1 de enero de 2019
Cabe desear que la Bolivia de este 2019 ponga por delante el bienestar de los niños, niñas y mujeres.
El ser humano vive la experiencia temporal dándole sentidos cíclicos. Y la moneda anual parece ser la más adaptada a los movimientos económicos, políticos, sociales y hasta emotivos. Como medio de comunicación que pone a funcionar la rotativa los 365 días del año, dejamos sobre la mesa del primer día de 2019 las cartas más significativas.
El resultado adverso en la Corte Internacional de Justicia sobre la demanda marítima debe encontrarnos en la serenidad de un nuevo escenario, uno que se sostenga en la conciencia plena de los límites legales, en la madurez de no buscar culpables, y en la consolidación de la certeza de un país que no renunciará a una demanda justa. Entre las páginas por llenar este futuro próximo está la mirada decidida hacia el Atlántico a través de la hidrovía Paraguay-Paraná: el Gobierno firmó la adhesión al Acuerdo de Transporte Fluvial de la Hidrovía y determinó declarar el carácter internacional de los puertos Sociedad Jennefer SRL, Central Aguirre Portuaria SA y Gravetal Bolivia SA, habilitándolos para el servicio público y privado a gran escala.
Sobre la alfombra política no hay huellas en el medio. Los grandes números y las fuertes apuestas se han concentrado en polos opuestos: la fuerza oficialista con el liderazgo claro y fuerte de Evo Morales, quien lleva ya 13 años en el poder; y las diferentes oposiciones que se unen en su pedido de respetar los resultados del 21F, y se dispersan a momento de dibujar y firmar una propuesta oficial a los ciudadanos rumbo a las elecciones de este 2019.
La habilitación de Morales ha despertado movilizaciones en contra y, paralelamente, se ha debilitado el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con renuncias de autoridades clave y acusaciones de diferentes frentes políticos (el oficialismo incluido) contra sus últimas acciones. Binomios únicos, el pedido de suspender las primarias, registros irregulares de militantes han abonado este duro momento para el TSE, que tendrá que enfrentar este año una agenda apretada y una presión que la pondrá a prueba. Así comienza este año intensamente electoral. Se espera una dura batalla en el campo político.
En el terreno económico, no podemos dejar de mencionar el liderazgo en expansión de Bolivia en Sudamérica. Los principales organismos internacionales proyectan cifras optimistas para los siguientes meses, pese a que en el mundo (y con particulares riesgos en la región) más de una nube amenaza, y recomiendan prudencia en las decisiones de las economías latinoamericanas.
Cerramos esta mirada panorámica observando que las grietas de la crisis judicial son estructurales, que estamos lejos de acceder a un servicio de salud para todos con calidad y calidez, que una sociedad racista y machista solo genera violencia contra los sectores más vulnerables. No podemos, entonces, poner un punto final sin desear que la Bolivia de este 2019 ponga por delante el bienestar de los niños, niñas y mujeres. Será la base de una sociedad igualitaria y justa.