Voces

Monday 16 Sep 2024 | Actualizado a 22:35 PM

Prevención de feminicidios

/ 23 de septiembre de 2019 / 23:44

Una de las medidas que se decidió impulsar para contener la ola de feminicidios que asola al país (88 en lo que va del año) fue la materialización del Sistema de Registro y Alerta Inmediata Adela Zamudio. Este sistema apunta a identificar a las potenciales víctimas de la violencia machista, para luego instalar en sus celulares una aplicación que les permita alertar a la Policía en caso de encontrarse en una situación de riesgo, a fin de que les brinden un pronto auxilio.

Con el desarrollo de un formulario que debe ser llenado por los médicos forenses se está avanzando para la implementación de este sistema. Según sus autores (funcionarios del Instituto de Investigaciones Forenses), este instrumento permitirá identificar a las mujeres que corren el riesgo de ser asesinadas por cuestiones de género a partir de diferentes indicadores, construidos con base en preguntas que las potenciales víctimas deberán responder, junto con la valoración del especialista.

Se trata sin duda de un importante primer paso para garantizar que las víctimas reciban de manera oportuna el apoyo policial que tanto necesitan. Adicionalmente, es de esperar que el Estado apunte a desarrollar programas de largo aliento enfocados no solo en los nefastos efectos del machismo, sino también en las causas que hacen posible la persistencia de este fenómeno en la sociedad, dando lugar a varones cuya vanidad no soporta el rechazo de una “pretendiente” o la ruptura de sus parejas, y que reaccionan con violencia extrema ante la frustración. 

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Estado de Cosas Inconstitucional

/ 16 de septiembre de 2024 / 09:43

La situación en la que la Constitución Política del Estado (CPE) no es cumplida, y en consecuencia se registran vulneraciones de derechos y procesos de desinstitucionalización, que no son solo responsabilidad de algunas autoridades sino de una serie de situaciones estructurales de un gobierno en ejercicio, ha sido denominada por la doctrina constitucional como Estado de Cosas Inconstitucional.

En la sentencia T762/15 de 16 de diciembre de 2015, la Corte Constitucional colombiana señala que la figura del Estado de Cosas Inconstitucional es aquella mediante la cual esta Corte, como otros tribunales en el mundo, ha constatado que en algunas situaciones particulares el texto constitucional carece de efectividad en el plano de la realidad, tornándose meramente formal. Se ha decretado al verificar el desconocimiento de la Constitución en algunas prácticas cotidianas en las que interviene la Administración, y en las que las autoridades públicas, aún al actuar en el marco de sus competencias legales, tejen su actividad al margen de los derechos humanos y de sus obligaciones constitucionales, en relación con su respeto y garantía.

Entiéndase que el Estado de Cosas Inconstitucional caracteriza no solo el incumplimiento de la CPE, sino una práctica continua y estructural de desinstitucionalización. Para explicarla se tiende a acumular todos los casos similares que de manera conjunta evidencien esta disociación entre el Derecho, sus instituciones y la realidad y se busque no sentencia, sino una solución en un programa de acción de políticas coordinadas ante una falla estructural, que tenga la finalidad de reencaminar la vida cotidiana a la vivencia y vigencia material de los derechos y garantías, es decir, traer de nuevo la vivencia del Estado Constitucional de Derecho.

Si bien el Estado de Cosas Inconstitucional resulta de mucha claridad para quienes lo sufren, algunos criterios permiten evidenciarla: a) vulneración sistemática y generalizada de varios derechos constitucionales a un número significativo de personas; b) prolongada omisión de las autoridades para dar cumplimiento a los derechos establecidos en la Constitución; c) adopción de una serie de prácticas contrarias a la Constitución como si fueran normales y hasta justificadas por excepción, aunque se empiecen a utilizar regularmente; d) falta de expedición de medidas legislativas o administrativas para evitar esa vulneración de derechos e incumplimiento de la CPE; e) vulneración de derechos que no proviene de una autoridad o de algunas autoridades, sino que es estructural al gobierno en ejercicio y cuya víctima es la población. 

