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Huracán Dorian

El huracán Dorian, uno de los más fuertes y catastróficos desde que se tiene registros, ha causado al menos 50 muertos y 1.300 desaparecidos tan solo en las Bahamas; además de daños materiales valorados en por lo menos $us 25.000 millones. Por causa de este ciclón, miles de familias han visto cómo el viento y el agua se llevaron literalmente sus hogares, vehículos y negocios; y ahora deben luchar para recuperarse.

Frente a este desolador panorama, junto con la reciente ola de calor que ha asolado al planeta, el cambio climático está cobrando cada vez más relevancia en la opinión pública. Por ejemplo, según los especialistas, los efectos de Dorian han sido al menos un 10% más fuerte de lo que cabría esperar de una tormenta de estas características por el calentamiento global. Ello porque la temperatura de los océanos es hoy en día mayor, y por tanto, más agua alimenta a las tormentas, las olas son más grandes y lluvias son más fuertes. En términos globales, este porcentaje adicional puede parecer bajo; sin embargo, en palabras de Kevin Trenberth, analista del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de EEUU, es tremendamente significativo, porque suele ser “la gota que colma el vaso y que hace que las consecuencias puedan ser devastadoras”.

Es de esperar que las terribles secuelas de Dorian, así como las olas de color y los incendios forestales de las últimas semanas, sirvan siquiera para que las autoridades se den cuenta de que el calentamiento global no es un mito, y que puede llegar un punto en el que produzca cambios cualitativos insostenibles en la naturaleza.