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Sunday 8 Dec 2024 | Actualizado a 02:07 AM

Tráfico de fármacos: mercaderes de la muerte

Los fármacos adulterados, fabricados en un 90% en India y en China, causan 116.000 muertes al año solo en el África.

/ 3 de mayo de 2019 / 23:55

Últimamente se ha puesto en evidencia el alcance del flagelo sanitario más grave de nuestro tiempo: el comercio de fármacos falsificados, cuyo tenebroso efecto es la muerte de centenas de miles de personas. El Instituto de Seguridad Farmacéutica (PSI) estima que esta actividad ilícita mueve aproximadamente $us 200.000 millones al año, o sea, el 20% del comercio mundial del sector.

Los fármacos adulterados, ya sea que se trate de moléculas originadoras o genéricas, son fabricados en un 90% en India o en China. Su radio de acción cubre desde costosas medicinas para combatir el cáncer hasta banales calmantes, pasando por la muy solicitada Viagra, que son vendidos a bajo precio. Maléfica tarea cuyo rendimiento mercantil es 10 o 20 veces superior a similares trasiegos de cigarrillos, heroína o cocaína.

El Instituto Internacional de Investigación Antifalsificación de Medicamentos (IRACM) afirma que una inversión de $us 1.000 en este rubro rinde hasta $us 500.000 de beneficio. Este fenómeno mundial, que hace pocos días se detectó también en Bolivia en gran escala, es una clara muestra de la alerta lanzada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), respecto a que los países periféricos son los más afectados, por cuanto concentran del 30% al 60% de ese nefario mercado. En estas naciones, una de cada 10 medicaciones es de inferior calidad o simplemente es falsificada, porcentaje que en África trepa a siete de cada 10.

Y para colmo de males, estos productos no solo se expenden en los puestos callejeros, también han sido detectados en farmacias autorizadas y hasta en hospitales. Ni siquiera en Estados Unidos se ha podido controlar totalmente ese crimen. De acuerdo con el PSI, en el país del norte tan solo en 2017 se han registrado 1.677 incidentes de este tipo. El florecimiento de ese tráfico prospera en gran medida gracias a internet, cuyas ofertas en línea han acarreado el año pasado, según Interpol, el cierre de 3.671 sitios web, el arresto de 859 individuos y la confiscación de 500 toneladas de medicinas ilícitas.

Los infames falsificadores no tienen escrúpulos para jugar con la vida de los consumidores. Sus obleas desprovistas de moléculas activas o insuficientes cantidades contienen a veces sustancias tóxicas o almidón de maíz, de papas o simple yeso. Y los ingenuos pacientes ingieren esas píldoras sin percatarse que no pueden prevenir ni tratar la enfermedad que padecen, alerta la OMS.

Con ello, la patología que sufren se agrava e impulsa el número de fallecimientos, sin contar los costos onerosos para las familias y los servicios de salud pública. Para que el lector tome nota de la envergadura de esta catástrofe planetaria, amerita citar que estos fármacos falsificados causan 116.000 muertes en el África cada año. La Universidad de Edimburgo añade que de 72.000 a 169.000 niños menores de cinco años fallecen cada año como consecuencia de la utilización de antibióticos falsos.

En 2016 se comprobó que el 55% de los medicamentos falsificados o adulterados provenían de China, cuyo mercado interno incluso confrontó varios escándalos por la leche infantil contaminada y las vacunas inoperantes contra la difteria, el tétanos y la poliomielitis. Cuando la alarma roja ha sido lanzada en Europa contra la producción farmacéutica china e india, asombra que en Bolivia se gestione la implantación de firmas de esa procedencia, apuntadas como de alto peligro.

Todas las informaciones señaladas anteriormente y la reciente ocupación de depósitos clandestinos de fármacos falsos detectados en La Paz deberían servir de antecedente para considerar este tipo de tráfico en la categoría de asesinato premeditado contra la salud del pueblo, pues la incertidumbre acerca de la legitimidad de un fármaco hoy en día se torna dramática. Por otra parte, la proliferación de farmacias en nuestro medio se explica, justamente, a que el débil o ningún control científico existente permiten que ese mercadeo de la muerte sea mucho más rentable incluso que el narcotráfico o el mero contrabando de artículos de consumo doméstico.

* Doctor en Ciencias Políticas y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar de Francia

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La era de Trump

/ 23 de noviembre de 2024 / 06:00

Aunque su inauguración recién será el 20 de enero de 2025, el 47 presidente Donald Trump ha comenzado a impulsar un violento terremoto tanto dentro de su país como en el resto del planeta. Su arrolladora victoria le ofrece en bandeja de plata un poder omnímodo para dirigir Estados Unidos de 2025 a 2028 sin contrapoder alguno, pues los republicanos controlan el Senado, el Congreso y la mayoría de los nueve jueces de la Corte Suprema de Justicia.

