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Tecnología y seguridad

El martes se inauguró en La Paz el Sistema de Comando y Control de Seguridad Ciudadana Bol-110, un sofisticado dispositivo tecnológico que según sus impulsores marca un antes y un después en los alcances de la acción policial; para ponerlo en marcha no se han escatimado recursos, ni financieros no humanos. Toca ahora a la Policía ponerse a la altura del reto.

Con una inversión de $us 105 millones, que sirvieron para construir un Centro de Comando y Control de 3.000 metros cuadrados, capaz de albergar los equipos necesarios para ocho subsistemas de vigilancia y 200 policías capacitados en China y Ecuador para hacerlos funcionar, el Gobierno lanzó a la Policía el desafío de llevar al país a un puesto alto en el ranking de naciones más seguras de la región. Según el Ministro de Gobierno, Bolivia es un país “de seguridad alta”, pero los vecinos Chile, Argentina y Ecuador tienen menores índices de delincuencia, y se aspira a superarlos.

El sistema Bol-110, que todavía está en una primera fase y solo cubre las ciudades de La Paz y El Alto, cuenta con 550 cámaras distribuidas en sitios estratégicos de ambas urbes, las cuales cuentan con programas de reconocimiento facial, que con la ayuda de inteligencia artificial permitirán identificar a personas sospechosas; y de reconocimiento de placas de circulación. Además, estos aparatos estarán articulados con los sistemas de vigilancia de vehículos patrulleros; de vigilancia aérea con ayuda de drones; de taxi seguro, con equipos de control y rastreo en los automóviles; de alarmas comunitarias, con teléfonos de línea directa; y de comunicación, con cientos de equipos de radiocomunicación.

En el acto de inauguración, el Presidente del Estado reconoció a la Policía “su experiencia para luchar contra la delincuencia”, pero también le exigió “más responsabilidad y honestidad”, delineando claramente el reto no solo de poseer equipos y tecnología de última generación, sino también, y sobre todo, de tener la integridad y compromiso necesarios para hacer de la institución del orden un referente de seguridad ciudadana y un ente digno de respeto de la población.

Hará falta, también, un ejercicio policial ejemplarizador, no necesariamente en el sentido de dureza en la sanción, sino fundamentalmente con medidas eficaces de interdicción de la actividad ilegal, amén de una renovada actitud de servicio a la comunidad, esencia de la misión de la institución llamada por la Constitución Política a brindar seguridad dentro de las fronteras del país y a todas las personas por igual.

En tiempos cuando la Policía trata de recuperarse de una seguidilla de eventos que han puesto su imagen en un muy mal lugar, toca que los oficiales y el resto de la tropa hagan un esfuerzo extraordinario para cambiar esa percepción generalizada. El Gobierno, por su parte, tiene la tarea urgente de extender la cobertura del Bol-110 a todo el país, cuanto antes.