Atropellos y auxilio
Lamentablemente, a diario ocurren accidentes de tránsito, y la mayoría se producen por fallas humanas. Entre las diferentes causas se puede mencionar el exceso de velocidad, el consumo de bebidas alcohólicas o el uso del celular mientras se conduce. El más común dentro de estos accidentes es el atropello a personas y animales.
Uno de estos accidentes ocurrió en diciembre del año pasado, mi sobrina fue atropellada en la avenida Busch de la ciudad de La Paz. Cuando sintió el golpe del auto, su primera reacción, a pesar del fuerte dolor, fue levantarse y tocar la ventanilla del motorizado para reclamar el hecho al conductor, y sobre todo pedirle su ayuda.
Al abrirse la ventana, una mujer salió enfurecida y le dijo que no le hizo nada. Es más, se rió de ella y le gritó que la acusara con quien quisiera y que se tenía que ir del lugar. Y efectivamente la dejó ahí sin prestarle ningún tipo de auxilio. Luego de que esta persona la abandonara, mi sobrina fue a presentar la denuncia a Tránsito y fueron los efectivos de esa entidad policial quienes la llevaron a un hospital, donde permaneció internada por tres días, porque el golpe fue tan fuerte que incluso tuvo que usar muletas un buen tiempo.
En verdad no se puede entender este tipo de actitudes, totalmente reprochables, pues incluso por un acto de humanidad lo primero que debió haber hecho aquella mujer fue prestar auxilio y no escapar. Lo que sí hizo fue llamarla al día siguiente pidiendo “arreglar” las cosas y rogándole que retire la denuncia. Es hora de que la gente entienda la inmensa responsabilidad que implica manejar un vehículo.
Todos los ciudadanos, y en particular quienes conducen un automóvil, deberían saber que la falta de auxilio a una persona que se atropella es considerada una infracción de primer grado, según lo establece el artículo 380 del reglamento del Código Nacional de Tránsito.
Además, dispone que “por la fuga y falta de asistencia a las víctimas en caso de accidente, con inhabilitación del brevet o licencia hasta que se conozca el fallo ejecutoriado de la Justicia Ordinaria sobre la responsabilidad y pena impuesta al conductor de acuerdo al artículo 262 del Código Penal”.
Si bien es cierto que un accidente puede dejar al conductor nervioso, al punto de no saber qué hacer, es importante conservar la calma, pues el miedo puede provocar reacciones inexplicables como huir del lugar de los hechos.
Considero que lo primero que se debe hacer es cerciorarse del estado de la persona atropellada, permanecer en el lugar y solicitar los servicios de auxilio.