Voces

Sunday 26 Mar 2023 | Actualizado a 14:41 PM

Estafas y maletas

/ 9 de agosto de 2019 / 23:44

Hace ya varios meses que se puso “de moda” la estafa de las maletas, perpetrada a través de cuentas falsas en Facebook o WhatsApp con información personal recabada en las redes sociales. Con estos datos, los estafadores se ponen en contacto con las potenciales víctimas, haciéndose pasar por amigos o familiares cercanos, y les solicitan apoyo con el argumento de que se encuentran varados en el exterior tras perder su vuelo y necesitan ayuda para recuperar sus maletas, que se encuentran en un aeropuerto de Bolivia. Luego, les brindan un número de contacto.

Si el “familiar” cae en el engaño y llama a ese número, la persona que responde confirma que las maletas se encuentran en el aeropuerto y solicita un monto de dinero a una cuenta móvil para cubrir el sobrepeso del equipaje y el costo de almacenamiento. Si se accede a esta petición, los estafadores muchas veces vuelven a contactar a la víctima solicitándole más dinero, señalando que las maletas han sido retenidas por la Aduana por contener elevados montos de dinero o sustancias controladas, e incluso amenazan con inculparlos por este delito en caso de no acceder a sus peticiones monetarias.

A pesar de que se han difundido innumerables advertencias sobre esta forma de estafa, entre ocho y 12 personas siguen cayendo con este engaño al mes en el país, según datos de la Policía. Por ello, urge insistir en la necesidad de impulsar campañas educativas para que la ciudadanía sepa distinguir cuando está frente a un potencial fraude, y evite proporcionar datos personales y financieros en las redes.  

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Capitalistas de riesgo de Silicon Valley

/ 26 de marzo de 2023 / 01:31

Saca tu violín más pequeño, porque estoy a punto de defender a los capitalistas de riesgo de Silicon Valley. La industria no es tan insufrible y fuera de contacto como algunos de sus fanfarrones influyentes en línea podrían hacerle creer. Y a pesar de sus problemas recientes, el mundo sigue necesitando lugares como Silicon Valley y sus financiadores de ideas arriesgadas.

Cuando Silicon Valley Bank fue absorbido por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, algunas de las voces más conocidas del mundo de las empresas emergentes —o, al menos, sus voces más agresivas en línea, varias de ellas capitalistas de riesgo— invadieron Twitter con estridentes demandas de un rescate federal completo de los clientes de SVB.

Cualquiera que sea el mérito económico para hacer que los depositantes del banco estén completos, la retórica de los capitalistas de riesgo parecía un poco rica. Algunos de los que más claman por la intervención del gobierno en SVB, como David Sacks de Craft Ventures, a menudo se han alineado con el tipo de libertarismo de Peter Thiel . Sin embargo, cuando estaba en juego el dinero de su industria, el largo brazo del gobierno aparentemente parecía mucho más reconfortante.

Después de todo, a pesar de todas sus fallas, Silicon Valley ha estado durante décadas entre los activos económicos más valiosos del país; junto con la financiación de la investigación y otros subsidios del Gobierno, es una de las principales razones por las que Estados Unidos mantiene la supremacía tecnológica mundial. También ha producido verdaderos avances que han mejorado nuestras vidas; desde Zoom hasta Slack e incluso hasta empresas de economía de conciertos como DoorDash, todo el aparato de trabajo en el hogar que detuvo gran parte de la economía durante la pandemia se construyó sobre la base del capital de riesgo.

Y aunque los estadounidenses pueden estar agotados con la tecnología, no podemos ignorar la necesidad de cosas nuevas. Para abordar algunos de los mayores desafíos de la humanidad, el cambio climático más apremiante, necesitaremos capitalistas de riesgo para financiar las mejores y más arriesgadas ideas. Son las empresas de capital de riesgo las que financian la investigación de baterías de próxima generación, nuevas formas de energía y otras formas de mitigar los peores efectos del calentamiento global.

Entre los inversionistas de Valley, los capitalistas de riesgo de Twitter como Sacks y el inversionista ángel Jason Calacanis están lejos de ser los nombres más importantes de la ciudad. Aunque tienen una gran presencia en línea, en su mayoría invierten millones o decenas de millones de dólares en las primeras etapas de las empresas; apenas son un emblema de las firmas de riesgo más grandes del Valle, que han recaudado e invertido decenas de miles de millones de dólares a lo largo de los años.

