Voces

Wednesday 22 Mar 2023 | Actualizado a 09:07 AM

Tres que discriminan

/ 13 de septiembre de 2019 / 23:59

El Comité Nacional de Lucha contra el Racismo solicitó formalmente al Tribunal Supremo Electoral que se pronuncie sobre las expresiones discriminadoras de tres candidatos (dos presidenciales y uno vicepresidencial). Señaló también que, por mandato legal, el Ministerio Público debe actuar de oficio. Y exhortó a los tres candidatos a pedir disculpas para evitar un proceso penal.

¿Qué dijeron los candidatos? Félix Patzi, del MTS, sostuvo que el incremento de feminicidios se debe al ingreso de las mujeres a la política, y que la solución es que los maridos vayan con ellas al trabajo. Chi Hyun Chung, del PDC, aseguró que el colectivo LGBT debe recibir tratamiento psiquiátrico. Y Humberto Peinado, de UCS, reiteró sus ataques contra los derechos de las mujeres. En su descargo, los aludidos asumieron tres “excusas”: que ya se pronunció sobre el tema (Patzi), que le están coartando su derecho a expresarse (Chi), y que esperará la denuncia para manifestarse (Peinado). Ninguno se disculpó. Mientras se activa la vía penal, el TSE debe conocer las denuncias y evaluar si califican o no como falta o delito electoral.

Más allá de estas inaceptables declaraciones de candidatos que aspiran a gobernar el país, y de las sanciones que correspondan, es muy preocupante el nivel de degradación del debate político-electoral. O de la ausencia de debate, más bien. Habrá que exigir a los candidatos que, además de asumir mayor énfasis programático en sus campañas, eviten proferir discursos que discriminan. 

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¿Mini crisis bancaria global?

/ 22 de marzo de 2023 / 01:01

A principios de 2023, en mi artículo de opinión en LA RAZÓN ¿Recesión con crisis financiera?, había concluido que “estamos en un contexto de alta incertidumbre mundial, de tal manera que cualquier evento relevante, como el caso de las viviendas o las tecnológicas, o la crisis de las criptomonedas, etc., puede gatillar una crisis financiera que vaya junto de la mano a una estanflación. Habrá que tocar madera para que no se dé este escenario y el aterrizaje sea suave.”

Los acontecimientos recientes parecen indicar que no tocamos madera en forma suficiente, dado el brote de una mini crisis bancaria que se gatilló con la caída del Silicon Valley Bank (SBV), uno de los principales prestamistas de las empresas tecnológicas estadounidenses, el 16º banco en el ranking de EEUU y el primer banco grande en desplomarse después de la gran crisis financiera de 2008, que desató una clásica corrida bancaria.

La respuesta del Gobierno de EEUU fue inmediata, el banco fue intervenido y se salvó solo a los depositantes y no a los inversores y tenedores de acciones, pero seguidamente se dio el repentino cierre del Signature Bank de Nueva York, que hizo que el presidente Biden salga el lunes 13 para decir que Estados Unidos hará “lo que sea necesario” para apuntalar el sistema bancario y que “todos los estadounidenses deben sentirse seguros de que sus depósitos estarán allí cuando los necesiten”.

La reacción de los mercados financieros ante el colapso de un banco especializado como el SVB en prestar a las empresas start up tecnológicas y del Signature Bank, que tenía muchos clientes involucrados en criptografía, es solo una muestra o experiencia piloto de una corrida bancaria y lo que podría suceder si la incertidumbre financiera continúa y, en especial, los bancos centrales rescatistas, como la Reserva Federal (Fed) bajo la presidencia de Jeromy Powell, le echan más combustible a la estanflación aumentando aún más sus tasas de interés.

Recordemos, como dijo Stiglitz recientemente en Project Syndicate, que: “Powell formó parte del equipo regulador del expresidente Donald Trump que trabajó para debilitar las regulaciones bancarias Dodd-Frank promulgadas después de la crisis financiera de 2008, con el fin de liberar a los bancos ‘más pequeños’ de los estándares aplicados a los bancos más grandes y sistémicamente importantes.” Así, la ley fue modificada y actualmente solo se aplica a los bancos que tienen activos de más de $us 250.000 millones, y no a los más pequeños, por lo que el SVB no estaba sometido a las mismas reglas que los bancos más grandes.

El problema no está tanto en el detonante inicial o gatillador de la crisis sino en el contexto de altas perturbaciones financieras que puede asemejarse a un polvorín. Así, la corrida bancaria no pareció contenerse, en cambio se fue amplificando al sumarse la caída de las acciones del Credite Suisse, banco suizo pero que ya estaba en problemas desde el año pasado, después de que su principal accionista descartara seguir invirtiendo y aportando con liquidez al banco.

