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Ambiciones y sueños

En la vida nos enfrentamos a múltiples desafíos, los cuales a su vez retan nuestros límites. O mejor dicho, desafían los límites que creemos tener. Estos límites son una combinación entre la disposición material de nuestros cuerpos, el entorno social en el que crecemos, el contexto y una muy rica mezcla de aspiraciones con valores éticos. Aparte de la última combinación, las primeras pueden superarse; se las pueden vencer si se tiene la fuerza interior para hacerlo. En la historia hay muchas muestras de ello.

Creo que el problema mayor es cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Vamos a tratar de responder estas preguntas reflexionando sobre cómo se construyen los valores y la ética personal en un mundo colonialmente racista, económicamente capitalista, violento y “femicidamente” machista. Un mundo en el que la sexualidad y los sentimientos se consumen al igual que las bebidas y el agua.

Nos enfrentamos cotidianamente a los modelos y cárceles establecidas por el sistema sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos y nuestros sueños. ¿Cómo hacemos, en medio de tanta confusión, para identificar a las justas aspiraciones que nos impulsan en la vida y nos hacen soñar con cambiar las cosas, cambiar el sistema injusto que nos rodea, cambiar todas las taras que traemos? ¿Cómo las diferenciamos de las angurrias de poder, del individualismo egocéntrico, de la envidia, de la competitividad? Es difícil hacerlo a solas. No se puede saber esto sin escuchar otras ideas, tampoco si no confrontamos nuestras propias ideas y opiniones, si no nos permitimos dudar de lo que creemos. Es así, dialogando, cómo afirmamos nuestros sueños y creencias fundamentales.

Por eso, y en principio, podemos decir que ahí radica el porqué es tan importante organizarse con otras y otros, salir del egocentrismo y atreverse a vivir la aventura histórica de construir organizaciones sociales. Estos son espacios de discusiones, de luchas, de vida organizativa y orgánica que nos ayudan a confrontar los límites que permanentemente nos desafían en nuestra potencia y humildad. (14/07/2019)