Icono del sitio La Razón

Una generación de niñas imparables

Hace casi 25 años, cerca de 30.000 mujeres y hombres de unos 200 países llegaron a Beijing (China) para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, decididos a reconocer los derechos de las mujeres y las niñas como derechos humanos. La conferencia culminó con la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la agenda política más completa para el empoderamiento de las mujeres.

En los años posteriores a la declaración, las mujeres han continuado luchando para cumplir con esta agenda, liderando movimientos globales en temas que van desde los derechos de salud sexual y reproductiva hasta la igualdad salarial. Actualmente, hay más niñas escolarizadas y que terminan la escuela. Hay menos matrimonios infantiles y menos que se convierten en madres mientras aún son niñas. Y muchas más niñas pueden formarse y adquirir las habilidades que necesitan para desempeñarse en el futuro que decidan, sea en el mundo laboral, familiar o de innovación social.

Hoy las niñas, adolescentes y mujeres bolivianas luchan contra prácticas y pensamientos arraigados de discriminación y violencia de toda índole. Ellas se educan, capacitan, proponen, se visibilizan y asumen nuevas responsabilidades y se unen para celebrar el Día Internacional de la Niña, que en este 2019 se celebra con el lema: “Somos la fuerza: sorprendentes e imparables”.  

Sin embargo, la fuerza de las niñas y adolescentes pierde energía ante el machismo, la discriminación y la violencia que atentan contra su vida o sus proyectos de existencia, como el abandono, el embarazo precoz, el VIH, y la falta de oportunidades. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lidera y acompaña a sus aliados en varios estudios que demuestran, por ejemplo, que la participación de los padres en la educación sexual de sus hijas es menor respecto a los hijos. Este desinterés se convierte en abandono en ciertos municipios rurales de los valles y el oriente; y la relación cariñosa padre/hija es casi inexistente.

La violencia física y sexual en su contra es un tema de extrema preocupación por el incremento de los casos y denuncias, y que reflejan la inseguridad en la que viven. El 21% de adolescentes presenció actos de violencia psicológica y el 23%, violencia física en sus hogares (ejercida por padres en contra de madres). Las situaciones de violencia sufridas por mujeres durante su niñez aumentan la probabilidad de reproducirla dentro de sus hogares, en su relación de pareja y de ser víctimas nuevamente en la adultez. Cuatro de cada 10 mujeres fueron víctimas de violencia sexual alguna vez durante toda su vida; muchas de ellas aún eran niñas cuando la sufrieron.

Aunque estas circunstancias puedan limitarlas, las niñas y adolescentes crecen de manera decidida para desarrollar sus conocimientos y talentos en la ciencia, la tecnología y las matemáticas, el arte y el deporte. Ellas están dispuestas a romper los límites y las barreras de los estereotipos y la exclusión, incluyendo a aquellas con discapacidad y que viven en comunidades marginadas, y quieren pasar de soñar a lograr.

Hoy las niñas han pasado, de hecho, de soñar a lograr. Cada vez más niñas asisten y terminan la escuela, son menos las que se casan o se convierten en madres. Y cada vez son más las que están adquiriendo habilidades necesarias para destacar en el futuro laboral. Como emprendedoras, innovadoras e impulsoras de los movimientos sociales, las niñas lideran y promueven un mundo que es significativo para ellas y para las futuras generaciones.

Celebremos en el Día Internacional de la Niña esta fuerza sorprendente e imparable, y comprometamos nuestro esfuerzo para asegurar la protección, el desarrollo y la realización del pleno potencial de las niñas y adolescentes de Bolivia.

* Representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Bolivia.