Además de generar polémica e incertidumbre, la decisión del TSE de no aceptar la renuncia de Jaime Paz Zamora a su candidatura presidencial por el PDC inaugura en el país una curiosa obligatoriedad extraconstitucional: ser candidato contra la voluntad propia. Así, los binomios habilitados en las primarias estarían obligados a competir en los comicios de octubre.
Las inéditas primarias, realizadas el 27 de enero por mandato de la Ley de Organizaciones Políticas, habilitaron a nueve binomios presidenciales. Es el requisito ineludible para postularse en las elecciones generales. Es decir, ningún binomio que no haya pasado por primarias puede competir en la votación del 20 de octubre. Empero, ello no implica que las personas habilitadas en primarias no puedan renunciar a sus candidaturas. La posibilidad de ser elegido es un derecho constitucional, no una obligación.
A mediados de junio, Paz Zamora decidió alejarse del PDC y no ser su candidato presidencial, pese a haber sido habilitado en primarias. Alegó la imposibilidad de conciliar las listas de candidaturas para senadurías y diputaciones. El expresidente quería imponer nombres, pero los estatutos y la dirigencia de la Democracia Cristiana se lo impidieron. Así, el PDC quedó sin su principal candidato y, por lo tanto, sin la posibilidad de participar en los comicios; a no ser que pueda sustituirlo de manera oportuna.
Es evidente que existe una limitación en la LOP respecto a las causales para la sustitución de candidatos del binomio presidencial. Solo se reconoce la muerte o una enfermedad gravísima. En ese marco, la sala plena del TSE rechazó la renuncia del candidato, asumiendo el carácter vinculante de las primarias. Señaló también como argumento la prevalencia del interés general, esto es, “el resguardo de los derechos políticos de los demás miembros del PDC”. Así, Paz Zamora continúa en el binomio.
Si mantiene esta línea, el TSE tendrá que rechazar también la reciente y sorpresiva renuncia del candidato vicepresidencial de la alianza Bolivia Dice No, Edwin Rodríguez, también habilitado en primarias. Ello conduce al gran absurdo de que Rodríguez estaría forzado a continuar en el binomio de BDN, mientras hace activa campaña por el candidato de otra alianza, al cual ha declarado su apoyo en una suerte de transfuguismo por anticipado. El candidato Ortiz, en tanto, asume que seguirá sin Rodríguez.
La solución a este exceso parece relativamente sencilla. Los candidatos Paz Zamora y Rodríguez, fuera de la elección por voluntad propia, no presentarán los documentos requeridos para formalizar sus candidaturas. Así, corresponderá su inhabilitación por incumplimiento de requisitos. Ya inhabilitados, el TSE tendrá que aplicar no la LOP, sino la Ley del Régimen Electoral para que el PDC y BDN, respectivamente, los sustituyan en el plazo previsto. No habrá pues, menos mal, candidatos por obligación.