Gracias a la intermediación de las autoridades nacionales y el cumplimiento de una serie de aspectos técnicos, China aceptó abrir sus fronteras para que el país pueda exportar quinua a su mercado. En conformidad con este acuerdo, el Ejecutivo prevé la exportación de 5.600 toneladas (t) de este nutritivo alimento durante el primer semestre de 2019; las cuales serán cultivadas y comercializadas por 15 empresas bolivianas.
Si bien esta cifra representa un pequeño porcentaje frente a las 36.000 t de quinua que Bolivia llegó a exportar a diferentes países en 2013, el año de mayor volumen de venta en este rubro, se trata sin duda de una muy buena noticia para los productores nacionales, tanto más importante por cuanto China es, por su tamaño y su creciente poder adquisitivo, uno de los mercados más apetecidos del planeta hoy en día. A pesar de ello, huelga recordar que en el último lustro Bolivia ha perdido su preponderancia en el mercado mundial de la quinua, debido a que varios otros países han comenzado a cultivar y comercializar este nutritivo alimento en condiciones mucho más competitivas que el país.
De allí que sería deseable que el Estado se proponga impulsar políticas adicionales similares a la adoptada con China para potenciar este sector. Por ejemplo, se podrían seguir los pasos adoptados por el Estado peruano, que en los últimos años ha trabajado para impulsar, a través de tratados de libre comercio, la venta libre de este cereal sin aranceles a diferentes países; rebajas impositivas y la eliminación de trabas burocráticas, entre otras medidas.