una justicia internacional. Los fallos de la Corte Permanente continúan siendo tomados como razonamientos jurisprudenciales válidos para el tribunal actual.

La CIJ cuenta con un estatuto y un reglamento. Sin embargo, también existen directrices prácticas (la última de 2013) que son prácticas que se van convirtiendo en norma. El Tribunal de La Haya se compone de 15 magistrados elegidos por mayoría absoluta por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU por un periodo de nueve años.

Los magistrados deben representar a las grandes civilizaciones y a los principales sistemas jurídicos del mundo (conforme lo señala el Art. 9 de su estatuto). Para lograr cumplir con este mandato, se estila el siguiente reparto geográfico: tres jueces al grupo africano, dos al asiático, dos al latinoamericano, dos al europeo occidental y uno al europeo oriental, más los cinco jueces nacionales de los Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Esta condición de composición se muestra ampliamente plural, y en consecuencia, enfatiza en la condición de su administración de justicia. Es decir, en la manera en la que debe de llegarse a una solución justa a partir de la diversidad de procedencia de los jueces, una especie de pluralismo jurídico pactado.

El procedimiento de renovación de magistrados es ejemplar. Cada tres años se renuevan cinco magistrados. De esta manera se mantiene un constante movimiento de jueces sin afectar a la mayoría de ellos, y en consecuencia a las condiciones de posibilidad de permanencia de las líneas jurisprudenciales. Cabe destacar que los magistrados pueden ser reelegidos por nueve años más.

Si no hubiere un juez de la nacionalidad de uno de los Estados parte en una controversia, las partes pueden designar un juez ad hoc de su elección, que puede ser nacional o no, quien participará en el procedimiento con voz y voto; es decir, en términos de igualdad con los otros jueces. La CIJ, entonces, ha sido concebida como un pleno, cuyo quorum es el de nueve magistrados.

Bolivia viene participando en dos procesos contenciosos, el primero conocido como la demanda marítima, y el segundo impulsado por Chile respecto a las aguas del Silala. La participación de Bolivia en cortes internacionales es una muestra de su madurez jurídica.