El título de esta columna no es una ecuación y menos un algoritmo; más bien hace referencia a unas iniciales que han encontrado su correlato perfecto o han cuadrado fielmente. En otros términos no son más que numerónimos que adquieren hoy gran significación en la política nacional.
Desde hace tiempo, los neocolonialistas de la derecha más conservadora del país, como el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), los comités cívicos, las plataformas ciudadanas, los que dicen “no” a todo y sus seguidores promocionan acciones políticas con la sigla del 21F. No sé si es tanta la ingenuidad o el deseo de querer hacer coincidir el 21 de cada mes con esta fecha, pero que hayan buscado el 21 de agosto no es mera coincidencia, pues conlleva la intención política de llevar al país a una ruptura democrática (¿golpe de Estado?); pero hasta ahora han sido solo paros cívicos fracasados.
¿Qué sucedió el 21 de agosto de 1971? Un sangriento golpe de Estado encabezado por el militar Hugo Banzer Suárez, acompañado por Víctor Paz Estenssoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y Mario Gutiérrez, de la Falange Socialista boliviana (FSB), quienes acabaron con las esperanzas de la izquierda y sectores populares de realizar la revolución de la Bolivia profunda a corto plazo, e inauguraron un régimen dictatorial que se prolongó hasta 1978.
Una de las justificaciones para derrocar al gobierno del general Juan José Torres fue la coexistencia de la Asamblea Popular (AP) en 1971. La AP fue una especie de congreso de sindicatos y partidos obreros y populares. Algunos estudiosos como Strengers (1992) la consideran “un segundo punto culminante después de la Revolución de 1952”, por la que el movimiento obrero y popular boliviano logró con su propia fuerza crear un órgano de poder político independiente, aceptado por las masas excluidas como su propia autoridad. Fue un experimento político de camino hacia la radicalización de la democracia abruptamente interrumpido.
El 21 de agosto de 1971 hubo muchas muertes en todo el país. Banzer tomó la ciudad de La Paz con tanques y metralletas. Después de esa jornada, muchos periodistas fueron expatriados, perseguidos, amenazados o detenidos. Muchos diarios y radioemisoras, sobre todo las mineras, también fueron reprimidas. El banzerato apostó al control sistemático de los medios de comunicación, junto con formas de publicidad tergiversadas y difamatorias. En 1974, la dictadura masacró en Cochabamba a campesinos y destruyó a las emisoras mineras.
No tuvo escrúpulos para expulsar e incluso asesinar a algunos sacerdotes comprometidos con su pueblo. La muerte de Mauricio Lefebvre, el 21 de agosto de 1971, en la ciudad de La Paz es una muestra de tal alevosía. Lefebvre había arribado a Bolivia en 1953 e hizo muchos servicios, sobre todo en los centros mineros del país. También fundó la Carrera de Sociología de la UMSA, en su condición de sociólogo.
En una carta dirigida a sus compañeros de orden en Bolivia dice: “1) No tenemos el derecho de dedicarnos más tiempo a una predicación bella e inútil de la Justicia. Debemos vivir, hacer la Justicia, comprometernos por ella. 2) Esta necesidad vital existe ahora en la conciencia de muchos, cristianos y no cristianos”. Esta idea de apostar por la vida con justicia fue la que truncó la dictadura derechista antipatriótica de Banzer y de sus aliados.
A nivel internacional, el régimen de Banzer fue parte del Plan Cóndor, que apostó por la persecución, encarcelamiento y muerte de sus opositores. En fin, estas son algunas de las atrocidades cometidas por la dictadura iniciada el 21 de agosto de 1971. ¡Los que son militantes del 21F recordaron a esa dictadura banzerista, y por eso buscaron la plena coincidencia de la fecha señalada! Q’ara jaqinaka, ukhamaraki ma qawqha ch’uxñanakampixa wali thuthupxi. Jilata Evoxa janiwa wasitampi apnaqkaspati sasaw sapxi. Jupanakaruxa laka lluphantañasawa octubre paxsina.
* Aymara boliviano, doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos y docente en la UMSA