Curiosa figura la del Estado de Cosas Inconstitucional. Muchas veces la justicia suele ser compleja y de difícil definición, pero la injusticia suele ser clara y transparente.

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Ucrania y la paz

Walter Dorn

/ 16 de septiembre de 2024 / 09:38

Después de más de dos años de muerte y destrucción, ninguno de los bandos de la guerra en Ucrania parece estar cerca de la victoria: Rusia no logrará su conquista imperial de Ucrania, y Ucrania seguramente no podrá recuperar el control de todo el territorio ocupado por Rusia. Tarde o temprano, ambas partes tendrán que acordar un alto el fuego y llegar a un acuerdo de paz.

Se trata de una perspectiva bienvenida. Un acuerdo no solo reducirá las muertes, el sufrimiento y el enorme costo de la guerra sino que también, a largo plazo, hará a Ucrania más fuerte y más capaz de defenderse a sí misma y a su democracia. Fundamentalmente, reducirá la posibilidad de una escalada peligrosa.

Nadie sabrá cómo irán las negociaciones de paz a menos que se inicie el proceso. En comparación con una guerra interminable que se está tragando vidas y recursos a un ritmo alarmante, incluso un acuerdo imperfecto sería mejor. Entonces, ¿qué podría razonablemente esperar lograr Ucrania y qué tipo de concesiones tendría que hacer?

Ucrania se ha comprometido a no ceder territorio nunca. Esto está respaldado por el derecho internacional que prohíbe la toma de territorio por la fuerza, y Ucrania no debería renunciar a sus derechos legítimos sobre su tierra. Pero para asegurar un alto el fuego duradero, tal vez necesite reconocer que Rusia tiene control, aunque no soberanía, sobre partes de cuatro regiones ucranianas y Crimea, y detener su intento de recuperar áreas ocupadas por la fuerza.

Como parte de un acuerdo de paz, Ucrania también podría tener que suspender su solicitud de ingreso a la OTAN y prometer no unirse durante varios años, digamos de cinco a 10. Pero Ucrania aún puede firmar tratados bilaterales con miembros individuales de la OTAN para brindar apoyo en materia de seguridad, algo que ya ha comenzado a hacer, por ejemplo, con Francia, Alemania y Gran Bretaña.

Cualquier acuerdo de paz también necesitaría medidas firmes para evitar otro estallido de conflicto. Esto podría implicar una zona desmilitarizada y notificaciones mutuas de ejercicios y maniobras militares. Es cierto que un armisticio o un acuerdo de paz le daría a Rusia tiempo para reagruparse y rearmar sus fuerzas. Pero Ucrania podría hacer lo mismo. También significaría que todos los prisioneros de guerra podrían ser devueltos. Sin embargo, las investigaciones y juicios por crímenes de guerra continuarían.

Lo más importante es que una paz provisional, incluso si se ve interrumpida por violaciones, finalmente daría al pueblo de Ucrania tiempo para reconstruir sus vidas y su país. Millones de refugiados podrían regresar a sus hogares y comenzar a repoblar el empobrecido país. Estados Unidos podría patrocinar un esfuerzo de reconstrucción muy parecido al Plan Marshall. Europa podría liderar un esfuerzo de reconstrucción e integración. La paz facilitaría que Ucrania se uniera a la Unión Europea.

Para que un acuerdo de paz sea más aceptable para Rusia, se le podría ofrecer un alivio de las sanciones, sujeto al cumplimiento del acuerdo. Rusia podría entonces comercializar su petróleo y gas a precios de mercado, aunque los países occidentales podrían instituir mecanismos para la reimposición inmediata de sanciones si fuera necesario. Rusia recuperaría el acceso a sus reservas de oro y divisas extranjeras retenidas en Occidente.

