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Academia corrupta

Nuevamente un escándalo afecta la imagen de la Policía Nacional. Esta vez es en la Academia Nacional de Policías (Anapol), el centro oficial de formación de las y los oficiales de esa fuerza, señalada por la Constitución como la responsable de garantizar el orden interno y luchar contra el crimen. Se acusa a varios miembros de la institución de corrupción en la selección de nuevos postulantes.

El caso se hizo público el viernes, cuando el Presidente del Estado, en un acto que tuvo lugar precisamente en el patio de la Academia policial, se refirió a la denuncia de padres y madres de postulantes que deseaban ingresar a la Anapol respecto a la existencia de irregularidades registradas durante el proceso de admisión, e instruyó anular todas las pruebas para dar paso a una nueva selección. Además sugirió que otras instituciones como la Defensoría del Pueblo supervisen el proceso.

En concreto, días antes los familiares denunciaron la alteración de las pruebas físicas y de conocimiento para favorecer a varias decenas de postulantes, probablemente no aptos, con el fin de asegurar su ingreso a la escuela donde se forman los oficiales de la Policía. El Ministro de Gobierno informó que se había identificado a un “grupo criminal” como responsable de estas manipulaciones en las pruebas de admisión de la Anapol y de otros institutos, y que están detenidos un teniente y una abogada acusados de seis delitos.

Hasta donde se sabe, se han secuestrado 351 carpetas de postulantes que luego fueron derivadas al Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (IITCUP) para su análisis, puesto que se halló “incongruencias” en el llenado de los formularios. También se sabe que 255 pruebas escritas fueron suplantadas cuando se realizaba el examen; de tal manera que las personas que figuraban como titulares ni siquiera llegaron a realizar la evaluación. A la abogada detenida se la encontró con Bs 211.000 y $us 2.500, supuestamente fruto de los pagos por estos “servicios”.

Para mayor encono, no es la primera vez que se sabe de corrupción en el trámite de admisión de la Anapol y de otros centros de formación de oficiales y suboficiales de policía. Las denuncias se difunden año tras año en estas fechas, y aunque siempre se repiten las promesas de erradicar estas prácticas, su persistencia es clara señal de que se trata de un problema estructural en la institución del orden.

Ya se dijo antes en este mismo espacio: es difícil que los oficiales de policía cumplan su mandato de luchar contra la corrupción y el crimen si ellos mismos han cometido un delito para poder convertirse en lo que son. Si el ingreso a la Academia se da bajo el influjo de la corrupción, inevitablemente el profesional que de allí sale tendrá inclinaciones hacia la corrupción. Urge que las medidas para resolver este problema, varias veces enunciadas por las autoridades, se adopten con decisión y firmeza; pero la experiencia ya ha demostrado que en la Policía eso es particularmente difícil de lograr.