Icono del sitio La Razón

Notable compromiso por la paz

El lunes, la activista yazidí Nadia Murad, de 25 años, y el médico congoleño Denis Mukwege de 63 años, fueron galardonados con el premio Nobel de La Paz, por su incansable y valiosa lucha contra la violencia sexual utilizada como arma de guerra; una terrible práctica que cada año destruye la vida de miles de personas, especialmente de mujeres, niñas y niños.

La cruzada de Mukwege, un renombrado cirujano, se inició a finales de los noventa, cuando le tocó atender a miles de mujeres que habían sido víctimas de violaciones colectivas durante la guerra civil que azoló al Congo entre 1998 y 2003. Tras esta traumática experiencia, Mukwege fundó un hospital especializado en reparar el daño físico interno que suelen causar este tipo de execrables agresiones, y que hoy en día es reconocido como uno de los mejores del mundo en este campo.

A su vez, Murad vivió en carne propia los horrores de la violencia sexual utilizada como arma de guerra, tras ser secuestrada en agosto de 2014 por yihadistas del Estado Islámico, quienes asesinaron a la mayoría de sus familiares. Durante meses, al igual que el resto de las niñas y jóvenes de su aldea, Murad fue vendida, esclavizada y ultrajada por decenas de yihadistas, hasta que se le presentó la oportunidad de escapar. Desde entonces, decidió consagrar su vida para luchar contra esta aberrante práctica, utilizada por los grupos extremistas no solo para someter a las mujeres en las zonas que se encuentran bajo su control, sino también para recompensar y atraer a nuevos combatientes.