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Entre Ruanda y Bélgica

Congo, Burundi y Ruanda fueron colonias de Bélgica desde inicios del siglo XX hasta los años 60. En ese tiempo cerca de 18 millones de originarios fueron asesinados en nombre del rey belga, a fin de cumplir con las cuotas de caucho para beneficio de los colonizadores y la desgracia de quienes eran dueños de las riquezas naturales. Esclavizados, sometidos a la barbarie de los “civilizados”, desde el principio intuyeron que su destino no sería de bonanza ni tranquilidad. Dos hechos ocurridos en abril confirman esta sentencia, la conmemoración de los 25 años de la masacre de Ruanda y el pedido de perdón del primer ministro de Bélgica, Charles Michel, por el secuestro y maltrato de miles de niños mestizos de sus colonias en el siglo pasado.

Sobre el primer hecho, la masacre de hace 25 años en Ruanda, podemos decir con indignación que el mundo poco conoció, poco supo y muy poco hizo para evitar que 800.000 personas fueran asesinadas en 100 días. Todo comenzó con el asesinato del presidente ruandés, Juvénal Habyarimana, perteneciente a la etnia hutu, rival de los tutsi, a quienes atribuyeron la muerte del Mandatario. El enfrentamiento entre estas etnias tiene su origen en los rasgos más occidentales de los tutsi, lo que los asemeja a los colonizadores, causantes de sus desgracias. Cuando el mundo se enteró de lo ocurrido, todo fue atribuido al salvajismo y la ignorancia que se vive en el continente africano, tan lejos del orden y el adelanto del continente europeo.

El segundo hecho, el pedido de disculpas del Primer Ministro belga, está dirigido a los cerca de 20.000 niños que secuestraron del Congo, Ruanda y Burundi, hijos de colonizadores y mujeres negras que fueron enviados a Bélgica. Esos niños fueron arrebatados de sus madres africanas sin haber sido reconocidos por sus padres; por tanto, en Bélgica no eran ni africanos puros para considerarlos esclavos ni europeos, por lo que se les prohibió mezclarse con blancos o negros, y terminaron siendo apátridas, viviendo en orfanatos sin ningún lazo familiar sobre la tierra.

¿Cuánto sabemos de África? ¿Cuánto de su historia pasada? ¿Cuánto de su presente? Los africanos deberían ser nuestros aliados por haber vivido el peso de la colonización que aún se siente en todos los aspectos de la vida de nuestros pueblos; pero nos ignoramos entre iguales. De África solo sabemos que está habitado con una población pobre y negra. También sabemos que hay elefantes, leones y cebras, entre otros animales, pero poco sabemos de sus luchas de independencia, de sus verdaderas necesidades insatisfechas, y casi nunca pensamos que su pobreza proviene del saqueo de sus riquezas y el sometimiento de su población a la esclavitud y la falta de trato humano. 

* Periodista.