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Pensar en los contribuyentes

Tiempo atrás, comentábamos en este mismo espacio sobre la campaña “La factura de la felicidad”, difundida por el Servicio Nacional de Impuestos para incentivar la demanda de facturas entre la ciudadanía a la hora de comprar algún bien o pagar algún servicio. En concreto, observábamos que la lista de ganadores de esta iniciativa no estaba agrupada por orden alfabético de los apellidos, sino por el tipo de premio.

Disposición que dificultaba la labor de las personas a la hora de consultar si habían resultado elegidas o no, por cuanto debían revisar sus datos entre los cerca de 300 ganadores. A los pocos días, esta misma lista volvió a ser publicada pero según el orden alfabético de los apellidos. Es decir que se trató de una positiva reacción, la cual resaltamos. Sin embargo, la última lista, publicada el domingo, vuelve a complicar insulsamente a los contribuyentes, ya que, como la primera vez, los ganadores han sido agrupados según los premios, no según el orden alfabético de los apellidos.

Por tanto, urge insistir en la importancia de que las autoridades tributarias hagan el esfuerzo de “ponerse en los zapatos” de la ciudadanía, ya sea que se trate de una simple campaña de cultura impositiva o de temas más complejos, como el número de impuestos que se deben pagar o las formas y alternativas puestas a disposición de la ciudadanía para honrar esta responsabilidad. Se trata de un principio básico, sobre todo porque una de las mejores maneras de ampliar la base tributaria de un país pasa por “facilitarles la vida” a los contribuyentes en todos los aspectos posibles.