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WaynaBus, en crisis

Como todo el mundo bien sabe, circular por El Alto puede ser toda una travesía, como consecuencia del caos vehicular que impera en esa urbe, motivado por varios factores. Por ejemplo, suele ser frecuente la toma de vías por parte de vecinos y vendedores para convertirlas en “salones” de fiesta o en mercados. También circulan camiones y tráileres de gran tamaño por las principales arterias a cualquier hora del día. Esto pese a las restricciones que rigen sobre el transporte pesado.

A ellos se suman los choferes sindicalizados que no solo imponen horarios, rutas y días de trabajo según su conveniencia, sino que además se estacionan en medio de las avenidas a esperar pasajeros, e inician su marcha solo cuando están llenos. Y si por todo esto no fuese suficiente, la inseguridad que acecha a los pasajeros no es la excepción, sino la norma. De hecho, en varias ocasiones vehículos del transporte de pasajeros han sido utilizados para cometer atracos, con saldos fatales en algunos casos.

Por esta razón, desde hace años la Alcaldía trabaja en procura de implementar un transporte municipal de calidad, a semejanza de los PumaKatari paceños. Para tal efecto, los WaynaBus, otrora buses Sariri, hicieron su aparición por primera vez en 2015, cubriendo cinco rutas. Sin embargo, se redujeron a una sola ruta, la cual fue suspendida días atrás porque los buses carecen de seguro por falta de presupuesto. Por ello, además de la nueva ruta circular anunciada por la Alcaldía para atraer a más pasajeros, urgen mayores esfuerzos para garantizar el funcionamiento de este más que importante servicio municipal de transporte.