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Recojo de excrementos

Uno de los argumentos más utilizados por las personas que se niegan a recoger los excrementos de sus perros cuando los sacan a pasear a las calles y a otros espacios públicos es que estos desechos sirven como abono para las plantas. Sin embargo, en una nota publicada en la última edición de la revista Mía, el ingeniero agrónomo Erick Nina refuta esta aseveración, por cuanto las heces fecales de los perros contienen “exceso de nitrógeno”, lo cual lejos de beneficiar a las plantas las “queman”.

A esta “externalidad” se suma el hecho de que a medida que los excrementos se deshacen liberan bacterias, algunas de las cuales pueden provocar enfermedades oculares, intestinales y respiratorias no solo entre otros animales, sino también entre las personas. Conscientes de estos impactos, en mayo de 2017 el Concejo Municipal de La Paz promulgó la Ley 239. Norma que, entre otros lineamientos, establece que es responsabilidad de los dueños recoger las deposiciones de sus mascotas en las calles, parques y otros espacios públicos. Sin embargo, hoy por hoy el abandono de las heces fecales de los perros es la norma, no la excepción.

Por ello, además de más campañas educativas como la que impulsó la municipalidad hace varios años con el eslogan: “Si se hace… recógelo. Tu mascota es tu responsabilidad”, hacen falta mayores controles, con multas y sanciones para quienes se niegan a recoger los excrementos depositados por sus mascotas en espacios públicos. De lo contrario, esta ley seguirá siendo solo letra muerta, como hasta ahora.