Muchos de los principales capitalistas de riesgo no pasaron los días posteriores al colapso de SVB tuiteando furiosamente. En cambio, algunos en la industria circularon una carta más sobria y sustantiva a los funcionarios que describía los riesgos de contagio.

Podrías llamar a esto un club y un rebaño, pero también podrías llamarlo el secreto del éxito de Silicon Valley. Una de las razones por las que Silicon Valley funciona es que recopila experiencia y conocimiento institucional, aprende de los fracasos y alimenta esas ideas a las generaciones venideras de empresas. Ese tipo de orientación es exactamente la razón por la que es probable que muchas empresas emergentes sobrevivan a la explosión de su banco.

Jessica Lessin, fundadora y directora ejecutiva de The Information, una publicación que cubre el mundo de las empresas emergentes y es en sí misma una empresa emergente cuyo dinero estaba inmovilizado en SVB. Señaló algo que muchos aquí han notado: Silicon Valley ahora enfrenta un escrutinio más serio que antes, y parece estar aprendiendo de sus errores.

Me ha sorprendido lo mucho más cuidadoso que es Sam Altman, el director ejecutivo del inventor de ChatGPT, OpenAI, cuando habla de inteligencia artificial que Mark Zuckerberg cuando habla de las redes sociales en los albores de Facebook. Zuckerberg promocionó su invento como indiscutiblemente bueno para la humanidad. Altman, mientras tanto, dice que si bien la IA puede ser transformadora, está “un poco asustado” de cómo podría ser mal utilizada por gobiernos autoritarios y cómo podría afectar la política y la economía, y su empresa mantiene ese miedo a la vanguardia cuando construye su tecnología.

“Hubo un periodo hace unos 10 años en el que la tecnología no estaba bajo ningún escrutinio, todo era exageración”, dijo Lessin. Pero ahora estamos “más allá de los días de celebrar cada cosa nueva que tiene una aplicación”, agregó, y señaló que lo importante ahora es centrarse en los problemas correctos. Y los VC (Venture Capital o capital de riesgo) podrían ayudar a resolverlos.

Farhad Manjoo es columnista de The New York Times.

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La Norita

/ 26 de marzo de 2023 / 01:25

Hace una semana postergamos un viaje porque nuestra entrañable amiga, Nora Claros Rada, sería festejada por sus 90 años y era imposible que faltemos, lo otro podía esperar. Así, munido de unos sencillos presentes nos fuimos a una magnífica residencia donde se celebraba el acontecimiento y desde donde se aprecia las multiformes montañas parecidas a iguanas devónicas que circundan nuestra alucinante ciudad.

Para muchos artistas plásticos (que feíta designación), ella fue como una amorosa madre y para otros, una madrastra que ordenaba el trabajo y las vidas de los pintores caóticos. Ocupó el cargo de Oficial Mayor de Culturas, cuando otro personaje de la Cultura, el señor Bedoya, más conocido como Kojak por su semejanza con el actor Telly Savalas, protagonista de una exitosa serie policial, también fungía como autoridad. Ambos hicieron labores encomiables por la cultura local. Fue un momento importante de la corriente neoliberal, había entusiasmo y esperanza para intentar también reordenar el país, azotado por las dictaduras militares.

Nora Claros fue una imparable galerista que impulsó el arte boliviano con múltiples muestras y publicaciones desde la Galería EMUSA, espacio promovido por el empresario Mario Mercado y la galería Nota que, junto a la Galería Municipal Cecilio Guzmán, conformaron las cocinas del arte boliviano de finales del siglo XX y principios del siglo XXI.

También por esa etapa de la carnavalesca historia boliviana, ejercía como cronista social Ficho, celebrado y temido por si alguna dama asistía a estos eventos con un vestido Pret a Porter o dicho en paceño: “¡Es de la 16!” No precisamente de la calle 16 de Calacoto, sino de la feria 16 de Julio de El Alto, adonde arriban trajes de marca europea de segunda mano a precios rebajados o de alguien que ya no lo usará porque está en el otro mundo. Ficho era implacable, tenía buen gusto, era cultivado en las artes y era un coleccionista reputado; pertenecía a ese clan importante que da el aire para que las artes no agonicen. Comprar un artículo suntuario que te da alegría íntima de poseer algo que te emociona y te hace sentir vivo, es algo que muchos psicólogos y biólogos no logran ponerse de acuerdo. Para Marx el arte es: “La máxima alegría de los seres humanos”; para un ensayista mexicano que no recuerdo su nombre, la pintura es: “El arte de hacer aparecer lo invisible”, en fin. Norita, como le decíamos cuando íbamos a recibir nuestro peculio, era la encargada de generar el festejo por la venta de una obra y devorar la vida luego al lado de la galería y estar otra vez en la vía, pero alegres de saber que hiciste feliz a alguien que aprecia tu esfuerzo por llenar de belleza y emoción el mundo a veces tan prosaico y gris. Nora era la encargada de convencer de que la compra de una obra no es gasto, sino inversión porque el arte no se devalúa, como un coche o un vestido de diseño exclusivo o un bien electrónico que lo volverás a encontrar reciclado en “la 16”.

