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Radares contra el contrabando

Propios y extraños reconocen al contrabando como una de las problemáticas más dañinas para el país. Pues no solo se trata de una competencia desleal de productos que afecta la producción nacional y el comercio legal. También contribuye a fortalecer el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas como el narcotráfico, a tiempo de promover organizaciones criminales dispuestas a cometer una serie de arbitrariedades con tal de preservar la buena salud de sus negocios.

Por ello, cualquier medida orientada a combatir el contrabando debe ser bienvenida, como la instalación de radares en la frontera, cuya factibilidad está siendo analizada.

Sin embargo, huelga insistir en la necesidad de adoptar no solo medidas coercitivas, sino también políticas para contrarrestar los factores que incentivan el contrabando.

Por caso, se debería analizar la pertinencia de reducir los elevados aranceles que rigen para la importación de ciertos productos como los automóviles, en torno al 50% de su valor, uno de los porcentajes más altos del mundo. Asimismo, urgen medidas para disminuir las trabas legales que dificultan el ingreso de productos al país. Por ejemplo, la presentación de documentos originales y fotocopias en papel, pese a que la Aduana podría obtener esta información de manera digitalizada.

Hablamos de factores que hacen que el contrabando sea una opción no solo más rentable, sino también mucho más sencilla que la importación legal para una gran cantidad de bienes. Además, se ha evidenciado que entre más pasos burocráticos innecesarios existan, la corrupción también es mayor.