Por supuesto, se pueden esperar violaciones de cualquier acuerdo futuro, pero el nivel de violencia aún sería mucho menor que el de la guerra actual. Dado que Ucrania y Rusia seguirán siendo vecinos durante las próximas décadas y siglos, los países deben llegar a acuerdos mutuos para la resolución pacífica de las disputas. Y si las matanzas actuales continúan durante años antes de que se llegue a un acuerdo, la gente se preguntará por qué tanta gente tuvo que morir primero. La mejor manera de honrar a los muertos en la guerra es asegurar una paz sostenible para que otros no tengan que hacer el mismo sacrificio.

Walter Dorn
es columnista de The New York Times.

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Falta voluntad política

Julieta Paredes Carvajal

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:31

Las luchas de nuestro pueblo han sido acompañadas por procesos de reflexión donde se articula lo urgente con lo estratégico. Quiero decir con estratégico, el vínculo con los proyectos históricos que la memoria larga de los pueblos indígenas originarios conserva, con los desafíos que nos presenta el mundo actual, donde con la ayuda de nuestras ancestras debemos encontrar las formas de construir caminos, de reconstruir y sanar el mundo y el planeta, sin caer en la tentación de ser una decoración más, incluida en un viejo sistema que devora y anula las posibilidades revolucionarias de la humanidad.

Revise: Que el pueblo decida

Hoy en lo urgente tenemos el alza de precios, que si bien no es una crisis económica como tal, sí afecta a las familias y no existen propuestas de medidas económicas concretas de parte del gobierno para controlar las exportaciones. Hoy el porcentaje de exportación no ha bajado en Bolivia, pero sí ha cambiado el actor de la exportación, pues se está haciendo esta actividad, principalmente desde el sector privado; la agroindustria y la gran minería siguen exportando y tienen condiciones más libres de libre mercado, condiciones creadas por el neoliberalismo. Resultado de esto es que no hay ningún control del ingreso de los dólares y eso es lo que está generando una inestabilidad económica. Por supuesto que la banca juega un papel importante, pues son ellos quienes especulan con los dólares. ¡Cuándo no!

A esta situación se suma la del descontento de los sectores sociales; transportistas, campesinos, gremiales, comerciantes, campesinos, pueblos originarios están movilizados y organizados, exigiendo medidas para solucionar la crisis, aunque de parte del gobierno no hay propuestas. Pero tampoco de parte de los hermanos que se articulan alrededor del Evo no presentan un plan dadas las actuales condiciones.

En las últimas semanas aparece un nuevo actor social, el ejecutivo de la Túpac de La Paz, David Mamani, que por lo que le escuchamos tampoco presenta propuestas, hace pedidos al gobierno y como solución plantea bloqueo de caminos hasta que renuncie el presidente y el vice y que se adelanten las elecciones. ¿Es eso una propuesta? No, no lo es.

Creemos que es un tiempo propicio para pensar en la democracia de los pueblos, que es como podemos llamar en castellano, para que nos puedan entender, pero en realidad son las prácticas ancestrales del auto gobierno. Es el momento de pensar y profundizar las formas de participación de hombres y mujeres en los destinos de Bolivia, nuestro territorio.

En el gobierno del hermano Evo Morales se implementó, pero muy tímidamente, medidas que nos mostraron dónde está el dinero que pertenece al pueblo de Bolivia. Nuestro dinero está en la acumulación capitalista de los empresarios y en la fuga de esta acumulación a paraísos fiscales donde ni siquiera pagan impuestos a nuestro país. Se trata entonces de fortalecer la banca del Estado y administrarla eficientemente. Se trata de que el fondo de pensiones esté siendo administrado por gente que sabe y no por chacras que ensayan medidas. O sea que hay medidas posibles, hay dinero para recuperar, pero no hay la valentía y la voluntad política de hacerlo. Sin duda que si nos mantenemos unidos, podremos encontrar muchas más soluciones. Esas son medidas que conectan lo urgente con lo estratégico.

(*) Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria

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La APLP ante el espejo

La APLP dejó de ser la casa común de las y los periodistas para convertirse en un barco exclusivo de una parcela

José Luis Exeni Rodríguez

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:20

La Asociación de Periodistas de La Paz tiene nuevo directorio. Enhorabuena. Conozco al presidente (Raúl Novillo) y al vicepresidente (Erick Torrico), así como algunos integrantes del directorio y del tribunal de honor. Son periodistas experimentados, gente honorable, bien intencionada. Por ello, como socio alejado de la institución, me permito plantearles cuatro retos. Son mínimos de regeneración interna.

