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Feminicidios

La situación no es menos que trágica: en lo que va del año 56 mujeres han sido asesinadas por cuestiones de género y por haberse cruzado con algún hombre incapaz de controlar su instinto asesino; en la mayoría de los casos el agresor era pareja de la asesinada. Luego de muchos meses desde la primera vez que se propuso la idea, el Gobierno piensa en declarar alerta nacional.

Periódicamente, las modalidades empleadas para estafar en internet se renuevan, pues las antiguas pierden eficacia luego de que la gente cae en cuenta sobre su funcionamiento. Empero, si bien las formas cambian, su esencia se mantiene. Por ejemplo, según alerta una nota publicada el domingo en este diario, en los últimos meses se ha extendido un tipo de fraude conocido como phishing, que consiste en utilizar diversos métodos para recabar información sensible, como el número de cuentas bancarias o datos sobre tarjetas de crédito o débito.

Para tal efecto, los ciberdelincuentes crean páginas falsas para la venta de productos online o envían correos electrónicos solicitando datos personales. Por ejemplo, procuran redirigir a los usuarios hacia portales fraudulentos de instituciones financieras, solicitando la actualización de los datos para supuestamente proteger las cuentas. O bien, ofrecen formar parte de bases de datos de negocios internacionales para dar a conocer “gratuitamente” los emprendimientos a nivel mundial. A cambio “solo” piden información clave.

Si logran su cometido, los crackers utilizan las tarjetas o vacían las cuentas bancarias. O en su defecto, tratan de extorsionar a los internautas con esta información; amenazándolos por ejemplo con difundir videos en los que supuestamente se los ve consultando páginas pornográficas a menos que les envíen criptomonedas. Por ello, no sobra insistir en la necesidad de difundir campañas educativas para que la población sepa cómo evitar caer presa de los castillos de arena que circulan en el ciberespacio.