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Seguridad digital

Si buscan en Google información sobre seguridad digital y cómo mejorarla en su uso de internet, los primeros resultados serán acerca de seguridad de sistemas de información de empresas. La seguridad digital personal no es un tema tan rentable ni de tanto interés de usuarios y usuarias. Por ello, información sobre este asunto aparece recién en la segunda página de los resultados o incluso más atrás.

En el mundo de la seguridad de información se repite que a las personas no les interesa su seguridad en línea. Permanentemente se cita la siguiente frase como la excusa que damos las usuarias y usuarios: “No tengo nada que ocultar, así que no veo por qué debería proteger mi información”. Sin embargo, tengo la impresión de que esta situación está cambiando, como resultado de las noticias de los últimos dos años, sobre hackeos masivos de cuentas de Facebook, correos electrónicos y otros; además de casos de manipulación de climas electorales como el Cambridge Analytica.

La preocupación ciudadana por la seguridad de su información también se está incrementando debido a delitos como suplantación de identidad, acceso no autorizado a cuentas, filtración de fotos y videos íntimos, contacto de menores con intenciones de trata y tráfico de personas o pornografía infantil, amenazas, extorsiones, entre varios otros. En el entorno de cada quien hay al menos uno de estos casos. En una encuesta de violencias digitales contra mujeres en Bolivia elaborada por organizaciones femeninas y de tecnología, el 62% de las usuarias que respondieron las preguntas consideran que sus actividades en línea las exponen y las ponen en riesgo. La sensación de deficiente seguridad digital está creciendo.

Es verdad que internet es un espacio de creatividad y acceso a información y conocimiento, pero también es un lugar peligroso, donde es necesario proteger nuestros datos personales para no ser víctimas de delitos y violencia digital. Las empresas operadoras de internet en Bolivia hacen poco por responder a esta necesidad. Tampoco existen políticas públicas sobre esta materia, ni desde entidades dedicadas a la política pública de tecnología ni desde entidades de servicio social: educación, cultura, mujer, consumidor, etc.

Algunas pocas organizaciones de la sociedad civil impulsan acciones al respecto, pero de ninguna manera son suficientes. Nos llegan algunas mejoras que las plataformas digitales implementan porque las hacen para todos sus usuarios; es decir, es un rebalse de las acciones a nivel internacional. La seguridad digital personal es un área que requiere gran atención en Bolivia, porque pone en serios riesgos a la población.

* Ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.