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G20, ¡con más rating que ‘ShowMatch’!

Dos ironías se dieron en la reciente cumbre del G20 en Buenos Aires. Por un lado, el demócrata Macri recibió con honores al líder del hegemónico partido comunista chino que puja por el “libre comercio” contra el “campeón del capitalismo”, Estados Unidos. La segunda ironía es que también recibió al heredero saudí, perdiendo autoridad moral para decir que combate a narcos y delincuentes al invitar al responsable por el descuartizamiento de un periodista. En cualquier caso, el G20 tuvo mucho más rating que el popular programa de TV argentino ShowMatch, y Macri salió ganador frente a la eufórica opinión pública, dado que, según Van Gordon Sauter, exjefe de la CBS, las cadenas de televisión inevitablemente terminan fijando las aspiraciones nacionales. Aunque, por cierto, solo fue la opinión pública argentina; afuera, no tanto.

En el mundo general se le dio más relevancia a la asunción de Manuel López Obrador en México, y no era para menos: un giro del vecino de Estados Unidos hacia la izquierda. Y también a la protesta de los “chalecos amarillos” en Francia que, aunque la violencia no tiene justificativo, tienen razón al estar enojados con un Gobierno que sube impuestos, al combustible en este caso, empobreciendo a todos.  

Y si el globo se acordó del G20, fue sobre todo por la tregua entre EEUU y China. El diario Mundo, de Madrid, tituló “Réquiem por el multilateralismo” y dijo que “George H. W. Bush murió… en persona y en espíritu. Su ideal de un mundo (globalizado)… recibió el certificado de defunción en una cumbre (que) sanciona el statu quo… Más serio es que el comunicado, por primera vez en 10 años de cumbres del G20, no rechace el proteccionismo”.

O sea que este grupo está lejos de promover el libre comercio. Libertad que, por otro lado, podría lograr cada país unilateralmente sin esta cumbre, la cual, además de costar decenas de millones de dólares, prácticamente cerró al mercado: le impidió trabajar durante dos días “por razones de seguridad”, con cortes de calles y la imposición de un feriado laboral. El Economista, de España, tituló: “El G20 salva la cara con una débil defensa del multilateralismo” y afirmó que “la mala salud de la cooperación internacional quedó reflejada en numerosas fotos, diferencias e infortunios”.

Claramente esta cumbre del G20 no solo no fue “pro” mercado, sino que además no piensa liberarlo más, y quizás aún menos al comercio internacional; ni piensa en bajarle impuestos ni dejarlo trabajar a pleno. Más bien se dedicó a agrandar el peso del Estado a costa del sector privado, lo que, sin duda, tiene consecuencias negativas. Vendrían inversiones, dice el oficialismo, pero ese dinero es proporcionado y/o dirigido por agencias estatales; es decir, se agranda el Estado a costa del mercado.

Al contrario de lo que la opinión pública cree, y como corresponde a burócratas y líderes estatales, el G20, más que desregular —liberar al mercado—, propone regular. La adopción de medidas regulatorias fue la misión principal, particularmente en la materia de finanzas, y por eso dieron pasos para reforzar los aportes de capital al multiestatal FMI. O sea, más Estado a costa del sector privado que lo financia por vía impositiva. Esta reforma implicará una redistribución del poder en el organismo, y China tendrá una mayor influencia basada en su peso como principal acreedor de Estados Unidos. Entretanto, la economía argentina sigue cayendo en picada. A ver cuánto dura la euforia por el G20… poco, me atrevo a decir.

* Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California. @alextagliavini; www.alejandrotagliavini.com