Gabinete especial para las niñas y mujeres
La violencia y los embarazos no deseados atentan contra el desarrollo pleno de niñas y adolescentes en el país.
El viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sesionó por vez primera el Gabinete Especial de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer y la Niñez, creado el 16 de enero por el DS 3774. Se trata de una instancia jerárquica conformada por siete ministerios, encabezada por el Presidente del Estado. Ese mismo día, el Gabinete Especial decidió impulsar una serie de medidas para la reducción de la violencia hacia las mujeres en Bolivia, pero también para la prevención del embarazo en la adolescencia; medidas anunciadas por el propio Jefe del Estado.
Como Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) venimos acompañando desde hace muchos años al Estado boliviano en la prevención del embarazo en niñas y adolescentes, destacamos y aplaudimos estas medidas, y la jerarquización en el tratamiento de las dos barreras que atentan contra el desarrollo pleno de niñas y adolescentes en el país: la violencia y los embarazos no deseados.
Bolivia es el segundo país de Sudamérica, después de Ecuador, con la tasa de fecundidad más alta en adolescentes de 15 a 19 años (71 nacimientos por cada 1.000 adolescentes). La situación es más dramática en el área rural, ya que la tasa de fecundidad llega a 109 por cada 1.000 adolescentes, la más alta de toda América Latina. Los embarazos en niñas están relacionados, en casi todos los casos, con la violencia sexual, perpetrada por familiares o amigos cercanos al entorno familiar. Una violencia sistemática, silenciosa e impune, que vulnera los derechos fundamentales de las niñas.
El embarazo en la adolescencia tiene que ver con múltiples factores, como una insuficiente educación sexual integral, que sumerge a las y los adolescentes en un mundo de desinformación en el que mandan los mitos; las falsas creencias, los miedos, las presiones; tiene que ver con las limitaciones para que puedan acceder a anticonceptivos modernos sin ser juzgados o discriminados; tiene que ver con una sociedad en la que la sexualidad todavía es un tabú.
Que el Gabinete Especial, en el que están los principales ministerios del área, haya priorizado la prevención del embarazo en adolescentes, de la mano del nuevo Servicio Plurinacional de la Mujer y la Despatriarcalización, es una señal contundente para repensar y fortalecer el diseño e implementación de políticas públicas integrales, con presupuestos garantizados, y el compromiso del más alto nivel para que Bolivia deje de ocupar los primeros lugares de la región en maternidad adolescente. La Gobernación de Pando ha marcado la ruta con el impulso de su plan departamental de prevención del embarazo en adolescentes, para dejar de ser la región con el mayor porcentaje de embarazos precoces, y se constituirá, sin duda, en un modelo a nivel nacional.
La prevención de embarazos en niñas y adolescentes requiere de acciones integrales e intersectoriales con la sociedad civil, padres de familia, educación, Justicia, entre otros. Es un proceso complejo y de largo aliento, pero es también una apuesta que, desde todo punto de vista, debemos hacer para garantizar que en Bolivia las más de 1 millón de niñas y adolescentes de 10 a 19 años tengan la oportunidad de vivir una vida plena, y que el Estado y la sociedad les garanticen el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.
Es representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Bolivia.