El primer reto es democrático. Los comicios del pasado 27 de agosto deben ser los últimos con fórmula única. Más que “elección”, se tiene una suerte de pasanaku, un simulacro. Igual que las primarias de los partidos para sus binomios presidenciales. El nuevo directorio, pues, debiera lograr que, dentro de dos años, la APLP tenga elecciones competitivas. No basta decir “ello es permitido por el estatuto” (ufa). Si el estatuto no garantiza democracia interna, hay que reformarlo.

Consulte: Referéndum interruptus

El segundo desafío es de participación. Es difícil saber cuántos miembros tiene hoy la Asociación. En 2006, me correspondió el registro N° 975. Supongo que desde entonces el número habrá aumentado. ¿Cómo es posible que se habiliten tan pocos “afiliados activos” para votar? ¿Estamos ante una entidad en proceso de contracción? Convengamos en que la legitimidad de origen de un directorio con solo 83 votos es muy pobre/triste. Hay que repoblar la APLP.

Inclusión, es el tercer reto. Desde hace tiempo, la APLP dejó de ser la casa común de las y los periodistas para convertirse en barco exclusivo de una parcela, con pensamiento único. Si eres operador mediático autodenominado “independiente” (sic), abre la muralla; si te etiquetan de otra cosa, como “paraestatal” (recontra sic), cierra la muralla. En la cofradía excluyente amigo/enemigo no caben puentes ni matices. Ojalá el nuevo directorio edifique unidad con diversidad y pluralismo.

Por último, el desafío deliberativo. En un contexto de crisis del periodismo, los medios y las asociaciones estamos contribuyendo poco y mal a la conversación pública en democracia. Claro que hay excepciones y diferencias. Pero en general perdemos la batalla contra el descrédito del oficio, su polarización, la saturación informativa, la omnipresencia digital, el faccionalismo, las noticias falsas, en fin, la autocomplacencia. Los pronunciamientos con línea son simpáticos, pero insuficientes.

Volvamos a los tiempos de Ana María y Luis Ramiro. La prestigiosa Asociación era motivo de orgullo. Hasta que llegaron las Lupes y los Humbertos —y sus epígonos—degradándola con fines instrumentales y sus vendettas. Para empezar, flamante directorio, sin exclusiones, podríamos mirarnos en el espejo y debatir. Toca regenerar a la APLP.

FadoCracia agorera

1. En un espléndido cuento, Benedetti narra la historia de un profeta al que nadie creía por sus pronósticos a futuro, imposibles de comprobar. Hasta que un día «dijo en la plaza: “Dentro de diez segundos os mostraré mi lengua”, y antes de que algún descreído lo pusiera en duda, mostró su lengua innegable y probada, vaticinada y roja». 2. Algo similar ocurre con los Nostradamus bolivianos respecto a la economía. 3. Desde hace casi dos décadas, anuncian periódicamente el quiebre del modelo inaugurado en 2006. “Esta vez sí”, “falta poco”, “ahora es cuando”. 4. Hoy los profetas del colapso están felices: el modelo econonómico social comunitario productivo se cae a pedazos. Al fin. “El gas se hizo gas”. Es tiempo de celebrar. 5. A mediados del año pasado, alguno hasta le puso fecha al desplome: será en diciembre, con el quiebre del sistema financiero. 6. Pero el cadáver ¡ay! siguió viviendo (grande Vallejo). Y hasta demandó, cínico, en un cónclave de economistas, “proponer soluciones”. 7. “Nuestro tiempo ha llegado”, sonríen con ingenuidad los agoreros del desastre. Muestren su lengua.

