Icono del sitio La Razón

Crisis en BoA

La aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA) está en crisis. Tan seria debe ser la situación que el propio Presidente del Estado tuvo que salir a pedir disculpas a los usuarios por los percances sufridos en sus aeronaves, y reconocer que la empresa estatal de aviación “tiene problemas estructurales”. El Mandatario se refería a una serie de incidentes en aeropuertos nacionales y del extranjero.

En conferencia de prensa, el Presidente afirmó que parte de los problemas de la aerolínea tienen que ver con la dificultad de retener a los pilotos, quienes son formados para trabajar en BoA, pero luego son contratados con mejores salarios en otras empresas aeronáuticas. También reconoció, como evidenciamos en nuestra edición del domingo pasado, que las aeronaves tienen una antigüedad que va desde los 17 hasta los 24 años, y que por tanto urge renovarlas. Por último, reconoció la existencia de “problemas estructurales” en la aerolínea, sin detallarlos.

Obligado por las circunstancias, pero también confirmando lo anunciado días atrás, el gerente de la empresa anunció que está en marcha la adquisición de dos nuevas aeronaves hasta fin de año y otras tantas en los próximos dos años. Actualmente BoA tiene 20 aviones en operación, de los cuales cuatro son propios y el resto están en alquiler.

Fue a propósito de una seguidilla de percances, que incluyeron desde desvíos en el itinerario por problemas técnicos hasta fallas en la maquinaria a la hora de aterrizar, que la autoridad ejecutiva de la aerolínea tuvo que salir al paso de las críticas, afirmando que, a contramano de lo que muestran las últimas noticias, BoA ha tenido apenas 40 “incidentes” en más de 250.000 vuelos realizados desde su creación. Una larga lista de percances, que incluyen los referidos desvíos y otras eventualidades que afectan la regularidad de los vuelos, no se consideran “incidentes”, según los estándares de la aviación comercial, explicó el ejecutivo.

Aseguró asimismo que dados los recientes eventos, que han puesto a la compañía en el centro de atención de la opinión, se hará con más frecuencia el mantenimiento preventivo y las inspecciones a las aeronaves. Semanas atrás había anunciado la pronta culminación de un centro de mantenimiento en el aeropuerto de Cochabamba. Asimismo, señaló que sus operaciones están certificadas internacionalmente y que son sometidas a vigilancia no solo de las autoridades aeronáuticas bolivianas, sino también de los países donde opera.

Sin embargo, más allá de las explicaciones, las contrariedades, retrasos y sustos sufridos por las y los pasajeros de las naves de BoA (sean o no “incidentes” dignos de registro e investigación) tienen mayor efecto en la imagen de la compañía que cualquier estadística. Así, sea por razones técnicas, administrativas o hasta políticas, es inaceptable que la aerolínea bandera de Bolivia dé motivos para que se cuestione la calidad y seguridad de su servicio.