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Indicios programáticos

Si bien los partidos políticos y alianzas que competirán en las elecciones de octubre tienen todavía más de tres meses para presentar sus programas de gobierno, van en aumento las declaraciones de candidatos que expresan indicios y posicionamientos programáticos, en especial acerca de algunas políticas públicas. En general, hay importantes continuidades; y también omisiones.

La normativa establece que, como requisito para postular candidaturas, las organizaciones políticas deben presentar un “compromiso de acción de gobierno”. Es una actividad del calendario electoral. Es práctica común que, salvo meritorias excepciones, dichos programas sean declarativos, para cumplir la formalidad. Es evidente también que tales documentos son poco difundidos, mal debatidos y raramente leídos. Y a la hora de votar, el candidato y el partido suelen pesar más que la oferta programática.

¿Cuáles son las señales en relación a los comicios del 20 de octubre? En el oficialismo está claro que el programa de gobierno asume una línea de continuidad en el horizonte de la Agenda Patriótica 2025, que no es nueva. Se vislumbran también otros retos de largo plazo. El mensaje programático, pues, es de estabilidad con profundización y enmienda. Como banderas concretas, por ahora, desde la gestión de gobierno, están el Sistema Único de Salud (SUS), varios megaproyectos, el empleo juvenil, la lucha contra la pobreza…

En el campo de la oposición, con ocho candidaturas, el menú programático es más surtido, a veces contradictorio. Si bien en elecciones el discurso tiende a la polarización, los indicios expuestos por los principales candidatos muestran más continuidades que rupturas. Así, con matices y sellos propios, ningún opositor fuerte abraza abiertamente el retorno al neoliberalismo. Tampoco piensa revertir medidas de política social, como los bonos. E incluso uno acaba de asegurar que mantendrá el doble aguinaldo.

Donde hay alguna diferencia es respecto al modelo de Estado plurinacional y autonómico establecido en la Constitución Política, aunque más bien parece tratarse de confusión y variaciones. Algunos opositores, sin negar los derechos indígenas, oponen plurinacionalidad con República y democracia, como si fueran excluyentes. Están engañados. En cuanto a las autonomías, unos quieren profundizarlas, otros federalizarlas, y uno habla de federalismo. Nadie por cierto avala hoy un Estado centralista.

¿Y las omisiones? Las cuestiones a debatir son múltiples. No hay posicionamientos claros, por ejemplo, sobre el Estado laico, más allá del respeto a las espiritualidades. Las declaraciones sobre temas como el aborto y el matrimonio igualitario son periféricas. Ningún candidato se ha ocupado de manera clara sobre política cambiaria. Y no hay nada específico todavía en materia de seguridad ciudadana. Habrá que esperar que todo ello, entre varios otros temas, esté contemplado en los programas de gobierno.