Pese al considerable y riesgoso retraso en la decisión, finalmente el Tribunal Supremo Electoral (TSE) resolvió contratar a la empresa especializada que se hará cargo de la gestión de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) en las elecciones del 20 de octubre. Es una buena señal de seguridad y de transparencia. Ahora corresponde garantizar su correcto funcionamiento.
El TREP es un innovador sistema de resultados preliminares estrenado por el TSE en el referéndum constitucional de febrero de 2016. Hasta entonces solo había el sistema de cómputo de votos, cuyos datos oficiales se conocían dos, tres, hasta cinco días después de la elección. La ventaja del TREP, entre otras, es que brinda información cierta a la ciudadanía sobre la votación la misma noche de la jornada electoral. Claro que hasta ahora no se ha logrado tener resultados de la totalidad de mesas.
¿En qué consiste la transmisión de resultados electorales? El día de la votación, en este caso el domingo 20 de octubre, el TSE despliega operadores en los recintos electorales del país. Al final del cómputo de votos en cada mesa a cargo de los jurados electorales, el operador toma una fotografía del acta correspondiente. Inmediatamente transcribe el resultado en un software seguro. Y lo transmite a una central, en la cual los datos son verificados y totalizados. Así se obtienen resultados preliminares.
Más allá de la celeridad con la que se pueden conocer resultados oficiales de la votación, aunque no sean todavía definitivos, el TREP es un factor de confianza. Todas las fotografías de las actas se suben a la web del TSE y están al alcance de cualquiera que quiera verlas y contrastarlas. En ese sentido, el sistema permite que las organizaciones políticas, las misiones de observación electoral, los medios de comunicación tengan datos por mesa para hacer sus propios ejercicios de control electoral.
Asumidas estas ventajas, resulta incomprensible que el TREP y la contratación de la empresa que diseñó y provee el servicio hayan estado en incertidumbre, e incluso en riesgo, por falta de decisión de los vocales electorales. Ahora que ya se viabilizó este importante dispositivo, es fundamental asociarlo al sistema de cómputo para garantizar también su seguridad. Y es necesario, sobre todo, realizar el máximo esfuerzo técnico y logístico para tener el mayor alcance posible de mesas electorales.
A diferencia de las elecciones presidenciales de 2009 y 2014, en las que no había duda sobre el candidato ganador, en los comicios de este año hay todavía incertidumbre sobre el resultado. En ese marco, el TREP contribuirá con datos prontos y confiables sobre la votación. Para garantizar confianza en los comicios y la aceptación de resultados, es imprescindible que la ciudadanía y los partidos políticos puedan conocer datos al menos del 90% a nivel nacional la noche del 20 de octubre.