Tiempo para cuidar
Según un estudio de Oxfam, en el país aproximadamente 4,5 millones de personas necesitan cuidado.
Acaba de presentarse un informe que, con abundancia de datos y percepciones, aborda la problemática del cuidado en Bolivia. Hoy, 4,5 millones de personas necesitan cuidado en el país. Nada menos. Las dos terceras partes viven en hogares pobres y vulnerables. El cuidado, pues, es una nueva cuestión social. El estudio propone avanzar hacia un sistema integral de corresponsabilidad.
El informe “Tiempo para cuidar. Compartir el cuidado para la sostenibilidad de la vida” es el resultado de una amplia investigación impulsada por Oxfam en Bolivia, con la contribución de un equipo multidisciplinario, así como de varias instituciones y organizaciones de mujeres que se ocupan del tema. El estudio aborda el trabajo de cuidado y doméstico desde cuatro perspectivas: la gente, las horas, los imaginarios y las políticas. La premisa es que el cuidado es una responsabilidad y, a la vez, un derecho.
¿Quiénes requieren ser cuidados? La investigación identifica la población que, por su condición de dependencia, necesita cuidado: niños y niñas, adolescentes, adultos mayores, personas enfermas y con discapacidad. Son 4,5 millones de personas en Bolivia. ¿Y quiénes pueden cuidar y efectivamente lo hacen? Hay más de 7 millones de “potenciales cuidadores”. La evidencia muestra que históricamente el ámbito de cuidado son las familias y, dentro de éstas, la responsabilidad recae en las mujeres.
¿Cuánto tiempo se dedica al cuidado? En promedio, las mujeres bolivianas destinan 23,5 horas semanales a las tareas domésticas y de cuidado, el doble que los hombres. Es un trabajo no remunerado. Siete de cada 10 mujeres afirman tener la mayor responsabilidad del cuidado en su hogar, frente a solo una que sostiene que “ambos” o “su pareja”. Así, la distribución del tiempo para cuidar es desigual e injusta. Como efecto, las mujeres están limitadas en sus oportunidades laborales y de participación política.
La desigual distribución del cuidado según roles de género está sustentada en la división sexual del trabajo, en cuya base hay creencias e imaginarios que producen y refuerzan la idea de que el cuidado y las tareas domésticas son “asuntos innatos de las mujeres”, en tanto que el trabajo remunerado está destinado a los hombres. Es algo arraigado en nuestra sociedad. Así se entiende, por ejemplo, la siguiente percepción mayoritaria: “las mujeres son más felices cuidando a sus hijos que haciendo una carrera profesional”.
Si bien la Constitución Política del Estado reconoce el trabajo del hogar como fuente de riqueza, las normas, las políticas, la institucionalidad y el presupuesto en torno al cuidado son escasos y fragmentados. ¿Qué hacer? El informe apunta hacia la necesidad de un sistema integral de corresponsabilidad del cuidado entre mujeres y hombres, por un lado; y entre familias, Estado, comunidad y sector privado, por otro lado. Es una condición para reducir desigualdades y dar un nuevo salto de inclusión social.