Sin embargo, el banco central suizo y el regulador financiero (FINMA) dieron el apoyo al Credit Suisse AG que dijo que tomará prestados hasta $us 54.000 millones, pero al final UBS, su rival, acabó comprándole.

También se dio el rescate del First Republic Bank cuando los mayores bancos de EEUU acordaron un plan para depositar unos $us 30.000 millones en dicho banco, en un esfuerzo orquestado por el Gobierno estadounidense para estabilizar al prestamista.

Si bien el Gobierno de EEUU actuó oportunamente, el problema está en la reacción de los principales bancos centrales. El Banco Central Europeo (BCE), en medio de la perturbación financiera, ya elevó su tasa de interés de referencia del 3% al 3,5% y ahora el dilema de subir o no subir le tocará al Fed en la reunión del 21 de marzo, cuando decida si continúa con los incrementos en su tasa de interés o prefiere congelar su tasa en 4,75%.

Lo que ha mostrado esta minicrisis bancaria es la preocupación de la calidad crediticia del sistema financiero a medida que aumentan las tasas de interés en un contexto de turbulencias financieras y la estanflación, por lo que no es tan simple la consigna de subir la tasa de interés a toda costa.

Gabriel Loza Tellería es economista, cuentapropista y bolivarista.

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Conjuro para hacer una estatua

/ 22 de marzo de 2023 / 00:57

Los hermanos García Guzmán, Édgar y Juan, son poetas de piedra y arcilla. Son de Llanquera, provincia Nor Carangas, Oruro. Madre y padre vendían coca, eran de Caracollo. Hacen monumentos/ estatuas, fabrican recuerdos (eso quiere decir monumentum en latín). Cuando Héroes de piedra, el documental de Ariel Soto Paz termina, uno de ellos —Édgar— mira a la cámara y dice: “si no me hubiese dedicado a la escultura, en el futuro nadie se acordaría de mí, quiero que mis nietos me recuerden; que sus hijos digan algún día: este monumento lo hizo mi tatarabuelo”.

Héroes de piedra (2019, 74 minutos, música de Nicolás Deluca) ha tenido los dos primeros miércoles de marzo dos pases “clandestinos” en la Cinemateca Boliviana. No lo ha visto casi nadie (suman unos poquitos más gracias al consumo digital en Bolivia Cine, la primera plataforma nacional de difusión de contenido audiovisual). Se estrena tres años después de su recorrido por festivales. ¿Para quién hacemos nuestras películas? ¿Quién y dónde se han visto los tres documentales anteriores de Soto Paz, En tierra de nadie, Días de circo y Quinuera?

Las estrategias de comunicación/publicidad de nuestro cine están fallando y el (apático) público no se entera (o no se quiere enterar). Es la tercera película boliviana que se ha estrenado este año; tras La conquista de las ruinas de Eduardo Gómez (otro docu que también estuvo solo dos miércoles en la Cinemateca) y El visitante de Martín Boulocq. Las tres, con sello cochabambino, por cierto.

¿Qué películas (no) vamos a ver en los próximos años cuando terminen las “réplicas” del Ibermedia abortado y del PIU golondrina? ¿Cuándo vamos a reglamentar la Ley del Cine? ¿Existirá un país si no estrena películas nacionales? ¿Llegará un “PIU dos” antes de las elecciones de 2025, otra vez con motivos electoralistas? ¿Aparecerá entonces la plata que ahora supuestamente no hay?

La obra de Ariel Soto —formado en el City College de San Francisco (California)— viene a (re)confirmar el excelente estado de salud del documental boliviano; un secreto a voces, ¿un pinche espejismo? Héroes de piedra (coproducción argentina con Facundo Escudero Salinas de coguionista) sigue la construcción en Cochabamba de una escultura ecuestre de 35 metros del caudillo/general argentino Facundo Quiroga, el Tigre de los llanos y su posterior traslado a la plaza de Los Caudillos de La Rioja.

Son más de 2.000 kilómetros, es un viaje. Todo monumento es un periplo. Es el desafío más grande de los hermanos García Guzmán. Ya tienen más encargos en Argentina y Brasil. Nadie es profeta en su tierra. Es la excusa perfecta para hablar del arte de los monumentos y sus ricas metáforas sobre el tiempo y el olvido.

