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La doble contabilidad de la deuda pública

En las últimas semanas, en los medios de comunicación se abrió una discusión sobre la deuda pública. Por ejemplo, algunos columnistas y hasta un senador se animó a calcular este indicador en un 57% del Producto Interno Bruto (PIB). Estos alarmantes datos contienen un craso error relacionado con la “doble contabilización” que se demostrará en los siguientes párrafos.

Empezaré con el ejemplo de una familia, integrada por el padre, la madre y dos hijos. El jefe de hogar decide realizar un emprendimiento productivo y para financiarlo recurre a un préstamo por $us 10.000 de un banco privado. Por otro lado, uno de los hijos que está en la universidad necesita comprarse una computadora y solicita a sus padres que le presten $us 1.000. La hija, quien está en el colegio, no se queda atrás y resuelve realizar un curso de idiomas y solicita a sus padres $us 500 para pagar la colegiatura. El jefe de hogar ha logrado constituir un fondo (ahorro), y decide utilizar estos recursos para atender las necesidades de sus hijos, con la condición de que una vez que ellos trabajen devuelvan el dinero para reponer al fondo familiar.

¿Cuál es la deuda de la familia? La respuesta es $us 10.000. Ese es el monto que efectivamente debe la familia como una “unidad económica” frente a terceros (acreedores privados). ¿Por qué no se toma en cuenta las obligaciones de los hijos de $us 1.000 y $us 500? Sencillamente porque estas obligaciones han sido asumidas entre los propios integrantes de la familia, y por tanto, la deuda tiene que ser “consolidada”; de lo contrario se incurre en una doble contabilización.

El considerar a la familia como una unidad económica es la forma correcta de mostrar las cifras de deuda. Esto se conoce en los manuales de estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) como “deuda consolidada”, la cual elimina los efectos distorsionadores de una cifra agregada.

Ahora bien, algunos analistas al intentar calcular la deuda pública total cometen el error de sumar a la deuda que tiene el Estado con acreedores privados y las obligaciones que se tiene entre las propias entidades públicas. En nuestro ejemplo, agregan a la deuda que tiene la familia con un banco privado la “deuda” contraída por los dos hijos.   

De acuerdo con datos del Banco Central de Bolivia (BCB), la deuda externa total a noviembre de 2018 representaba el 24,8% del PIB. Mientras que la deuda interna total con acreedores privados en similar periodo alcanzó un 8% del PIB. Es decir, que la deuda total era del 32,8% respecto del PIB. Cifra muy diferente a la señalada por algunos analistas, quienes al perecer incurrieron en el error de la “doble contabilización”.

Por otro lado, el informe Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2018, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), destaca que al tercer trimestre de 2018 la deuda pública total de América Latina alcanzó un 41% del PIB. A nivel de países, entre los más endeudados se encuentra Argentina, con una deuda del 77% del PIB (la cual se ha incrementado por el primer desembolso que recibió del FMI por $us 15.000 millones); y Brasil (74%). Por encima del promedio (41%) se ubican Costa Rica (52%), El Salvador (49%), Uruguay (49%), Colombia (49%) y Ecuador (44%). Mientras que por debajo del promedio están República Dominicana (39%), Panamá (37%), México (35%), Bolivia (33%), Chile (24%), Perú (20%) y Paraguay (16%). Es decir, de acuerdo con el informe de la CEPAL, Bolivia está entre los países menos endeudados de la región.

En conclusión, para no incurrir en errores de sobredimensionar las cifras de deuda, es necesario contabilizar la deuda pública “consolidada”, la cual refleja de manera adecuada las obligaciones que tiene un Estado con sus acreedores externos e internos.

* Economista y docente de la UMSA.