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Olvidos e impugnaciones

El décimo aniversario de la fundación del Estado Plurinacional puso en evidencia que la edificación del nuevo modelo estatal está signada por el olvido oficialista y la impugnación opositora. Un factor explicativo de esta situación es que, después del referéndum del 21 de febrero de 2016, el proceso político ingresó en una fase de incertidumbre que puso en debate el derrotero del proceso de cambio, una de cuyas transformaciones decisivas es la instauración del Estado Plurinacional. Esta incertidumbre se combina con reformas legales e institucionales que inciden en el esquema político vigente desde hace diez años.

Por un lado, la sentencia constitucional 0084 que dispone la reelección indefinida de las autoridades electas en todos los niveles de gobierno. Por otro, la Ley de Organizaciones Políticas (LOP) que restituye la centralidad de los partidos en el sistema de representación política. Ambos aspectos tienen consecuencias en la democracia intercultural, una de las innovaciones institucionales que definen el carácter del Estado Plurinacional.
Estos cambios institucionales son importantes pero sus efectos políticos no han sido evaluados respecto a la calidad representativa del Estado Plurinacional y los desafíos de su consolidación.

El MAS no ha desplegado de manera sistemática políticas de fortalecimiento del Estado Plurinacional. Algunas acciones simbólicas siguen la línea de la descolonización, como la emisión de nuevos billetes con figuras populares que denotan una reinterpretación del pasado, otras son ideológicas, como la aprobación de resoluciones sobre despatriarcalización en congresos de mujeres de organizaciones ligadas al MAS. Tampoco fomenta un apoyo institucional específico a las autonomías indígenas debido a que prevalece la lógica municipalista en la gestión gubernamental.

No existen señales de que estos temas reaparezcan en el discurso del MAS porque sus argumentos se enfocan en resaltar la estabilidad económica y la reducción de la pobreza. Empero, es posible que se produzca una reformulación discursiva como reacción a las propuestas de candidatos opositores que cuestionan el Estado Plurinacional y plantean su desmantelamiento.

En los últimos dos años resurgieron aquellas posturas opositoras que durante la Asamblea Constituyente rechazaron el proyecto del MAS invocando la república como antípoda del Estado Plurinacional. Asimismo ha retornado la consigna del federalismo. En ambos casos se cuestiona el Estado Plurinacional sin realizar ningún balance de sus características y negando, en consecuencia, al sujeto campesino indígena que constituye el sustrato del nuevo diseño estatal.

Entre los actores políticos que, con matices, impugnan el carácter plurinacional del Estado se destaca Carlos Mesa que relativiza la importancia del Estado Plurinacional a partir de valorar la noción de república. En una veta discursiva similar, Víctor Hugo Cárdenas plantea “la reconstrucción de la república”. Otros candidatos enarbolan el federalismo como propuesta alternativa al Estado Plurinacional. El candidato del PDC anunció un plan de gobierno que plantea “convertir a Bolivia en una República Federal”. Por su parte, Óscar Ortiz, de Demócratas, enarbola una propuesta de federalismo como profundización de las autonomías departamentales.  

En suma, el nuevo modelo estatal no es objeto de reflexión ni evaluación para proponer ajustes y modificaciones constructivas; al contrario, está minimizado en el discurso oficialista y es cuestionado por una diversidad de actores del campo opositor. Es deseable que en el proceso electoral se abra un debate sustantivo sobre el Estado Plurinacional y la democracia intercultural.

* Sociólogo. www.pieb.combo/blogs/mayorga/mayorga