Dijo una vez el gran Miguel Ángel que en todas las piedras del mundo hay una estatua dormida; que es suficiente quitar lo que sobra para hallarla. La arcilla y la madera, el mármol granulado y la fibra de vidrio de los hermanos García Guzmán guardan la estatua de un héroe olvidado, su mirada feroz. Encuentran la arcilla que los espera, la pegan a cada parte separada del monumento. Esculpen en el aire. Ven cómo brota una bota, la coz y la crin del animal, el pelo ensortijado del general. Su Facundo Quiroga tendrá la talla y la belleza de una estatua etrusca. ¿Y si los tataranietos de los escultores solo recuerdan el grito/dolor alargado del caballo? ¿Quién se acordará de los indios asesinados por el héroe de la patria? ¿Quién levantará un monumento a los “nadies” que también se esfumaron en el aire?

Cuando el poeta Rimbaud se enteró de que le iban a levantar un monumento dijo que sí con una condición: “que me permitan hacer balas con mi busto de bronce para disparar a los franceses”. Rimbaud, traficante de armas, odiaba la gloria, odiaba la patria. Cuando Facundo Quiroga se enteró de que dos bolivianos alzarían su porte y caballo hacia los vientos riojanos solo puso una condición: “que el día que destruyan mi estatua, las piedras sirvan para lapidar a los que me olvidaron”.

Los hermanos García Guzmán, discípulos de Gustavo Lara y Augusto Rodríguez, vuelven a bailar a su comunidad, vuelven a sus raíces después de entregar el monumento de Facundo Quiroga. Retornan como sombras, con el rostro escondido detrás de una de sus máscaras esculpidas. Atrás han dejado la efigie de la madre muerta en el cementerio “clandestino” de Valle Hermoso. Es el final feliz del viaje. Los hermanos esculpen la memoria, cabalgan el tiempo. Son los antihéroes de esta historia, tan olvidada como el documental boliviano y sus quijotescos hacedores. ¿Qué conjuro necesitaremos para hacer/ver cine boliviano?

Ricardo Bajo es periodista y director de la edición boliviana del periódico mensual Le Monde Diplomatique. Twitter: @RicardoBajo.

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Lucha contra el cambio climático

Por Peter Coy

/ 22 de marzo de 2023 / 00:51

La sabiduría económica convencional dice que es costoso e ineficiente gastar mucho dinero en solucionar un problema antes de que la tecnología necesaria haya madurado. Según esa lógica, las ventajas ambientales de detener rápidamente el cambio climático deben sopesarse frente a la desventaja económica de los costos más altos.

Pero un estudio publicado el año pasado en la revista científica Joule presenta un caso más alentador. El artículo revisado por pares, Pronósticos tecnológicos basados empíricamente y la transición energética, dice que “en una transición más rápida, es probable que alcancemos costos más bajos antes”.

Los autores escriben: El rápido reemplazo de las tecnologías de combustibles fósiles por tecnologías verdes clave de bajo costo, en particular en energía y transporte, hace que el costo anual esperado del sistema de energía en 2050 para el escenario de transición rápida sea $us 514.000 millones más barato que para el escenario sin transición, aunque la distribución de los posibles costes de la transición rápida es más amplia.

La “transición rápida” se define como la eliminación de los combustibles fósiles hacia 2050. La clave del ahorro es que se aprende haciendo, como comprobará cualquiera que intente colgar un papel pintado o hacer una crepe por primera vez. Los autores invocan la Ley de Wright, que no es una ley estricta sino más bien una observación que hizo en un artículo de 1936 el ingeniero Theodore P. Wright, quien dijo que los costos caen a medida que crece la experiencia de producción.

Se centran en cuatro tecnologías ecológicas: energía solar, energía eólica, almacenamiento en baterías y electrólisis P2X. Ese último es la abreviatura de “energía para X”, donde X representa un combustible sintético.

En cifras aproximadas, los costos de la energía solar fotovoltaica, las turbinas eólicas y las baterías (que almacenan la electricidad generada por la energía solar y eólica) han estado cayendo a un ritmo de casi el 10% anual durante varias décadas, escriben los autores.

La Ley de Wright postula que la producción acumulada hace que los precios bajen, porque la gente aprende haciendo, una hipótesis alternativa es que la causalidad va en la otra dirección: los precios bajan, por lo que la producción aumenta.

En la mayoría de los casos, concluye el artículo de Joule, la causalidad va en ambas direcciones: “Hay un círculo virtuoso, en el que el aumento de la producción genera costos más bajos y los costos más bajos provocan un aumento de la demanda, lo que aumenta la producción”.

