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Cacao boliviano

Seis muestras de cacao boliviano participarán en octubre y noviembre próximos en el Salón Internacional del Chocolate, en París, evento que supone una de las cumbres del sofisticado mercado del cacao y sus derivados. El grano amazónico de Bolivia tiene grandes perspectivas de quedar entre los mejores del mundo, lo cual incidiría en la calidad de vida de quienes lo cultivan y cosechan.

Lejos está Bolivia del récord de 2009, cuando los productores exportaron 3.409 toneladas de cacao y sus derivados; pero también del peor año hasta ahora, 2014, cuando llegaron a los mercados internacionales apenas 93,2 toneladas del delicioso alimento. En 2018 las exportaciones sumaron 256 toneladas. Las semillas que participarán del evento en la capital francesa provienen de San Ignacio de Moxos y Baures, en Beni; de Teoponte, en La Paz; del Chapare, en Cochabamba, y uno de Santa Cruz.

Es tan evidente la importancia del cultivo de cacao que actores nacionales, departamentales y locales, además de ONG, ejecutan diversas acciones orientadas a mejorar la calidad del producto. Sin embargo, propios y extraños coinciden en que el principal obstáculo está en la falta de información exacta sobre la cantidad de cultivos del fruto en Bolivia, así como del número de productores. Según el Instituto Nacional de Estadística, en Bolivia hay 14.884 hectáreas de cacao, pero de acuerdo con estimaciones de la Asociación Beniana de Productores y Recolectores de Cacao (ABP), solo en Beni hay al menos 200.000 hectáreas.

En parte, la discrepancia podría explicarse por el hecho de que mucho del cacao boliviano es silvestre, por lo que no se puede señalar con exactitud la superficie ocupada por la planta, que solo necesita que alguien recolecte periódicamente sus frutos. Aun así, no deja de ser urgente tecnificar la producción e industrialización del cacao, así como mejorar su acceso a los mercados internacionales a través de mecanismos efectivos de promoción del producto y sus derivados.

Para tal efecto, la Gobernación de Beni tiene previsto disponer de un fondo de Bs 10 millones para la próxima década, el cual apoyará acciones en los ámbitos de sanidad vegetal, nuevos cultivos, genética, incremento de la producción, promoción y comercialización. A su vez, el Ministerio de Desarrollo Rural dispondrá de Bs 250 millones para similares propósitos a lo largo de un lustro.

Al margen de los resultados de la nueva participación de Bolivia en el Salón Internacional del Chocolate, es evidente que el país tiene un gran potencial para incrementar su oferta de cacao, tanto cultivado como silvestre. La combinación de esfuerzos de los sectores público y privado, como está sucediendo en otros cultivos estratégicos, puede dar muy buenos resultados, tanto en la mejora de la oferta como en las condiciones en que los productores acceden al mercado, que es, probablemente, el punto más débil de similares emprendimientos.