Con ese esquema podrá poner en ejecución no solo todas sus promesas electorales, sino también medidas que se le ocurran en su impredecible mentalidad y su conocido cambiante humor, como revelan las declaraciones de sus cercanos colaboradores que en su primer periodo sufrieron los embates de su carácter hasta ser despedidos y convertirse —ahora— en sus peores enemigos. Por ello, para adelantar prognosis acerca de su fresco periodo electivo, es de vital importancia registrar a quienes figuran ya en su entorno.

En la primera fila brilla el multimillonario Elon Musk (53), a quien Trump, además de agradecerle su copiosa contribución al fondo preelectoral, le debe también su valioso aporte con decisivas iniciativas en el área de la comunicación para seducir a los sectores indecisos y conquistar comunidades enteras como los latinos y los afroamericanos.

Su nombramiento como jefe del proyectado Departamento de Eficiencia Gubernamental pone a sus pies la totalidad de la administración pública cuyos puestos podrá modificar o suprimir. Pero ya, desde hoy en día, sus sugerencias para cargos claves en el gobierno han sido escuchadas por Trump e incluyen a varios empleados de sus empresas y de sus colegas del conglomerado tecnológico de Silicón Valley.

Por cierto, Elon Musk pasa gran parte de su tiempo en la residencia trumpista de Mar-a-lago, convertido casi en un familiar más del presidente. Importante para el ámbito latinoamericano es la designación del senador por Florida Marco Rubio (53) como secretario de Estado, pues su ascendencia cubana influirá sin duda en capitales determinaciones en lo que concierne la relación con países dictatoriales como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Sus opiniones vertidas entonces como senador hacen presumir que la prioridad en su línea de mira será liquidar el espinoso caso venezolano. En cambio, las tareas pendientes de la política externa como la guerra rusoucrania, el enfrentamiento competitivo con China, la contención nuclear para Irán y el embrollado conflicto de Israel en el Medio Oriente, son carpetas que serán tratadas a alto nivel por el propio Trump, quedando para Rubio el ortodoxo seguimiento.

En este último punto se espera que el presidente electo presione al nefasto Bibi Netanyahu para un alto al fuego que ponga fin al feroz genocidio en Gaza.

Otros anunciados nombramientos despertaron opiniones controvertidas, como la mención de Robert Kennedy Jr. como secretario de Sanidad, dada su publicitada aversión a las vacunas que las considera moneda de corrupción de las grandes usinas farmacéuticas.

Sin duda, que la expulsión masiva de los inmigrantes ilegales que fue el principal tema de la campaña electoral tendrá que reconsiderarse a fondo por el alto costo financiero que implica y las dificultades logísticas que se prevén. Sin embargo, la delicada misión ha sido confiada a Tom Homan, reputado halcón partidario de la tolerancia cero.

Se confía que hasta el 20 de enero próximo se afine el equipo que acompañará a Donald Trump en su intento imperial de forjar su aspiración de llegar a MAGA, o sea, “hacer de América grande otra vez”.

*Carlos Antonio Carrasco es doctor en Ciencias Políticas y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar de Francia.

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El día después

/ 9 de noviembre de 2024 / 06:01

El resultado del sufragio del 5 de noviembre es fruto de las campañas electorales más reñidas de la historia, donde el ciudadano no podía discernir con claridad el programa de gobierno de los candidatos por ser éstos inexistentes. En ambos bandos se impuso el tono agresivo y la multiplicidad de adjetivos para descalificar al adversario fue feroz, destacándose, por ejemplo, evaluar a Trump como peligroso para la supervivencia misma de la democracia, citando para ello opiniones negativas que brindaron varios colaboradores suyos durante su primer mandato (“Quisiera yo contar con generales como los de Hitler”, habría trinado el presidente) .Y, en la acera del frente, su rival se sorprendía que Harris se hubiese ofrecido un día libre durante su campaña. “Faltando tan poco tiempo para las elecciones, es muy curiosa su decisión podría ser que ayer se pasó de tragos o quizá se drogó, en fin, yo no sé”, declaró el republicano.

Anteriormente, Trump después de haber vencido tres intentos de magnicidio, comentó paladinamente estar protegido por la mano de Dios, reprochando el aparente agnosticismo de su contrincante, a la que también atribuyó un bajo coeficiente intelectual.

Notorio perdedor en el único debate frente a frente, se negó firmemente a repetir el ejercicio quedando como su promesa electoral más recurrente el frenar duramente la inmigración ilegal. En cambio, Harris tuvo en su radical posición frente a la libertad de abortar, su tema más apreciado de campaña que cautivó según las encuestas el 58% del voto femenino.

