Una nueva era en telecomunicaciones
Esta nueva era abre nuevas oportunidades en el sector de multimedia y modelos innovadores de negocio.
El sector de telecomunicaciones está entrando en una nueva y desafiante etapa. Al igual que en otros mercados, la expansión de aplicaciones digitales está reduciendo sus fuentes de ingreso tradicionales, lo cual está llevando a las empresas del área a adecuarse, diversificar sus servicios y repensar su modelo de negocios.
Estamos viviendo una etapa de grandes transformaciones en múltiples ámbitos del consumo impulsadas por la aparición de nuevas aplicaciones digitales, que están generando disrupciones significativas en muchas industrias y otras actividades económicas. Información reciente de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transporte (ATT) identifica la presencia de una brusca y rápida caída de los ingresos de las empresas de telecomunicación por concepto de llamadas de larga distancia. Por caso, entre 2008 y 2018, los ingresos por esos servicios se redujeron de Bs 1.002 millones a Bs 232 millones. Los ingresos por los servicios de mensajería (sms) también habrían registrado reducciones. Este fenómeno se debería al uso cada vez más frecuente de mensajerías móviles como WhatsApp o servicios de internet como Skype, que facilitan ese tipo de llamadas a un costo mínimo.
Esta evolución es preocupante, pues gran parte de los ingresos y utilidades que gozaban en el pasado las empresas de telecomunicaciones provenían de este tipo de servicios. Es llamativo que a medida que este fenómeno se intensifica, se reducen las ganancias de las empresas de telecomunicación y la competencia entre ellas se acelera. Esto no es realmente novedoso, pues ha pasado ya en otros países, en los que el sector ha tenido que diversificarse, entrando con más fuerza en el negocio de internet combinado con televisión digital, ofertando aplicaciones móviles de entretenimiento, e incluso con la generación de contenidos de entretenimiento digitales.
La reducción de los recursos de estas empresas podría igualmente afectar a mediano plazo su capacidad para seguir invirtiendo en la renovación y modernización de las infraestructuras de redes de comunicación y de acceso a internet, que son bastante caras. Problema que ya está ocurriendo en mercados maduros como el de Estados Unidos o Europa. Al mismo tiempo, esta nueva era abre nuevas oportunidades en el sector de multimedia y modelos innovadores de negocio, en el que deberán combinar el control de las redes de distribución y el manejo de los contenidos que circulan por éstas.
En todo caso, esta adaptación será posible solo si los actores del sector leen adecuadamente estos cambios en la base de sus consumidores, y si actúan de manera innovadora y audaz. También harán falta adecuaciones en la regulación que faciliten la transición. Como muchas otras áreas de actividad, como la de la prensa, el horizonte exige una rápida e ineludible adaptación.