Allí, en el agasajo, estaban varios coleccionistas, desde Carlos Mesa, líder de Comunidad Ciudadana (CC), conocida en los corrillos políticos como el Club de Cuates; también, sentado en afanosa conversación, el filósofo de la nostalgia aristocrática H.C.F. Mansilla, conocido en los corrillos académicos como el YPFB Mansilla, escoltado por una epistemóloga que tomaba nota mentalmente cuando el filósofo esbozaba su socarrona sonrisa de gato budista. Muchos artistas no lo celebran porque los pulverizó con su acertada digresión sobre el arte contemporáneo. También vino al señor Crespo, exembajador, ligado al mundo de la cultura y a muchas damas que aprecian y valoran el arte boliviano. El maestro del cine Antonio Eguino charlaba embelesado con una diva digna de una película glamorosa; también nuestro inefable amigo, gestor y productor artístico Gastón Ugalde, conocido en los corrillos artísticos como el Th’ampulli, ahora en modo Ch’iji pichica, en amena charla con el chef Bonifaz, en su tenida de apóstol, que nos obsequió con un carrusel de canapés exquisitos sin perder su prestancia de San Bartolomé.

Fue una noche memorable y al retirarnos la dueña de mi corazón me declaró: ¡La Norita lucía espléndida!

Édgar Arandia Quiroga es artista y antropólogo.

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Comentarios sobre la situación internacional

/ 26 de marzo de 2023 / 01:15

Las diversas preocupaciones de la época aumentan sin cesar. En efecto, el avance en el cumplimiento de los compromisos internacionales relacionados con el cambio climático es desalentador, y no se compadece siquiera de los cada vez más frecuentes desastres naturales ocurridos en varias zonas del planeta.

En segundo lugar, la reciente visita de Xi Jinping a Rusia demuestra que, reforzado con su tercer mandato, ahora pretende colocar a China como superpotencia de primer orden, capaz de intervenir de diversas maneras en los problemas globales, avanzando su visión de un orden internacional alternativo al que hegemonizan todavía los Estados Unidos. También dejó claro que su alianza con Rusia se mantiene en los términos acordados antes de la invasión a Ucrania, pero que prefiere que haya pronto negociaciones para la paz, de acuerdo con los 12 puntos que propuso hace unas semanas. Obviamente dicha propuesta ha sido considerada inaceptable por parte de los Estados Unidos.

En tercer lugar, tiene una gran relevancia la visita inusualmente larga de Lula a la China, acompañado de una delegación compuesta por parlamentarios, ministros, gobernadores y un gran número de empresarios. Se puede suponer que en esta ocasión el tema de Ucrania ocupará si acaso un lugar al final de la agenda, la cual está diseñada en primer lugar para fortalecer las relaciones económicas, tecnológicas y políticas entre ambos países.

En cuarto lugar, los acontecimientos mencionados permiten suponer que están lejos las condiciones para un alto al fuego en Ucrania, que dé lugar a una serie de etapas sucesivas de negociación diplomática que contemplen las responsabilidades diferenciadas de los diferentes actores involucrados directa e indirectamente en este conflicto.

En quinto lugar, aunque el momento para una tregua parece lejano, tampoco es lógico que pase de mediados de 2024. Esta hipótesis parece coincidir con los plazos para la entrega de armamentos, municiones y artefactos tecnológicos, comprometidos a Ucrania por parte de Estados Unidos y otros países europeos de la OTAN.