En aquella pelea sin límite, donde todo valía, desde la lotería de un millón de dólares cada día por un voto en Pensilvania ofrecido por el multimillonario trumpista Elon Musk, injerencias extranjeras en las guerrillas cibernéticas libradas en las redes sociales.

Entretanto, la prensa foránea en sus versiones escritas y televisivas durante todo el mes de octubre abría página ocupándose del vaivén de las encuestas que se movían nerviosamente día a día. Igualmente, las cancillerías en todos los continentes seguían de cerca las declaraciones de uno y otro candidato acerca de los problemas de la política externa.

Las conjeturas fluctuaban y los cálculos oportunistas apostando al ganador también. Los visitantes a la Casa Blanca o al Congreso en Washington no faltaban pasar a saludar al republicano que los recibía displicentemente.

El mundo todo estuvo al vilo, consciente de que ese resultado electoral no solamente alteraría el panorama interior de Estados Unidos; la jornada más importante no fue el 5 de noviembre, si no el día después…

Trump, como ganador indiscutible, es garante de la paz mundial por su “real politik” frente a Rusia y China.

*Carlos Antonio Carrasco es doctor en Ciencias Políticas y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar de Francia.

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Chávez: de frente y de perfil

/ 26 de octubre de 2024 / 06:00

El 17 de octubre, en Miami, el Interamerican Institute for Democracy —que dirige nuestro compatriota Carlos Sánchez Berzaín— presentó en solemne acto académico el libro CHÁVEZ DE FRENTE Y DE PERFIL, cuya autora, la exembajadora Virginia Contreras, me pidió que escribiera el prólogo, tarea que acepté complacido por haber tratado con aquel exmandatario venezolano en cuatro diferentes ocasiones en el marco del trajín diplomático. Figura, en verdad, enigmática que Contreras retrata con cercana familiaridad por haber sido primero juez imputador, luego abogada defensora y finalmente su embajadora ante la OEA, en Washington, donde actualmente reside como consultora internacional.

Los sucesivos discursos en el acto aludido me mueven a volver sobre la necesidad de una evaluación más objetiva de aquel personaje que trascendió del dominio de su propio país hacia la región latinoamericana y la cuenca del Caribe, extendiendo la ideología bolivariana y su modalidad autocrática a ciertos países donde su sombra sobrevivió a su temprana muerte. Para ello, complemento indispensable para la autopsia de ese carismático militar es indudablemente su autobiografía MI PRIMERA VIDA escrita en dúplex con el escritor gallego Ignacio Ramonet, cuya traducción al francés contenida en 715 páginas la devoré con fruición por los detalles meticulosos que cuenta Chávez desde su niñez paupérrima, su azaroso paso por la academia militar hasta su incursión activa en la política nacional como golpista fracasado primero (donde conoce a Virginia Contreras) hasta convertirse en el hombre providencial de un singular momento histórico. En cada una de las conversaciones registradas por Ramonet, en la autobiografía, estas van seguidas de pie de página con rigor verificativo. Esta particularidad desmiente algunas percepciones equivocadas de sus detractores acerca de su genuina personalidad, por ejemplo, sobre su formación intelectual o su integridad moral.

Gran error comparar al líder con su heredero Nicolás Maduro, quien, aparte de la tentación totalitaria de su mentor, carece del talento político, la ductilidad estratégica y el cinismo pragmático. En líneas zoológicas, se diría que éste tiene la fortaleza torpe del elefante y aquel la elegante astucia de jaguar. Además, uno disponía del maná petrolero y el otro tiene que batallar contra los embargos y el repudio universal que despierta su gestión.

Por tantas razones, las obras de Contreras y de Ramonet son indispensables para comprender a cabalidad a aquel agente de la historia, llamado Hugo Chávez Frías.

Carlos Antonio Carrasco es doctor en Ciencias Políticas y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar de Francia.

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Discursos presidenciales

/ 12 de octubre de 2024 / 00:03

Tener la paciencia de escuchar a la flamante presidenta de México, la sexagenaria Claudia Sheinbaum en su entronización del 1 de octubre pasado, me inspiró para criticar a sus homólogos en sus oratorias en la reciente Asamblea General de Naciones Unidas. Ninguno como ella para alabar a su predecesor López Obrador, con la fricción parecida a un masaje prostático y luego curiosamente cantar trinos a México de superlativo nacionalismo en aquella judía exguerrillera del M19 colombiano.

