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Una multa gigante

El viejo adagio “la información es poder” no hace sino actualizarse: la aparición de las redes sociales ha significado no solo la multiplicación de los canales a través de los cuales encontrar viejas y nuevas amistades, además de expresar opiniones, literalmente, sin censura; representa también un campo en el que hábiles programadores son capaces de cosechar datos de todas las personas.

A partir de lo anotado, no es exagerado puntualizar que el principal accionista y creador de Facebook, Mark Zuckerberg, no solo es uno de los hombres más ricos del mundo, sino también uno de los más poderosos, pues una abrumadora mayoría de las personas que tienen acceso a internet generan en su red incalculables cantidades de información personal, que luego es compilada y comercializada para efectos de marketing y propaganda.

Es por eso que el miércoles la Comisión Federal de Comercio (FTC, por su nombre en inglés) de EEUU ordenó a Facebook crear nuevas capas de supervisión para su recopilación y manejo de datos de usuarios. Además, la agencia le impuso formalmente una multa récord de $us 5.000 millones por engañar a los usuarios sobre su capacidad para controlar la privacidad de sus datos personales.

Según informó el diario The New York Times, “la FTC ordenó a la red social crear un comité de privacidad designado de forma independiente en su junta que revisaría las decisiones que afectan la privacidad del usuario. La agencia también le ordenó a la compañía designar a los oficiales de cumplimiento para que supervisen un programa de privacidad, que se someta a auditorías de privacidad regulares a las que Zuckerberg y otros deben someterse, y que designe a un asesor externo para que supervise el manejo de los datos”.

La decisión está basada en la preocupación que causó a la FTC un informe de The New York Times y The Observer, de Londres, el año pasado sobre cómo la red social permitió a Cambridge Analytica, una firma consultora británica que participó en la campaña de Trump, recopilar información personal de sus usuarios para crear perfiles de los votantes estadounidenses sin su consentimiento.

Sin embargo, agrega el diario neoyorquino, las medidas, que los comisionados de la FTC aprobaron en una votación de tres a dos este mes, generaron fuertes críticas por no ir lo suficientemente lejos para frenar los malos hábitos de uso de datos de la compañía. Legisladores republicanos y demócratas dijeron que la agencia federal no logró limitar una práctica central que ha planteado repetidamente preguntas sobre la privacidad: la recopilación, el intercambio y el uso de la información personal de las personas.

Son, pues, nuevos tiempos para la vigilancia, en los que ya no es solo el Estado el que mira la intimidad de las personas para sacar provecho de ello, sino también las grandes corporaciones. Un nuevo triunfo del capitalismo.