(*) José Luis Exeni Rodríguez es politólogo

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Ch’inqhu social…

El chileno nacionalista pero occidentalizado, piensa que Bolivia es la cenicienta en todas las actividades

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:07

Pocas veces se juntan tantos problemas sociales que tienden a generalizarse en una complicación mayor. Las pugnas políticas internas entre arcistas y evistas se hacen insostenibles cada día que pasa. Desde el lenguaje amenazante y bélico hasta algunas acciones, como la toma de la sede de la COB, son algunos ejemplos de esta rivalidad.

Las quemas digitadas por empresarios oportunistas en los bosques de la Amazonía, el oriente y el Chaco nos colocan en una lucha impotente. Lo peor, pensamos combatir el fuego con agua y bomberos, muchos de ellos voluntarios. Pero tan pronto apagan el fuego, las manos criminales vuelven a incendiar.

Lea: San Antonio y el antifútbol profesional

Las consabidas campañas de solidaridad también están ahí, presentes desde algunos años. Pero a futuro ¿cómo combatimos el fuego y a los pirómanos anti-bosques y adoradores de la muerte? Es extraño que las principales autoridades de los municipios afectados no estén luchando contra las quemas ni contra los pirómanos.

Hasta ahora no hay pronunciamientos desde los espacios académicos. Por ejemplo, la UMSA solo se afanó en implementar las clases virtuales. ¿Qué dicen las carreras “científicas”? Por ejemplo, de química, de física. Hace años que se maneja la información de que alguna composición química tiene la capacidad de combatir el fuego. ¿Es cierto esta investigación, por qué no aplicarla? ¿Será que nuestros químicos/as, físicos/as no saben o no se han actualizado sobre esta forma de combate contra el fuego? Se tiene que apostar por soluciones estructurales. No podemos seguir cada año batallando con agüita y bomberos, porque, tan pronto se sofoca el fuego, los depredadores de la naturaleza nuevamente vuelven a incendiar.

En medio de la humareda en el país, hay un hecho que ha generado mucho optimismo y opinión: el triunfo de la selección boliviana frente a la chilena por 2 goles a 1 en la ciudad de Santiago. Este triunfo inusual se ha convertido en una especie de bálsamo social y hasta político en medio de la agitada vida societal. A pesar de que el fútbol y su organización es una actividad de la empresa privada, los diferentes estratos sociales del país lo han internalizado como suyo. Esta representación privada, convertida en pública, es la constructora de las identidades nacionales contemporáneas. En el caso boliviano, el triunfo nacional en territorio chileno le ha dado una tónica de mezcla histórica debido a la pérdida del acceso al mar a manos de Chile en 1879.

Las élites chilenas, muy adscritas al mundo europeo, sobre todo con lo alemán y equivalentes, pensaban que se podía ganar fácilmente el partido. El chileno nacionalista, pero occidentalizado, piensa que Bolivia es la cenicienta en todas las actividades. Está claro que existe un fuerte menosprecio y hasta actitudes racistas por parte de los jugadores de Chile. Pero fue grata la sorpresa del triunfo del equipo boliviano, cuasi juvenil, que no se doblegó, a pesar de la actitud del jugador chileno Eduardo Vargas, que, sin pensar en la ética del futbol, convirtió el empate cuando el arquero Carlos Lampe sufrió la ruptura del tendón de Aquiles. A Vargas no le importó nada, incluso que muera Lampe, para conseguir un gol. Los traumas de la guerra del Pacifico se expresan también en contiendas del fútbol. Esto explica por qué el nacionalismo chileno, o mejor dicho el nazifascismo instaurado por Pinochet, aún pervive y hoy se reproduce en las redes sociales.

Por la derrota de Chile frente a Bolivia, el actual director técnico de su selección, Ricardo Gareca (argentino), y exseleccionador del Perú, es tildado de infiltrado peruano en Chile. Aquí vemos cómo la mentalidad chilena de la guerra de 1879 no se ha perdido del todo y aún se reproduce en las nuevas generaciones, incluida la generación futbolera. Janikiwa suma thakhiru sarantxtanti. Ma uruxa wali ch’axwasa, qhipuruxa sumakaraki.

(*) Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo

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