¿Le suena Megan Rapinoe?
Hasta el mundial de varones es ‘el Mundial’; y el de mujeres, el ‘Mundial Femenino’

No voy a ir a la puta Casa Blanca”. Irreverente, cuestionadora y peleadora. Así es la capitana del equipo campeón del Mundial Femenino Francia 2019, Estados Unidos. Megan Rapinoe acaba de darnos sendas lecciones de lucha política por las libertades, los derechos y la igualdad de género.
Los mejores bofetones los recibió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien la estrella de fútbol es una ferviente detractora. Cuando se jugaba el torneo en Francia, un periodista le preguntó a Rapinoe si ante la hipotética posibilidad de ser campeones con la selección de su país asistiría a la Casa Blanca a invitación del Mandatario, ella respondió firmemente: “No voy a ir a la puta Casa Blanca”. Antes, la jugadora ya se había referido al Mandatario como “misógino”, “sexista” y “racista”, entre otros términos duros.
Trump la tiene en la mira, porque los comentarios de Rapinoe ocuparon grandes espacios en los medios de Estados Unidos y del mundo. Al saber del desplante de la campeona, aquél le respondió con un lacónico “termina el trabajo”. Rapinoe coronó con sus goles y liderazgo al combinado estadounidense el domingo en Francia. Para pesar de Trump, cumplió su trabajo con creces: fue la mejor jugadora del Mundial (Balón de Oro) y la goleadora (Bota de Oro). Ahora, entre alcaldes, gobernadores y el mismo Gobierno Federal, en Estados Unidos muchos quieren tenerla, junto al equipo campeón, a su lado o en sus oficinas, para homenajearlos o presumirlos (políticamente).
Rapinoe resultó ser la abanderada de las reivindicaciones de género del Mundial. Sus intervenciones también denunciaron la desigualdad salarial entre jugadores y jugadoras de fútbol; además de la discriminación de parte de las asociaciones, confederaciones y la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) al fútbol femenino. Sobre esto último, la estrella estadounidense cuestionó que estas organizaciones hicieran coincidir las finales de la Copa América (Brasil-Perú), el Mundial Femenino (Estados Unidos-Holanda) y la Copa de Oro (México-Estados Unidos) en la misma fecha, el domingo reciente.
En verdad, la coincidencia afectó la importancia del Mundial de mujeres. Si se hace un repaso a las portadas de los medios de información de la región y el mundo, el título de Brasil, siendo solo regional, fue más destacado, a pesar de que el que ganó Estados Unidos era mundial. En el país, La Razón resolvió esa (in)diferencia con una gráfica de apertura de portada con las fotografías de los dos campeones, Estados Unidos y Brasil; además de la tapa y contratapa con los dos títulos, un despliegue informativo para ambos y las láminas gigantes (anverso y reverso) también para las dos selecciones campeonas.
En el imaginario y la conciencia de nuestras sociedades todavía es una tarea pendiente la valoración del papel de las mujeres en el deporte, ¡y en el fútbol! Por ejemplo, muchos diarios del mundo suelen abrir diariamente sus portadas con incidencias del Mundial de varones. ¿Hubo un comportamiento así con el de mujeres? No, cuesta decidirse por una, siempre hay una mejor “toma” que de festejos de gol u otras jugadas de varones que de mujeres; y así aparecieron más fotografías de la Copa América que del Mundial de Francia. Hasta el mundial de varones es “el Mundial”, y el de mujeres, “el Mundial Femenino”.
Rapinoe y el Mundial que ganó marcan un antes y después respecto a esas consideraciones con las futbolistas. Ella, con su calidad y empeño con su equipo, y su valentía de afrontar el deporte de los varones y la política contra la igualdad de género, nos ha dejado buenas lecciones. Juguemos con ella y como ella; marcaremos más goles.
* Periodista. (08/07/19)