Icono del sitio La Razón

Feminicidio, lastre de una sociedad colonizada

El concepto de feminicidio fue acuñado en 1976 por Diana Russell, durante el Primer Tribunal Internacional de Crímenes contra Mujeres. Pero la definición más común es la que se refiere al asesinato de una mujer por razones de género. El feminicidio ha sido analizado por distintas corrientes de pensamiento social. Por ejemplo, mientras algunos movimientos feministas los explican a partir de un sistema patriarcal dominante; la sociología, la antropología y la criminología buscan, cada una a su manera, identificar regularidades en las características de las víctimas y los perpetradores, así como del contexto sociocultural en el que suceden estos crímenes.

De acuerdo con datos del Sistema Integrado de Gestión de Causas Penales del Ministerio Público de Bolivia, hasta el 10 de julio se han registrado 25 feminicidio en La Paz; 14 en Cochabamba; 10 en Santa Cruz; siete en Oruro; cuatro en Beni, Tarija y Potosí; y dos en Pando y Chuquisaca. Son 72 mujeres muertas en diferentes circunstancias y es posible que haya otras víctimas sin denunciar.

Cabe preguntarse ¿por qué se producen los feminicidios? ¿Qué elementos hacen que una mujer tenga mayores riesgos de ser asesinada por cuestiones de género? ¿Sobre qué valores se sustenta la vida de los feminicidas? ¿En qué situación quedan las víctimas de estos crímenes? Las respuestas a estas preguntas son parte de la agenda de investigación pendiente en nuestra sociedad.

Ante el elevado índice de feminicidios en lo que va del año, similar al de 2018, el Gobierno evalúa declarar la alerta nacional, y prepara un plan de acción para prevenir la violencia de género. La directora general del Servicio Plurinacional de la Mujer y Despatriarcalización informó que presentará próximamente al gabinete ministerial una estrategia nacional para disminuir la violencia. Se tiene previsto que el plan promueva acciones conjuntas de distintas organizaciones, tanto estatales como privadas, para combatir las formas de violencia y el feminicidio.

Sabemos que la Ley 348, que busca garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, no es suficiente para enfrentar esta problemática, y hacen falta acciones más concretas de parte del Estado y de la sociedad. La gran pregunta es ¿qué es lo que ocasiona la violencia? Según estudios históricos, sociopolíticos y psiquiátricos, el sostén de la violencia es el colonialismo. La violencia se genera y retroalimenta con mayor potencia bajo un sistema de colonialismo interno. Un ejemplo de ello son las formas de machismo imperantes en nuestro país. Esta matriz es reforzada por otras prácticas y antivalores, como el consumo masivo del alcohol, la sociedad del espectáculo y sus formas de banalidad, etc. Ante esta situación de emergencia, el feminicidio, el alcoholismo y otros casos de adicción deberían ser declarados un problema de salud pública. Esto permitiría atender de emergencia a quienes padecen estas enfermedades en centros especializados o en hospitales públicos.

También es preciso que las universidades del país, sobre todo las estatales, impulsen la elaboración de estudios profundos, con enfoques multidisciplinarios que incluyan investigadores de distintas áreas (psicólogos, sociólogos, antropólogos, psiquiatras, abogados, etc.), que contribuyan a entender mejor el problema de los feminicidios. Por ejemplo, investigar la vida de los feminicidas y las posibilidades de rehabilitación. En fin, son tareas a realizar hacia adelante. Janipuniw akch’as walikiti, chachanakaxa warmiruwa jiwayapxi. Nayra achachilanasan ixwayinakapax armaratjamakixiwa. Jupanapax sapxirinwa, janiw warmirux nuwañati, sasa.

* Aymara boliviano, doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos y docente en la UMSA.