Por último, en las últimas semanas han ocurrido sobresaltos en el sistema financiero internacional, cuyas repercusiones todavía no están totalmente controladas. En efecto, las quiebras de tres bancos medianos en Estados Unidos y uno muy grande en Suiza están alertando sobre las insuficiencias de la regulación financiera internacional, que se suponía que fue perfeccionada después de la crisis de 2007 a 2009. Una explicación provisional sobre las causas de los mencionados percances bancarios estriba en que las condiciones de liquidez de dichos bancos se vieron afectadas por las subidas de la tasa de interés adoptadas por parte de las respectivas autoridades monetarias en el esfuerzo por detener la inflación.

Dichos seis aspectos tienen por supuesto implicaciones para la región latinoamericana, donde las previsiones de crecimiento económico para este y el próximo año no despiertan entusiasmo alguno. Salvo pocas excepciones, la mayoría de países latinoamericanos enfrenta problemas financieros y fiscales de diversa magnitud.

Una noticia alentadora podría consistir en la iniciativa de restablecer la Unasur sobre nuevas bases, lo que permitiría el diseño de un relacionamiento de América del Sur con China, que no implique el intercambio de materias primas por manufacturas y proyectos tecnológicos.

Además, con un buen diseño institucional, Unasur podría incorporar entre sus actividades de esta coyuntura un espacio permanente para el seguimiento de las cuestiones referidas al financiamiento de países de talla media, incluyendo el intercambio de experiencias en la renegociación de la deuda.

En vista del mayor costo financiero que traen consigo las tasas de interés en alza, se podría considerar incluso el suministro de liquidez de emergencia a corto plazo para el salvataje de países que reúnan ciertas condiciones de excepción.

Horst Grebe es economista.

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Ellas

/ 26 de marzo de 2023 / 01:12

Es evidente que TikTok es como una mecedora que adormece sin discriminación. En segundos pasamos de la sonrisa a la sorpresa, de la pena a la risa, del dato histórico curioso a la ridícula receta para adelgazar, de las canciones anti Piqué a las genialidades de nuestros perros y gatos. En uno de esos pequeños, y al final interminables, paréntesis tiktokeros apareció un video sobre un reciente accidente en zona Sur de La Paz. Se trataba de un auto que había sido impactado por otro provocando que el primero termine aplastado en el río. Daba su testimonio una mujer que presenció el hecho: una de las vendedoras de flores de la zona. Hablaba del susto que sintió, de cómo se acercó a ver el auto en medio del agua y de las personas atrapadas entre los fierros. Contó que en ese momento había más de un hombre por el lugar, pero nadie se atrevió a meterse al río; contó que decidió saltar al agua ella, sola, para intentar rescatar a esas personas que ni siquiera conocía. “La ropa se seca, pero la vida no se recupera”, dijo frente a las cámaras de televisión. Ojalá el mundo tuviera vendedoras de flores en cada esquina. Estaríamos todos a salvo.

Son ellas, que si no venden flores, venden dulces y jugos en lugares clave, como frente al Valle de la Luna, también en La Paz. Allí están cada día, ofreciendo chocolates, gorras o agua a los turistas. También hacen de intérpretes. Sin ningún trámite traducen del aymara lo que dice una anciana, también de pollera, que cuida los autos del miniparqueo al frente. Está tan viejita que uno le paga y a los minutos se olvida y reclama, sin enojarse, las monedas del cuidado del auto, con las únicas palabras que le salen en castellano: “ya pues, dame, apurate”. Lo demás lo plantea en la lengua de sus abuelos y de sus padres. La seño de la tiendita traduce a tiempo de comentar: “Dice que le va a avisar a su hijo. Él la manda pues a esta abuelita a cuidar los autos. Allá vive, pero se compra comida por aquí con sus monedas”. Le recuerda, en aymara, que ya le pagaron. Ojalá el mundo tuviera vendedoras de dulces en cada esquina. Estaríamos todas a salvo.

Si no venden dulces, venden picante surtido en la plaza España, llenando la expectativa de los clientes que hicieron fila una hora antes de que llegue doña Bárbara a su puesto, cerca de la estatua de Miguel de Cervantes Saavedra. Venden chorizos artesanales en pan con lechuga y tomate como la señora Cristina, sobre la avenida Manco Kápac de la ciudad de Sucre, dando aliento a un emprendimiento que comenzó hace más de 150 años. Venden silpanchos bien servidos, parecen orejas de elefante, en el cochabambino mercado 27 de Mayo, de manos de doña Blanca, que atiende personalmente a sus clientes. Venden choclo con queso en Santa Cruz, como la casera Valeria, que hace casi 25 años se propuso comprar su casa y hacer estudiar a sus hijos. Lo logró. Ojalá el mundo tuviera vendedoras de sabores y compradoras de sueños en cada rincón. Estaríamos todas y todos a salvo.