Rupert Way, uno de los autores, dijo que el documento ha sido bien recibido en los círculos industriales y de formulación de políticas, pero enfrentó cierta resistencia en su camino hacia la publicación por parte de expertos técnicos en varios tipos de energía.

Ciertamente es cierto, y está documentado en el artículo de Joule, que los expertos técnicos han subestimado repetidamente el ritmo de reducción de costos y el despliegue de la tecnología solar y eólica. Esa podría ser una señal de que la Ley de Wright es real y está subestimada. Si es así, presionar para aumentar la producción de tecnologías verdes más rápido podría tener grandes beneficios para los presupuestos y para el planeta.

Peter Coy es columnista de The New York Times.

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Acelerando el cambio desde lo rural

/ 22 de marzo de 2023 / 00:48

Juan se levanta a las 04.00, el frío del Altiplano se mete en sus huesos mientras se viste de negro y retira los anillos, como exige la función que hoy estrenará en su comunidad. Subirá al monte y permanecerá allí por dos semanas observando bioindicadores que guiarán a los yatiris en las decisiones agrícolas de la comunidad: Donde anide la grulla a orillas del lago, marcará la línea de siembra y evitará que sus cultivos se inunden; por donde camine el zorro les dirá cuándo llegarán las lluvias. Así, por generaciones, les ha ido bien. Pero Juan está nervioso: en los últimos años, estas señales ya no se encuentran, o no funcionan, hasta la grulla se inunda a veces, y el zorro ya no aparece. Durante los últimos 30 años, en el Altiplano las lluvias han disminuido cerca de 13%, y se profundizan eventos extremos como sequías e inundaciones. Las comunidades se lamentan: “El yatiri ya no acierta”, y la migración continúa. El 75% de los migrantes a la ciudad de El Alto provienen de municipios de La Paz, sobre todo varones y jóvenes de las áreas rurales.

En América Latina, la población rural supera los 120 millones y sufre las mayores brechas de acceso a servicios básicos. 17 millones de personas no tienen acceso a agua segura y 40 millones no tienen acceso a un baño mejorado, que no ponga en riesgo su salud y seguridad.

La falta de agua segura, y sobre todo de saneamiento mejorado, implica riesgos ambientales y mayor incidencia de enfermedades, especialmente en niños menores a cinco años, que ven limitadas sus oportunidades de desarrollo. Esto se traduce en pérdidas económicas para los países, relacionadas a costos en salud, productividad y abandono escolar, representando un porcentaje del PIB nada despreciable, que oscila entre el 1,5% y 3%, perpetuando ciclos de pobreza.

Las casi 20.000 comunidades rurales de Bolivia que atesoran una riqueza cultural y medioambiental incomparable, enfrentan cada día los desafíos de disponer, mantener y asegurar sus servicios de agua y saneamiento en tiempos de incertidumbre climática y fenómenos migratorios. Además, las áreas rurales están siendo golpeadas económicamente en la pospandemia, fruto de su condición de vulnerabilidad climática, con inversiones aún insuficientes en servicios básicos e infraestructura logística, sobre todo frente al reto de una baja densidad poblacional en un país de territorio extenso.

Desde el BID impulsamos con los países de la región y socios estratégicos programas de agua y saneamiento focalizados en áreas rurales, cuyos resultados y lecciones aprendidas permiten romper el paradigma que frena las inversiones rurales, generando resultados que demuestran que sí es posible un entorno rural saludable y resiliente.

En la última década, a través de estos programas, más de 400.000 personas en áreas rurales accedieron a conexiones nuevas o mejoradas de agua y casi 300.000 a saneamiento. Bolivia destaca entre los casos de éxito, donde la continuidad e institucionalidad de las intervenciones muestra resultados concretos y esperanzadores.

Si se invierte más y planificadamente, se promueve un entorno rural apropiado, saludable, integrado y resiliente, traducido en reducción de pobreza. Desde 2022, lideramos un Llamado a Acción Rural, encabezado por los países de la región y conectado a nivel regional y global con socios de cooperación, agentes sociales y academia; que reconoce los servicios de agua y saneamiento rurales como un pilar fundamental para el desarrollo de las comunidades.

Este año, el Día Mundial del Agua nos llama a “Acelerar el Cambio” para cumplir con el ODS 6. En este marco tendrá lugar la Conferencia de las NNUU sobre el Agua, del 22 al 24 de marzo. En este marco, el BID junto a varios socios de la cooperación internacional anunciarán el compromiso para trabajar hacia un llamado a la acción global para promover los servicios de agua, saneamiento e higiene rurales.

Cristina Mecerreyes es especialista sectorial de Agua y Saneamiento del BID en Bolivia.

