Desarrollo urbano
El arrasador crecimiento urbano está destruyendo las áreas verdes y la estética de la ciudad de La Paz
Analizar el crecimiento de una ciudad no es fácil, mucho menos debe ser administrar tal crecimiento, sobre todo cuando lo que se desea es satisfacer necesidades más o menos inmediatas y no se quiere, o no se puede, pensar en el largo plazo y su costo. La Paz es una ciudad cuyo desarrollo urbano a lo largo de las últimas décadas ha venido con un costo muy elevado en términos biológicos.
Un reciente estudio, elaborado por el biólogo Álvaro Garitano y publicado por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), pone la mirada en una decena de problemas del desarrollo urbano en la ciudad sede de gobierno. El primero de ellos, y probablemente la causa de los demás, es la expansión urbana horizontal descontrolada, pese a que no hay terreno apropiado para nuevas construcciones, según explica el autor.
Este crecimiento descontrolado ha significado la pérdida del patrimonio arquitectónico histórico, pues modernos edificios se levantan hoy donde antes existían construcciones más que centenarias y que eran testimonio de la arquitectura colonial y republicana. Asimismo, la enorme presión por un mayor número de viviendas ha reducido al mínimo la cantidad y funcionalidad de las áreas verdes públicas, que hoy representan apenas el 15% de la superficie de toda la ciudad, y no están distribuidas de manera equilibrada.
Los inmuebles que antes tenían jardines hoy son edificios. Los servicios ecosistémicos de esas áreas verdes privadas también han desaparecido. Y lo propio ocurre con el arbolado urbano, porque se reemplazan las especies nativas por otras foráneas, así como también porque se maltrata a los árboles o simplemente se los elimina. Los ríos y quebradas que recorren la geografía urbana se han convertido en receptores de toda clase de residuos y desechos, por lo que su calidad ambiental ha sido degradada.
El arrasador crecimiento urbano implica además la destrucción estética de la ciudad y de su paisaje circundante; también de los espacios tradicionalmente naturales en la propia ciudad y sus alrededores. La disposición de los residuos sólidos y la falta de visión en los constructores para incorporar vegetación sobre infraestructura, como muros o techos verdes, son también problemas que se abordan en el citado estudio.
Consultado al respecto, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz explica que el incremento en la necesidad de vivienda, la falta de terrenos aptos para la expansión de la mancha urbana, y las autorizaciones que otorgan municipios vecinos sobre territorios en disputa por falta de delimitación territorial son las principales razones por las que la municipalidad no realiza una mejor y más amplia fiscalización.
Hay, pues, corresponsabilidad entre quienes no han querido o no han podido pensar en el futuro de la ciudad, los que viven sin pensar en el porvenir y un Estado incapaz de cumplir su papel a cabalidad, pensando en el bienestar de todos los paceños.