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Buenos samaritanos

Como todas las navidades desde hace 16 años, el viernes pasado decenas de voluntarios participaron en la Campaña del Buen Samaritano, organizada por la congregación Monte de Oración desde 2002.

El propósito de esta cruzada consiste en atender durante un día a la mayor cantidad posible de indigentes de La Paz y El Alto, proporcionándoles comida (chocolate caliente para el desayuno y una picana para el almuerzo), ropa limpia, un baño, un corte de cabello y atención médica.

Con ello se busca reforzar la dignidad de aquellos que por diferentes razones han sido arrojados a los márgenes de la sociedad (cada año atienden a un promedio de 3.000 personas), pero también y sobre todo apoyar la rehabilitación de quienes son presa del alcoholismo o la drogadicción.

Por ejemplo, en la cruzada del año pasado 130 personas aceptaron el desafío de abandonar las drogas y las calles, y se espera que un gran porcentaje logre este propósito con el apoyo y el seguimiento de los feligreses de la mencionada iglesia.

Hablamos de una segunda oportunidad que les permite regresar a sus hogares y encontrar un trabajo. De hecho, muchos de los voluntarios que participan activamente en esta cruzada vivieron alguna vez en las calles.

Se trata ciertamente de una encomiable labor que pone en evidencia que obras son amores y no buenas razones, como bien reza un conocido refrán, en referencia a la importancia de poner en práctica, todos los días, la solidaridad y el amor al prójimo, dos de las mejores virtudes del ser humano.