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Por cada $us 100 que acumulas, pierdes Bs 42

/ 21 de marzo de 2023 / 01:14

El movimiento especulativo en el mercado cambiario ha hecho repensar a muchos ahorristas sobre el mejor destino de su ahorro. En esta columna analizaremos las distintas alternativas para invertir tu dinero en Bolivia.

La decisión de inversión depende de algunas variables financieras como el plazo, la moneda y la liquidez. El primero tiene que ver con la duración del tiempo de la inversión, que en el sistema financiero boliviano varía de 30 días a un año, dos años y mayor a tres años, mientras que el segundo hace referencia a la elección entre bolivianos o dólares. La liquidez es la facilidad que tiene un activo financiero de transformarse rápidamente en dinero —sin incurrir en un costo adicional—, de allí que los depósitos a plazo fijo son menos líquidos que los depósitos en cajas de ahorro porque deben esperar un determinado plazo para su devolución.

Sin embargo, la variable más relevante a la hora de invertir es la tasa de interés, que es el precio del dinero, es decir, es la ganancia generada por el activo por unidad de tiempo. Se la expresa en porcentaje, empero, el rendimiento esta arbitrado por el riesgo, porque los activos con mayor rendimiento suelen estar sujetos a un riesgo mayor. Los ahorristas se diferencian entre sí por su grado de actitud frente al riesgo. Algunos agentes pueden ser más tolerantes (neutrales al riesgo) o incluso propensos (amantes al riesgo), mientras otros son renuentes (aversos al riesgo).

En el sistema financiero las tasas de interés en cajas de ahorro en moneda nacional son históricamente más altas que las de en dólares, que han estado cercanas a cero. Los depósitos a plazo fijo (DPF) a un año presentan una tendencia positiva tanto para dólares como para bolivianos, aunque con mayor fluctuación. Las tasas de interés a dos años muestran mayor estabilidad, donde los rendimientos en depósitos en bolivianos prevalecen nuevamente frente a los en dólares. Las tasas de interés en el primer caso, rondan el 5%, mientras que en el segundo son de 2%. Alternativamente, la población tiene a su alcance los bonos ofertados por el Banco Central de Bolivia, que rinden intereses que van de entre 6% y 7%, a plazos de seis meses a un año y medio.

Ahora bien, dado que el dinero pierde poder adquisitivo en el tiempo por causa de la inflación, los ahorristas deben considerar la tasa de interés en términos reales y no solo el rendimiento nominal. La tasa de interés real se puede aproximar como la diferencia entre la tasa de interés nominal menos la inflación. Hecha las cuentas se observa que los rendimientos en bolivianos de los depósitos menores a un año y en caja de ahorro que otorga el sistema financiero tienen un interés negativo. Solo cuando los rendimientos son mayores a dos años la tasa de interés nominal compensa a la inflación y los rendimientos reales se tornan positivos. Los bonos ofrecidos por el Banco Central nuevamente aparecen como la mejor opción financiera en bolivianos a corto plazo, por redimir tasas reales más altas.

En cuanto a las inversiones en depósitos en dólares, el panorama es menos alentador. Con independencia del plazo y el tipo de depósito, los rendimientos en dólares reditúan tasas de interés reales negativas. La razón se debe a que a las tasas de interés nominales se debe descontar la inflación de Estados Unidos, que anualizada a enero llegó a 6,4%. Eso es así porque el poder adquisitivo de los dólares también pierde valor en el tiempo a causa de la subida de los precios en su economía. Con una tasa de inflación mayor al doble que la boliviana, los rendimientos nominales se vuelven negativos en términos reales. A eso se debe agregar que el índice dólar que mide el poder adquisitivo de la divisa norteamericana respecto a una canasta de divisas internacionales se ha debilitado en 8,8% desde octubre, lo que implica que con un dólar se compra menos euros, yenes, libras, etc.

El caso más llamativo de ahorro nacional es cuando la población acumula dólares bajo el colchón. Al no tener rendimiento nominal por estar fuera del sistema financiero no gana intereses, pero pierde por causa de la inflación. Por cada $us 100 que las personas retiran del sistema, pierden Bs 42. En el intento de preservar el valor de su riqueza en moneda extranjera, los bolivianos podrían estar olvidando que el dólar tampoco está libre de riesgos.

Por supuesto que, si las condiciones prevalecientes en el sistema monetario financiero cambian, también podría cambiar los rendimientos y las decisiones de inversión, no obstante, por el momento ahorrar en bolivianos resulta ser el activo más rentable.

Omar Velasco Portillo es economista.

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