Establecido por el presidente francés, Jacques Chirac, el museo Quai-Branly recolecta desde 2006 colecciones etnográficas extraeuropeas, principalmente provenientes de las colecciones del laboratorio etnográfico del Museo del Hombre y del Museo de Artes de África y Oceanía, inaugurado en ocasión de la Exposición Universal de 1931.

Ubicado en pleno corazón de París, a los pies de la Torre Eiffel, el museo exhibe obras de las civilizaciones de África, Asia, Oceanía y las Américas buscando presentar las diferentes facetas de los pueblos no occidentales a través de un importante programa cultural y científico, además de un dinámico programa de investigación. La exposición permanente presenta 3.500 obras según un recorrido geográfico que permite al público explorar los cuatro continentes en un espacio museográfico abierto y completamente accesible que encauza un diálogo entre las obras y permite recorrer un camino más libre.

Diversos objetos provenientes de Bolivia se exhiben en el recorrido permanente dedicado a las Américas del Norte y del Sur, itinerario que presenta las civilizaciones desde Groenlandia hasta la Patagonia. En el recorrido encontramos objetos precolombinos, que incluyen piedras talladas de sitios arqueológicos como Tiwanaku o cerámicas pintadas, principalmente copas ceremoniales y vasos zoomorfos, que ilustran la evolución estilística de las culturas prehispánicas desde los Waris hasta los Incas. Otras vitrinas, fundamentalmente dedicadas a la antropología, presentan objetos con plumas que incluyen un gran tocado del baile de los macheteros en un excelente estado de conservación.

En el centro del recorrido hay un escaparate muy importante, totalmente dedicado a Bolivia y, más precisamente, al Carnaval. Varios trajes adquiridos hace unos años se exponen uno al lado del otro en vistosos maniquíes que presentan los personajes principales de la Diablada: las china supay, los demonios, lucifer, un ángel y un oso. Si bien la gran mayoría son trajes contemporáneos de la diablada, también están presentes algunas máscaras más antiguas que datan del siglo pasado y representan otras danzas.

Para complementar la información proporcionada por los cárteles y los textos que acompañan la exposición permanente de este periodo festivo, visitas guiadas son organizadas entre fines de febrero y principios de marzo de 2019.

Al presentar al público occidental objetos etnográficos contemporáneos como los trajes de Carnaval, el museo Quai-Branly intenta evolucionar hacia una versión más actualizada del museo etnográfico que podría representar mejor las culturas extra-europeas del siglo XXI, ello alejándose del modelo poscolonial en el que este tipo de museo suele enmarcarse. De hecho, creados a mediados del periodo colonial, los museos etnográficos europeos a menudo han sido criticados por transmitir una visión obsoleta de los pueblos no occidentales. Al resaltar piezas de gran calidad estética y completar sus colecciones con objetos contemporáneos de la cultura mestiza y de la cultura popular, el museo Quai- Branly quiere demostrar que la etnología es un área siempre vigente e importante para el conocimiento del otro.

* Historiadora del arte y documentalista.