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Pena capital suspendida

El gobernador de California, Gavin Newsom, decretó el miércoles una moratoria para la pena de muerte en aquel estado norteamericano. Si bien esta medida no implica su abolición, pues para ello hace falta que la población apruebe la eliminación de esta polémica sentencia a través de un plebiscito, en los hechos libra del “corredor de la muerte” a 737 reos condenados a la pena capital, el 25% del total que existen en EEUU.

A tiempo de anunciar esta moratoria, Newson aprovechó para recalcar que la pena de muerte es una medida “inmoral, discriminatoria, ineficaz e irreversible”, cuya aplicación, para colmo de males, se da “de forma desigual”. Al igual que California, Colorado, Oregon y Pensilvania han aplicado una moratoria similar. Por otra parte, 20 estados, de un total de 50, han decidido abolir la pena de muerte en el país del norte hasta ahora.

Se trata sin duda de una positiva tendencia, pues como bien señala el Gobernador de California, en Estados Unidos la pena de muerte recae principalmente sobre afroamericanos y varones de otras minorías, lo que pone en evidencia una clara inequidad racial y social detrás de esta figura legal. Adicionalmente, se ha comprobado ampliamente que este tipo de sanción no reduce el índice de criminalidad, como arguyen algunos de sus defensores. Y más grave aún, forma parte de sistemas de justicia represivos que están lejos de ser infalibles, y por ello su aplicación puede dar lugar a “errores” irreversibles, en los que se suprime nada menos que la vida de personas inocentes.