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Veinticuatro/tres

/ 13 de abril de 2019 / 03:59

La historia de Bolivia señala que en 193 años fueron presidentes de Bolivia cinco potosinos. El primero fue Sebastián Ágreda, en 1841; José María Linares fue el segundo, en 1857; después estuvo Tomás Frías, entre 1872 y 1873 y entre 1874 y 1876; le siguió Gregorio Pacheco, entre 1884 y 1888; y de manera interina por sucesión constitucional, Santos Ramírez Valverde, en 2006.

También ejercieron el cargo de vicepresidentes tres potosinos. José Santos Quinteros fue el segundo vicepresidente de José Gutiérrez Guerra en 1917; Enrique Baldivieso Aparicio fue el vicepresidente de Germán Busch entre 1938 y 1939; y Luis Ossio Sanjinés fue vicepresidente de Jaime Paz Zamora, en 1989.

Desde que el proceso constituyente de 2009 consolidó el nuevo Estado Plurinacional, mayores oportunidades de progreso e inclusión nacieron en Bolivia. Gracias a estas transformaciones profundas y a que la Constitución Política del Estado señala en su Art. 169 que, en ausencia parcial del presidente, vicepresidente y presidente de la Cámara de Senadores, por sucesión constitucional el cargo presidencial para el ejercicio temporal recayó en el diputado Víctor Borda Belzu, presidente de la Cámara de Diputados, convirtiéndose de esa manera en el sexto presidente potosino constitucional de Bolivia y el primero del Estado Plurinacional.

Durante el cargo de presidente en ejercicio, la agenda presidencial continuó con su ritmo normal. En la mañana del martes 9 de abril, el presidente del Estado en ejercicio se dirigió a su ciudad natal para inaugurar un proyecto de enlosetado en la zona potosina de Villa Victoria, donde los vecinos lo recibieron orgullosos. Por la noche posesionó a un nuevo comandante de la Policía Boliviana, y al día siguiente inauguró otro proyecto de enlosetado en el Distrito 14 de El Alto. Tres importantes tareas le fueron encomendadas en 24 horas.

Durante el ejercicio de la presidencia, el diputado Víctor Borda una vez más mostró la estabilidad política y el respeto al Estado de derecho que el proceso de cambio garantiza en Bolivia bajo el liderazgo del presidente Evo. Como muestra de aquello, es poco usual en nuestro medio que un presidente en ejercicio temporal nombre a una autoridad jerárquica policial, ya que en otros tiempos el hecho significaría la lealtad hacia un nuevo jefe y la transición de un nuevo orden constituido.

Por tanto, la coyuntura del proceso de cambio nos muestra a un Estado Plurinacional fuerte y consolidado, con gobernantes comprometidos y respetuosos del Estado de derecho que garantizan la estabilidad política, tal y como lo hizo el sexto presidente potosino de Bolivia.

* Analista político.

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Mayoría absoluta y gobernabilidad

Debate: ¿cómo debe expresarse el 55,1 del voto por el MAS en la gestión de la Asamblea Legislativa?

/ 11 de noviembre de 2020 / 10:08

En las elecciones generales del domingo 18 de octubre de 2020, el MAS-IPSP obtuvo la mayoría absoluta con 55,11% de votación, alcanzando 75 diputados y 21 senadores, seguido de Comunidad Ciudadana con 28,83%, logrando 39 diputados y 11 senadores, y Creemos con 14%, consiguiendo 16 diputados y 4 senadores. Por consiguiente, el MAS consolida la mayoría absoluta en el Órgano Legislativo, siendo que en la Cámara de Diputados se requieren 66 diputados del total de 130 de sus integrantes.

La representación en el contexto de la mayoría absoluta que el pueblo boliviano determinó con el voto a favor del MAS, corresponde a que el gobierno de turno tenga garantizada la gobernabilidad y la coordinación entre los órganos del poder público, y el Órgano Legislativo es un elemento central para corresponder la gestión del nuevo gobierno electo.

El periodo de los dos tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional, significó la estabilidad política del país, los consensos y disensos entre mayorías y minorías parlamentarias y grupos corporativos, además de la garantía de la designación de autoridades nacionales y la legitimidad del gobierno expresado en el voto. Sin embargo, en la actualidad los dos tercios no significa la garantía de los consensos, sino la imposición de minorías parlamentarias y el empoderamiento e imposición de sectores minoritarios, lo que implica debilitar el sistema democrático boliviano y vulnerar el derecho de las mayorías expresadas en el Parlamento y en los grupos sociales.

Por consiguiente, al presente el contexto boliviano debe estar reflejado en la Asamblea Legislativa Plurinacional a fin de garantizar la legitimidad de las autoridades electas y la gobernabilidad del nuevo gobierno electo por el pueblo boliviano. En ese sentido, la Cámara de Diputados adecuó su reglamento general a su forma y mecanismo de decisión que establece en el Artículo 105 del reglamento, que señala textualmente: “Toda materia que se discuta en la Cámara se decidirá por mayoría absoluta de votos”, siendo que esa adecuada interpretación del reglamento no altera los consensos, ni es una medida de imposición a los nuevos legisladores, manteniéndose incólume el sentido que la Constitución Política del Estado establece sobre los dos tercios para la designación o selección de autoridades nacionales o decisiones de Estado. Que nunca fue modificado.

