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Buenos negocios

Entre los diversos sectores de la economía que han prosperados en la última década, el de los supermercados parece ser uno de los privilegiados. Entre 2009 y 2018 las cifras de sus ingresos anuales no han hecho más que incrementar hasta duplicarse. Expertos y economistas proponen explicaciones para este crecimiento, todas ellas relacionadas con la salud de la economía.

Si en 2009 los supermercados reportaron un valor total de ventas de Bs 239 millones, en 2018 sus ingresos llegaron a Bs 731 millones, sin contar la cantidad de nuevas sucursales que pudieron abrir en varias urbes del país. El crecimiento interanual de este sector entre 2017 y 2018 fue del 16%. Comparado con similar periodo en 2018, el primer semestre de 2019 mostró un crecimiento del 13%, lo que es buen indicador del resultado esperado hasta diciembre.

El primero en celebrar los datos es el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, según el cual el incremento del consumo en los hogares es fruto del mayor poder adquisitivo de la población; lo que a su vez impulsaría un “continuo dinamismo de la demanda interna”. Se trata, según explicaron a este diario, de “incrementos significativos en el poder adquisitivo de las familias” producto del Modelo Económico Social Comunitario Productivo desarrollado por el Gobierno desde 2006.

El presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia (Coneb) concuerda con esta explicación, empero añade otros factores: una mayor presión tributaria sobre los contribuyentes, que prefieren hacer compras con factura para poder descargar el crédito fiscal; precios competitivos en los supermercados comparados con los mercados tradicionales; mejores condiciones para hacer las compras en este tipo de comercios, incluyendo parqueo, seguridad, higiene y pagos con tarjeta de crédito o débito; y, finalmente, una naciente cultura de calidad de parte de la oferta.

Administrativos de las dos cadenas de supermercados más grandes del país señalan que el crecimiento de sus respectivos negocios puede observarse en los números de sus ventas totales, pero también en el de metros cuadrados construidos para nuevas salas de ventas. “El consumidor busca mejor servicio, precios bajos, conveniencia y cercanía”, afirma uno de ellos, explicando las razones del crecimiento de su marca. El representante de una tercera cadena de supermercado, cuyo origen está en Santa Cruz y que también ha prosperado en los últimos años, afirma que el futuro inmediato ha frenado el ritmo de sus inversiones, porque “hay demasiada incertidumbre”.

Es, pues, un momento auspicioso para las actividades comerciales en el país, y tocará a las autoridades de gobierno no solo conservar la estabilidad lograda hasta ahora, sino sobre todo brindar seguridad y confianza en el futuro próximo. La economía es cuestión de números y datos fríos, pero también de confianza, y eso se construye permanentemente.