Parque automotor
Existen diversos medios para desincentivar el uso de automóviles en las ciudades.
Solo en lo que va del año, el parque automotor de La Paz se ha incrementado en casi 5.000 automóviles, es decir, en promedio cada día se han sumado 21 coches al tráfico de las calles. Un especialista en la materia afirma que esta cifra es inferior al de años anteriores, por lo que el problema no está solamente en el número de coches nuevos, sino en la capacidad de las vías.
En efecto, si bien en 2018 el parque automotor paceño creció en poco más de 16 coches al día, un año antes, en 2017 ese incremento fue de 33 automóviles; y dos años antes, de 56. Estas cifras, cuya sumatoria supera los 302.000 automóviles de todo tipo circulando cotidianamente en las calles de la sede de gobierno, merecen una reflexión de parte de las autoridades, que si bien no pueden impedir la importación y comercialización de nuevos coches, deben comenzar a pergeñar medidas para evitar que ello siga depauperando la vida urbana.
El efecto más evidente del desmesurado crecimiento del número de automóviles puede observarse en las calles, que se saturan cada vez en más lugares de La Paz, provocando insufribles embotellamientos, que han causado que la velocidad promedio de circulación en la ciudad sea de entre 3 y 7 kilómetros por hora. Súmese a eso la proverbial indisciplina de la mayoría de los conductores, y se tiene las condiciones perfectas para hacer un infierno de la experiencia de conducir en la sede de gobierno.
El Comandante Departamental de Tránsito coincide en que el problema está en la combinación de un parque automotor excesivo con el tipo de calles y topografía de la ciudad, que en muchos casos impiden una circulación fluida. Hay que añadir a ese diagnóstico la cantidad de automóviles, vagonetas y minibuses dedicados al transporte de pasajeros, que si bien cumplen una función imprescindible, entorpecen la circulación en toda la ciudad gracias a su falta de disciplina la hora de recoger y dejar pasajeros; quienes a su vez creen tener el derecho a subir y bajar de los vehículos donde les es más conveniente.
Existen diversos medios para desincentivar el uso de automóviles, entre ellos la fijación de un número límite de coches circulando en la ciudad. Lo cual, por ejemplo, obligaría a las importadoras a ayudar a sus clientes a reemplazar su antiguo automóvil por uno nuevo en lugar de tener los dos y a quitar de circulación aquellos que sean muy antiguos. Otra opción es la implementación de un sistema de transporte público eficiente, como el de La Paz Bus o Mi Teleférico, pero con una mejor cobertura.
También están el “carpooling”, que ayuda a los vecinos a ponerse de acuerdo para transportarse juntos en lugar de usar varios automóviles a la vez; y el parqueo tarifado, que obliga a las personas a pensar bien antes de salir en coche, pues luego no tendrán dónde estacionarlo. Todas ellas son ideas que deben considerarse antes de que sea demasiado tarde.