La debida adecuación interpretativa del reglamento de los dos tercios a mayoría absoluta es algo inherente solo al funcionamiento de la Cámara de Diputados, que entre las modificaciones comprende: remitir impugnaciones contra diputados ante el Órgano Electoral Plurinacional (Artículo 19), contar con un reglamento de ética (Artículo 30), creación de Comisiones Especiales (Artículo 48), modificación el Orden del día (Artículo 76), sesiones permanentes por tiempo y materia (Artículo 91), eximir a una propuesta de su cumplimiento del trámite normal (Artículo 10), moción de cierre de debate (Artículo 104), homenajes a héroes nacionales, efemérides nacionales o departamentales (Artículo 134), realización de las interpelaciones en otro lugar que no sea la Asamblea Legislativa Plurinacional (Artículo 146) y la resolución expresa de la dispensación de la observancia de este Reglamento.

La Constitución señala que Bolivia es un Estado Social de Derecho Comunitario, Intercultural, Democrático, se funda en la pluralidad y pluralismo político, preceptos que establecen las funciones de las mayorías y minorías en el sistema democrático boliviano y garantiza la legitimidad, gobernabilidad y gobernanza del gobierno y la transversalidad como regla de conducta.

Por lo anteriormente mencionado, la adecuación del Reglamento General de la Cámara de Diputados a su forma y mecanismo de decisión no significa alterar el derecho de los consensos entre mayorías y minorías parlamentarias o desvirtuar las decisiones de selección o designación de autoridades, siendo el objetivo, al contrario, facilitar la coordinación de los órganos del poder público, la gobernabilidad y el efectivo ejercicio del buen gobierno. Provocar el desorden y desacato del imperio de la ley es volver a las imposiciones y caprichos de grupos minoritarios, lo que conlleva el quiebre de la democracia, el debilitamiento del sistema político y de representación, y el avistamiento de un escenario de tiranía de las minorías.

(*) Franz Zabaleta/Javier Rocha son abogado y politólogo

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‘Cerrar la asamblea’ también es sedición

El Legislativo otorga legitimidad a todo gobierno (Órgano Ejecutivo)

/ 6 de mayo de 2020 / 15:36

Además de cumplir con sus funciones establecidas, en la Constitución Política del Estado (CPE), la Asamblea Legislativa Plurinacional es el garante del ejercicio de los derechos, libertades de la población y la base de legitimidad del Gobierno transitorio; es necesario analizar que, al pretender clausurarla, podría convertirse en un atentado contra la democracia y la unidad del país, además de la vulneración de la seguridad interna del Estado.

Se podría calificar esta pretensión como punible, subsumiendo esta conducta como actos de sedición y traición a la patria; dicho de otro modo, es necesario conocer la historia de nuestra querida Bolivia, antes que perder nuestra democracia que hoy en día está siendo menoscabada por ciertos sectores de la población que desconocen la verdadera esencia de vida en un Estado de derecho en avanzada.

Hoy se cuenta con un conjunto de instituciones, normas y procedimientos que fortalecen el sistema democrático boliviano, siendo como principal institución la Asamblea Legislativa Plurinacional, que se constituye en la depositaria de la voluntad y la soberanía del pueblo para un gobierno inclusivo y tolerante en una democracia legitima, cuando se caracteriza por tener un valor universal en la coyuntura actual.

La Asamblea Legislativa Plurinacional, como institución central de la democracia tiene como responsabilidad conciliar las demandas y garantizar la certidumbre a las expectativas que presentan los grupos o colectividades a través de los mecanismos del diálogo y conciliación; asimismo, el Parlamento tiene como facultad la emisión o adecuación de las leyes de la sociedad; como primer órgano del poder público, está encargado de supervisar y fiscalizar las acciones gubernamentales de las instituciones y entidades públicas con el propósito de que las autoridades del Órgano Ejecutivo rindan cuentas al pueblo boliviano y la fiscalización del quehacer en el manejo de la cosa pública de los demás órganos del Estado.

La Asamblea Legislativa Plurinacional hoy en día tiene como fin mantener vigente el régimen democrático plural y transversal, los derechos y libertades establecidas en la Constitución, importantes para el normal desarrollo de la vida de la población en el territorio boliviano; del mismo modo, el Parlamento otorga y garantiza la legitimidad de todo gobierno.

En la coyuntura actual, el Gobierno transitorio tiene su origen en el Órgano Legislativo y no en el voto directo de la población; por consiguiente, el cierre del Parlamento implicaría cesar las funciones del Gobierno transitorio en el Órgano Ejecutivo ipso facto.

En ese sentido, se afectaría la continuidad de 37 años de democracia en el país, dejando al margen la vigencia de los derechos y libertades de las personas y transitar de un régimen democrático a uno de gobierno autoritario, concentrando el poder en un solo órgano fáctico, contraviniendo el artículo 12 de la Constitución (de la organización del poder público en los cuatro órganos: Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral), así como los tratados y convenciones internacionales.

Hoy en día la Asamblea Legislativa Plurinacional es el valor universal que garantiza la paz social y legitima al gobierno transitorio, siendo importante reflexionar que el cierre del Parlamento es depreciar el valor universal que tenemos y perder la libertad e identidad de la Patria es desmerecer la lucha de los líderes nacionales que ofrendaron su vida por vivir en democracia. En un Estado boliviano que no acaba de ser construido como nación.

Franz Zabaleta / Javier Rocha son abogado y politólogo

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