Los jucus o ladrones de minerales continúan haciendo de las suyas en el cerro Posokoni, el yacimiento orureño de estaño donde opera la Empresa Minera Huanuni (EMH), afectada por estos grupos que aplican golpes millonarios, de a poco, de kilo en kilo. Un reportaje publicado por La Razón, el reciente fin de semana, revela que cada mes esta actividad ilegal sustrae de los predios otorgados a la estatal entre 20 y 27 toneladas del mineral, lo que equivale a una pérdida de hasta $us 486.000.
La anterior semana, un megaoperativo con un millar de uniformados, llevado a cabo en viviendas del pueblo y sus alrededores, halló 152 sacos con 5,6 toneladas de estaño, dos máquinas chancadoras eléctricas e insumos para procesar el mineral, equipo que también era robado. No se tuvo ningún detenido y lo decomisado fue devuelto a la compañía. Al respecto, el comandante policial departamental de Oruro, Freddy Betancourt, informó que el año pasado se envió a la cárcel a al menos 40 jucus.
En agosto de 2018, el Gobierno hizo cambios al Código Penal y adicionó entre los delitos al hurto y robo de minerales en centros mineros, con una pena de entre uno y 10 años de cárcel. Sin duda, el paraguas legal no es suficiente y, por ello, se requiere mayor control en el cerro Posokoni, más aún porque la Policía ha dejado la vigilancia en la zona tras la finalización del contrato con la EMH. Y se exigen medidas extremas para enfrentar a estos ladrones que afectan a los ingresos del Estado y también operan armados.