La ‘matria’
Es tiempo de que las mujeres cuestionemos el origen patriarcal y machista de la patria.

Si los hermanos hablan de la patria Bolivia y la aman, yo afirmo que las mujeres podemos hablar de la matria Bolivia y amarla. Esa matria que nos cobija y nos quiere, aunque nos saquemos la entretela, lanzándonos como proyectiles de largo alcance, envidias, insultos, competiciones, egocentrismos, racismos y machismos. A pesar de que no nos llevamos bien, es nuestra matria, nos contiene, nos llama con esa mezcla de paisajes, olores e historias de luchas que nos constituyen y nos dan identidad política, que nos posicionan en el mundo y ante el mundo.
La matria Bolivia trae una memoria; y con esa memoria hemos empezado a reconstruirla, con hombres y mujeres del pueblo boliviano, desde el proceso de cambios abierto en octubre de 2003. Esta matria nuestra tiene un útero pródigo que engendra nuestros sueños, y si sabemos alimentarla y cuidarla, va a parir esperanzas y futuros. Por eso es tan importante entender el momento histórico que vivimos.
Se ha lanzado la campaña en Chimoré y estamos todas y todos quienes creemos que Evo es para estas elecciones de octubre el candidato que puede continuar apoyando el camino abierto por las organizaciones sociales, para reconstruir la matria que haga posible vivir la vida y diseñar el Vivir bien de mujeres y hombres de los pueblos del mundo y de la madre y hermana naturaleza.
Hoy es esa matria la que nos convoca a las mujeres a pensarnos, a creer en nosotras como la mitad constitutiva y constituyente de Bolivia. Es tiempo de que las mujeres cuestionemos el origen patriarcal y machista de la patria; para que puedan ser padre y madre —matria y patria— que de igual a igual y en reciprocidad constituyan Bolivia, y que entre el 2020 y el 2025 podamos, como mujeres, afirmar nuestra presencia, nuestras vidas y el derecho que tenemos a vivir sin violencia; pero también al dinero, a los recursos y las riquezas de nuestra Bolivia.
Se han sentado bases muy importantes al mejorar las condiciones básicas de la vida, como el acceso al agua potable, gas, transporte, etc.; también en las normas y leyes. Sin embargo, parece ser que, para la política, las mujeres pueden esperar. Somos nosotras mismas las que haremos posible las revoluciones que faltan. Por eso ponemos a nuestro hermano Evo Morales como presidente, dentro de las reglas de la democracia burguesa, para el 2020- 2025. Pero aseveramos que a la Agenda del Bicentenario le faltan las mujeres, quienes somos la mitad de cada pueblo. ¡Viva la matria!
* Feminista comunitaria.