En cambio, Bernardo Arévalo heredó de su padre, un expresidente guatemalteco, sus dotes oratorias para clamar mayor cooperación internacional como también lo hizo el panameño José Rafael Mulino, quien fustigó acremente a la dictadura venezolana por sus vómitos migratorios que precipitan a miles de sus desesperados compatriotas a arriesgar sus vidas atravesando la selva del Darién para llegar al sueño americano, provocando una carga financiera y logística que escapa a los límites de su país. Mientras el mandatario chileno Gabriel Boric también criticó al autócrata de Caracas por el fraude electoral, la hondureña Xiomara Castro, que heredó su cargo cual un bien ganancial de su marido, no ahorró elogios para las satrapías imperantes en América Latina. En cuanto estilo retórico, sin superar al colombiano Gustavo Petro, el paraguayo Santiago Peña reveló sus mejores galas. El primero, con su terca posición de solidaridad con el pueblo palestino que sufre en Gaza bajo el fuego genocida, y el segundo, evadiendo ese tema de palpitante actualidad. Quien entretuvo al auditorio por su singular estampa física paralela a su discurso de radical defensa del capitalismo puro y duro, su adhesión al sionismo israelí y su ignorancia del objetivo de Naciones Unidas fue el argentino Javier Milei. También desde la derecha, pero usando su habilidad retórica para justificar su lucha frontal y letal que lleva a cabo su gobierno contra la criminalidad de las pandillas callejeras que antes de su mandato asolaban su pequeña nación, fue el salvadoreño Nayib Bukele.

Triste papel le correspondió al canciller venezolano Yván Gil de representar a su jefe Nicolás Maduro quien, pese a su pregonado coraje, no se arriesgó a llegar a Nueva York por temor a ser arrestado por mandato de la Corte Penal Internacional que le reprocha crímenes contra la humanidad.

Lejos de la región latinoamericana, cuando fue anunciado el primer ministro de Israel, Benjamin Natanyahu, los diplomáticos comenzaron a abandonar la sala, dejándola prácticamente vacía. Imagen viva del repudio universal que provoca la recurrente masacre de palestinos tanto en Gaza como en Transjordania (y ahora en Líbano).

En resumen, todos los recientemente pronunciados discursos presidenciales difícilmente pasaran a la historia como piezas oratorias a conservar.

Carlos Antonio Carrasco es doctor en Ciencias Políticas y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar de Francia

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El Mariscal Tito en Bolivia

/ 28 de septiembre de 2024 / 06:00

En su segunda presidencia, el doctor Victor Paz Estenssoro había adherido a Bolivia con entusiasmo al Movimiento de Países No Alineados (NOAL), originado en la ya histórica Conferencia de Bandung (1955), y en esa tónica invitó al Mariscal Joseph Broz Tito (1892-1980) a visitarlo en la ciudad de Cochabamba. Para preparar su estadía, arribó de Belgrado una misión de avanzada, encabezada por el ministro de la presidencia, señor Zrnobrania (Z) quien ofició de mi contraparte, como Director General de Ceremonial del Estado. Para hospedar a Tito contratamos una bella residencia particular y, al mostrar a Z la alcoba destinada al Mariscal, éste me dijo en confidencia: “Necesitamos una igual para su esposa, porque ellos no comparten dormitorio”. No fue difícil complacer el requerimiento. Lo que sí complicó la distribución habitacional fue la insinuación de acomodar al edecán personal de la primera dama en una pieza contigua. Esos detalles avivaron mi curiosidad de conocer y elaborar mi propia evaluación acerca de tan exigente señora. Apenas la vi, adiviné la fuerza de su carácter: Jovanka Budisavljevik, a sus cuarenta años, era una morena alta, de largos cabellos negros, ojos grandes y soñadores, de líneas corporales redondas, “pulposas” (como dirían los morfólogos franceses). Los pasos firmes y seguros en su caminar, delataban su pasado guerrillero en las montañas balcánicas, donde conoció y acompañó a Tito en su agitada marcha hacia el poder.

En sus días cochabambinos, Tito gran madrugador estaba de pie a las seis de la mañana, recto como un poste, impecablemente vestido con uno de sus seis trajes de mohair, todos del mismo color y tonalidad: verde petróleo. No reía nunca y su aire serio inspiraba respeto. El médico personal de nuestro Palacio, lo revisaba con esmero de pediatra, luego acudía yo, a ponerme a la orden y respondía en alemán sus preguntas puntuales de carácter geográfico o demográfico y, a partir de las siete, Tito tomaba el café matinal con sus colaboradores quienes, cargados de carpetas se le aproximaban con rigor casi religioso.

Al término de la visita de varios días, el canciller Kocha Popovich, famoso guerrillero republicano durante la guerra civil española y partisano después contra la ocupación nazi, condecoró a las autoridades bolivianas, dotándome de sus manos la Orden de la Bandera Roja, máxima presea de esa legendaria Yugoslavia, hoy partida en siete repúblicas independientes.

Tito presidió la federación yugoslava, con mano de hierro, desde 1953 hasta el fallo cardíaco que, a sus 88 años, le provocó la muerte el 4 de mayo de 1980.

Carlos Antonio Carrasco es doctor en Ciencias Políticas y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar de Francia.

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