El miércoles pasado, la OMS difundió un comunicado en el que alerta sobre los riesgos del uso indiscriminado de las pantallas, que pueden ser particularmente nocivos entre los niños. Y es que además de problemas visuales, los especialistas alertan que pasar muchas horas detrás de una pantalla (ora para ver televisión, jugar videojuegos o consultar los celulares) puede mermar la capacidad de concentración de los niños y adolescentes, repercutiendo negativamente en su desempeño académico. Por otro lado, las nuevas tecnologías están alejando a los niños de las actividades físicas al aire libre, además de restarles horas de sueño.
Por estas y otras razones, la OMS recomienda no exponer a los bebés de menos de un año a ningún tipo de pantalla electrónica. Entretanto, los niños entre dos y cinco años no deberían pasar más de una hora de “tiempo de pantalla sedentaria” por día. Asimismo, los expertos sugieren contrarrestar el atractivo de las nuevas tecnologías con actividades recreativas al aire libre que sean del agrado de los niños y adolescentes; y asegurarse de que duerman al menos ocho horas sin interrupción. Pues constituyen prácticas esenciales para “desarrollar buenos hábitos de por vida y prevenir la obesidad y otras enfermedades en el futuro”.
Se trata sin duda de importantes recomendaciones que no debieran pasar desapercibidas no solamente entre los padres y madres de familia, sino también entre las autoridades, ya que el obviarlas puede poner en riesgo la salud y el bienestar de la población en general y el de las futuras generaciones en particular.