Vendedoras de la calle, sobrevivientes de la pobreza, fuentes de calor humano, agitadoras del contacto social, agentes de solidaridad, guardianas de la verdadera justicia social, salvadoras de la vida, manos que logran saciar el hambre y la sed, protectoras de las calles desnudas, compañeras del sol, cómplices de la luna, actoras clave de la historia del presente, tanto como Bartolina Sisa, como Ana María Romero, como Juana Azurduy, como Matilde Casazola, como Gregoria Apaza, como Gladys Moreno, como nuestras abuelas de mayo y de todos los meses del año que desde sus cocinas nos dieron principios inclaudicables, como las heroínas de la Coronilla que enfrentaron solitas a las tropas realistas para abrir la independencia, como las anónimas mujeres que se fueron a la guerra, acompañando a los combatientes, acostándose con ellos, cocinando para ellos, limpiándose la pólvora junto a ellos, caminando kilómetros como ellos, dando cariño y abrigo en pleno campo de batalla. Si todo dependiera de todas estas obreras bolivianas del bienestar, el mundo entero estaría a salvo.

Claudia Benavente es doctora en ciencias sociales y stronguista.

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Repite, repite que algo se queda

/ 26 de marzo de 2023 / 01:05

Repite, repite que algo se te queda, era la frase que mi profesor de colegio usaba para enseñar varias lecciones en sus clases, la cual tiene hasta cierto punto verdad. Este método es usado por varios analistas económicos para poner en la mente de la población ciertos temas y causarles incertidumbres, como por ejemplo, “el gas se nos acaba”, “el gas se está haciendo gas”, “nos estamos volviendo Cuba”, “dónde están los washingtones”, “solo tenemos 10 días de reservas internacionales”. Estas son las constates frases repetidas por algunos conocidos analistas económicos, los cuales no es necesario mencionar, a quienes algunos medios de comunicación les dan una desmedida cobertura.

Frases que parecen estar asiladas del mundo, sin tomar en cuenta el contexto internacional. Recordemos primero que el mundo acaba de salir de una pandemia que detuvo la actividad económica, donde las tasas de interés bajaron a su mínima expresión. Posterior a esto empezó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que disparó el precio del petróleo, causando una inflación por las medidas tomadas por la Unión Europea en contra de Rusia. A esto, los bancos mundiales tomaron la medida ortodoxa de subir las tasas de interés, lo que afectó directamente las expectativas de los agentes económicos, quienes vieron más atrayente invertir en los bancos, con tasas de interés más altas, lo que afectó directamente a los bonos soberanos, causando una caída en su cotización, los cuales tienen una tasa de interés fija.

Este efecto causó la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB), que era uno de los bancos más grandes en EEUU y Credit Suisse (del cual su futuro es incierto), el First Republic Bank, que compraron bonos cuando la tasa de interés era baja. Teniendo esto un efecto en la liquidez, lo cual llegó a nuestra región retrasando los pagos de Argentina por la venta de gas, los pagos a los exportadores en divisas norteamericanas.

Como se puede ver, ninguno de estos acontecimientos son tomados en cuenta por estos analistas, que solo anuncian debacles en nuestra economía, lo que sería causado por un elevado déficit fiscal, provocado por gran número de funcionarios públicos. Con lo que se demuestra que estos analistas no entienden qué es un modelo económico, ni el objeto de este en su aplicación.

Bolivia no está aislada del mundo, o por encontrarnos a los 3.600 metros sobre el nivel de mar estamos inmunes a cualquier acontecimiento. Lo que el Gobierno necesita es mayor margen de acción para seguir conservando la estabilidad y generar mayor crecimiento de la economía, a lo que ayudaría mucho el proyecto de ley de compra y venta de oro para fortalecer las Reservas Internaciones Netas (RIN), las cuales han sido destinadas a proyectos de inversión, para diversificar la economía y generar nuevos ingresos.

Y lo que extraño de estos analistas es no verlos haciendo fila en el banco central comprando dólares para conservas sus activos, pero sí repetir y repetir que estamos mal.

Jesús J. Luque es licenciado en Economía.

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